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Músicas para leer

Cultura/s

Libros y canciones han sido fundamentales para hacer más llevadero el confinamiento. Proponemos aunarlos en un repaso a algunas novedades editoriales en las que la música es la protagonista. De clásicos como David Bowie o Frank Sinatra al punk y el rap

Muere ‘Little Richard’, uno de los padres del rock and roll, a los 87 años

El rapero sevillano Toteking fotografiado recientemente en Barcelona

Xavier Cervera

Memorias, biografías, crónicas, ensayos... son diversas formas de aproximarse al mundo de la música. En todas es posible tanto el encuentro con los artistas y su mundo como conectar con sus canciones.

TOTEKING, EL RAPERO QUE LEE A MONTAIGNE

No debería ser noticiable pero, como ante el mundo del hip-hop todavía hay muchos prejuicios, que un rapero escriba un libro se convierte en noticia. Es el caso de Búnker. Memorias de encierro, rimas y tiburones blancos , algo así como unos apuntes autobiográficos de Manuel González Rodríguez, conocido como Toteking (Sevilla, 1978), uno de los nombres de mayor éxito en el rap hispano de las últimas dos décadas.

Y sí, Toteking además de escribir un libro y hacer rimas para sus canciones lee a Montaigne, pero no sólo, también lee a Juan Rulfo y a Céline, a Witold Gombrowicz y a Laurence Sterne, y a Evelyn Waugh, y a Coetzee, y a LeClezio… Y sobre todo a Enrique Vila-Matas, algo así como su escritor de cabecera. De Vila-Matas lo ha leído todo, y además lee a aquellos autores que el escritor barcelonés cita en sus novelas. Esa pasión se tornó en amistad y, ahora, en un prólogo que Vila-Matas ha escrito para Búnker.

En Lebron (Sony, 2018), último elepé de Tote, hay una canción titulada Bartleby & Co., no sólo uno de los grandes temas del disco sino posiblemente una de sus mejores creaciones desde siempre. El título remite sin titubeos a uno de los libros más celebrados de Vila-Matas, Bartleby y compañía (2000), que a su vez nos conduce al famoso personaje de Melville, aquel del “preferiría no hacerlo”. Como cerrando un círculo, la canción se abre con una introducción con la voz de Vila-Matas sobre la importancia de mantenerse en la zona de riesgo para escribir, y a partir de ahí, Toteking rima durante cuatro minutos sobre sus demonios a propósito de la creación y la vida como artista. No es la única canción del disco en la que el rapero se explica. Puzzle , por ejemplo, es una autobiografía condensada en un puñado de versos. Y Mi colega , una carta al padre muerto.

Bastante de todo lo que hay en el disco se halla también en Búnker, donde las mejores páginas son quizás aquellas en las que el autor retrata los escenarios de su infancia en Sevilla y aquellas en que evoca al padre que le transmitió su afición al baloncesto o su pasión lectora. Páginas salteadas de referencias a escritores y a películas, donde asoma alguien tímido, inseguro, insatisfecho, pesimista… pero que ha sabido mantenerse en esa zona de riesgo de la que habla Vila-Matas. Y triunfar. Lebron recibió excelentes críticas.Y Búnker se ha colado en las listas de los libros más vendidos a pesar de aparecer justamente cuando empezó el confinamiento.

Toteking.Búnker. Memorias de encierro, rimas y tiburones blancos . BLACKIE BOOKS. 232 PÁGINAS. 19,90 EUROS

Fotografía tomada en 1980 en Londres en la que aparecen algunas de las mujeres más destacadas de la música británica de la época: Chrissie Hynde de The Pretenders, Debbie Harry de Blondie, Viv Albertine de The Slits, Poly Styrene de X-Ray Spex, Siouxsie Sioux de Siouxsie and The Banshees y Pauline Black de The Selecter

