Antivirales: el tobogán de Miuccia Prada

Hay pocos artefactos tan mitificados en la industria de la moda como el tobogán del artista Carsten Höller que Miuccia Prada tiene instalado en su despacho en la Via Bergamo de Milán. Pensado para utilizarse a diario en lugar de las escaleras, el tobogán, que cubre tres pisos, es similar a los que Höller ha ido colocando en museos e instituciones de todo el mundo, desde la Tate de Londres al Palazzo Strozzi de Florencia, e incluso en un centro comercial de Miami. La fundadora de Prada y Miu Miu, coleccionista de arte desde su juventud e impulsora de la Fondazione Prada también en Milán, se lo agenció en 2011 pero confiesa en una entrevista con la edición estadounidense de Harper’s Bazaar que lleva años sin usarlo. “Me aburro muy rápido de las cosas. Por eso me dedico a la moda”, le dijo a la periodista Rachel Tashjian.

UN CURIOSO EPÍLOGO PARA NORMA DESMOND

La imagen de Gloria Swanson ha quedado con el tiempo diluida y confundida con la de su personaje más famoso, el de la diva añosa Norma Desmond en El crepúsculo de los dioses. Un documental que se estrena el día 21 en Filmin, titulado Boulevard! A Hollywood Story, sirve a la vez para fomentar y desmentir ese equívoco. La película cuenta una especie de epílogo a la película de Billy Wilder. A mediados de los años cincuenta, Swanson quiso capitalizar su nueva popularidad produciendo un musical basado en el personaje de Desmond. Para ello, contrató a dos de compositores, que eran a su vez pareja, aunque armarizada, Dickson Hughes y Richard Stapley. La actriz invitó a ambos a vivir en su casa y se enamoró de Stapley, que se vio viviendo una situación similar a la de William Holden en la película. Según el director del documental, El crepúsculo cimentó la idea de que Swanson era una estrella polvorienta del cine mudo, cuando en realidad retenía una gran intuición empresarial en los años cincuenta.

LOS MIRLOS, PSICOCUMBIA SELVÁTICA

Psicotrópico y bastardo, la chichadelia es un género musical que surgió en Perú a finales de los años sesenta que consistía en pasar los sonidos cumbieros por un filtro psicodélico, con mucha percusión y guitarras potentes. El principal grupo que surgió de aquella escena, que renació cuando al indie de la primera década del milenio le dio por buscar rarities en las escenas locales (en el 2007 se publicó un álbum recopilatorio llamado Chicha. Psychedelic cumbias from Peru) fueron Los Mirlos, una banda de la ciudad de Moyobamba a quienes se considera los padres de la cumbia amazónica y que permanecen en activo, a pesar de que varios de sus miembros han fallecido. En el festival In-Edit, que se celebrará en Barcelona a principios de diciembre, se podrá ver el documental La danza de los mirlos, que cuenta su historia. Se pudo rodar gracias a que el líder de la banda, Jorge Rodríguez, se dedicó en aquellos años a grabarlo todo en Super8 y le cedió todo el material al realizador de la película, Álvaro Luque.

APOCALIPSIS BARCELONA

“-Ojo: por aquí tienen ladrones de muy alto nivel.

-¿Mejores que en París?

-Sin duda. Por estos lares se mueve la vanguardia de la delincuencia”.

Esto es lo que dice un personaje, conocido como la Hiena, a otro en cuanto llegan a Barcelona en Apocalipsis Bebé, la última novela de Virginie Despentes. La autora ha residido durante largas temporadas en la ciudad y sitúa en la capital catalana parte de su última novela. En la página siguiente, las dos abren del grifo de una habitación de hotel pequeña y cara y el agua huele mal. Y a continuación se lee: “Barcelona es la ciudad más ruidosa de Europa. Lo destruyen todo, todo el tiempo. Puedes ver obras a todo gas hasta un sábado a medianoche. No hay nada que los detenga. El opio del pueblo catalán es la grúa”. No se espera que las instancias municipales la utilicen en breve dentro de los materiales promocionales de la ciudad.

CON SUELDOS DIGNOS, NO ES TAN FÁCIL IR DE GIRA

Puesto que el streaming no da dinero y las ventas de discos físicos ya no son relevantes, está plenamente asumido que la única manera que tienen los músicos de sostenerse es dando conciertos, que son cada vez más caros. Pero el nuevo paradigma de la industria musical también hace aguas. Recientemente, la banda estadounidense Animal Collective anunció que cancelaba su gira por Reino Unido porque la inflación, los costes del transporte y la fluctuación de algunas divisas (el bajísimo nivel de la libra, en este caso) ya no les permite girar y sacar provecho si quieren seguir pagando un sueldo digno a todo el equipo necesario para una gira de esa envergadura. Hace poco la cantante Santigold tuvo que cancelar también por distintos motivos y cientos de bandas y músicos británicos mucho menos famosos ya no llegarán a conocer el rito iniciático que les suponía girar por Europa desde que los Beatles se fogueaRon en Hamburgo, porque el Brexit convirtió eso en algo prohibitivo y nunca se negoció con la UE la excepción musical necesaria.