Michael Putland / Getty

FEMINIPUNKISMO

Al mundo de la industria musical no le ha salido –todavía– su Harvey Weinstein pero, desgraciadamente, todo apunta a que el machismo también ha sido durante muchas décadas una de sus características. Y en muchos aspectos aún sigue peleando por librarse/liberarse de las cadenas del patriarcado. Por eso libros como La venganza de las punks , de Vivien Goldman, son, entre otras cosas, necesarios. Porque está muy bien recordar a los Sex Pistols, y The Clash, y Ramones y todos los que fueron llegando después, herederos de aquel espíritu iconoclasta surgido a mediados de los setenta en algunas ciudades de Estados Unidos y el Reino Unido. Pero en esa historia se olvida a menudo –bueno, en realidad, casi siempre– que también hubo, hay, mujeres, y no como subalternas acompañantes sino como protagonistas.

El libro de Goldman –periodista, escritora y ella misma música de estirpe punk– es desde esta perspectiva una reivindicación y un manifiesto, que presenta el punk no sólo como un estilo musical, ni siquiera sólo como un movimiento social de origen underground. El punk de Vivien Goldman es una forma de activismo –activismo feminista–, una herramienta de liberación. Un espacio donde las mujeres encuentran su identidad y se reivindican. Así, la música es, más que nunca, un instrumento.

Desde este punto de vista, el de la idoneidad de la música como vehículo de rebeldía y emancipación, esta historia feminista del punk no se centra únicamente en algunas bandas de los años setenta. Viaja más atrás y también llega hasta el presente. Reivindica el espíritu de las cantantes de jazz y blues que –desde los años veinte y treinta del pasado siglo– sufrían un triple estigma: al de género se añadía el de raza y el de clase. Recuerda, ya en los sesenta, a los grupos vocales de mujeres como The Shangri-Las o The Ronettes. Y, por supuesto, las bandas y cantantes de los setenta como The Slits, X-Ray Spex con Poly Styrene, Blondie con Debbie Harry…

Pero la historia no acaba ahí, después vendrían los ochenta, con el funk minimalista de las norteamericanas ESG, el experimentalismo de las berlinesas Malaria! o, también, las bilbaínas Las Vulpes. Más tarde, las bandas del movimiento riot girrrls en los noventa. Y ya en el nuevo siglo, el activismo de las rusas Pussy Riot, el black feminist punk de Big Joanie o el punk-queer texano de Girl in a Com a o Fea.

La lista es mucho más amplia y por el libro desfilan también nombres como los de Patti Smith, Grace Jones, Chrissie Hynde, Neneh Cherry… componiendo a lo largo de las páginas una play­list con momentos tanto para la nostalgia como para el descubrimiento. Pero siempre recordando que nos está hablando de una batalla en la que se conjuga lo doméstico, profesional, artístico, social, económico, político y personal. Y en definitiva, que lo importante era –es– crear “una música que abriese las ventanas del patriarcado”.

(Y para quien se quede con ganas, puede acudir también a otro libro reciente y recomendable que da voz a las mujeres del punk: God save the queens. Pioneras del punk . Un libro de entrevistas con algunas de las protagonistas ­hispano-portuguesas del movimiento punk en los años setenta y ochenta, entre otras la malagueña Palmolive (Paloma Romero), que formó parte de bandas fundamentales del punk británico como The Slits o The Raincoats).

Vivien Goldman.La venganza de las punks . Traducción de Carolina Smith de la Fuente. CONTRA EDICIONES. 256 PÁGINAS, 19,90 EUROS
C. Garrigós / N. Triana / P. Guerra.God save the queens. Pioneras del punk . 66 RPM. 155 PÁGINAS, 15 EUROS

Frank Sinatra en una imagen de 1958 en Los Ángeles

Getty

PICASSO SIN PINTURA

Los anaqueles de las librerías están llenos, entre otras muchas historias, de vidas de músicos, a menudo biografías y autobiografías entre lo condescendiente y lo supuestamente escandaloso y con escaso atractivo literario. Pero hay excepciones. Algunas especialmente singulares, como las sesenta páginas que ocupa el retrato-crónica que Gay Talese escribió en 1966 para la revista Esquire sobre Frank Sinatra.

Por aquel entonces, La Voz, en el filo de la cincuentena, era ya toda una celebridad. Pero no una celebridad cualquiera; era “el hombre que puede hacer todo lo que quiera, absolutamente todo”. Sin embargo, Sinatra es también humano y está resfriado, y cuando está resfriado, escribe Talese, Sinatra “es como un Picasso sin pintura”. Un resfriado que parece tan real como metafórico, contratiempo de la celebridad en un momento de, tal vez, debilidad.

Talese, maestro del reportaje y la crónica periodística junto a otros nombres como Tom Wolfe o Norman Mailer, da toda una lección tanto de observación como del periodista que no se amilana antes las dificultades, en este caso de un personaje más que distante, de acceso casi imposible sin su beneplácito (según cuenta, el cantante tenía hasta ¡setenta y cinco asistentes personales!).

El autor cabalga entre el reconocimiento de los méritos del personaje y las sombras que le acompañaban, y escarba en los detalles, esos pequeños gestos que a menudo dicen más que cualquier declaración. Y poco a poco el lienzo se va completando, hasta que emerge un retrato certero. Tan personal como atinado. Como dice Antonio Iturbe en el prólogo, Talese no está resfriado.

(En el volumen que incluye el reportaje sobre Sinatra se encuentran otras piezas que, aunque alejadas de lo musical, no son menos interesantes: sobre la redacción de la revista Vogue, el púgil Joe Louis, el actor Peter O’Toole, el viaje de Muhammad Ali a La Habana o, incluso, un texto autobiográfico).

Gay Talese.Sinatra está refredat i altres escrit s. Traducción de Toni Cardona. NAVONA. 272 PÁGINAS, 19 EUROS

David Bowie durante un concierto en Viena en 1996

L. Foeger / Archivo

BOWIE SEGÚN BOWIE

No hay, que sepamos, legado autobiagráfico de David Bowie (1947-2016), más allá del musical. Así que lo más parecido es esta colección de entrevistas en las que el músico se explica. Una treintena, realizadas entre 1969 y el 2003, publicadas en revistas británicas y estadounidenses. Se trata, pues, de la voz del artista aunque filtrada por la escritura de los entrevistadores, unos mejores, otros no tanto, unos más pretenciosos, otros más inteligentes. Tampoco Bowie es siempre el mismo, unas veces parece más teatral y otras más real. De todas, sin embargo, se puede entresacar alguna idea para que el lector complete su retrato.

Desde aquella famosa entrevista de 1972 en Melody Maker en la que se confesaba gay –y que aparece después de forma recurrente– hasta las de los últimos años en las que, sin abandonar su ego, se muestra mucho más reflexivo: sobre su pasado, sus transformaciones, sus inspiraciones, sus discos, la política, el arte... Reflexiones de alguien que siempre pareció querer ir un paso por delante del mundo en el que le tocó vivir. O, como dice en algún momento, alguien que sigue “tratando de hallar al Duchamp que hay en mí”. Obviando algunos detalles que los años han dejado algo caducos, el conjunto pone al descubierto a un gran artista que fue evolucionando mientras intentaba huir de la mediocridad y buscaba dejar su huella.

(Complemento perfecto es otro libro aparecido a finales del pasado año, El club de lectura de David Bowie , que recoge y comenta el listado de los cien libros que el músico consideraba más imprescindibles y que más le habían influido, de Homero a Camille Paglia, Flaubert, Capote, Eliot, Kerouac, McEwan...).

Sean Egan.Bowie por Bowie . Traducción de Martín Abadia. LIBROS CÚPIULA. 544 PÁGINAS, 21,50 EUROS
John O’Conell.El club de lectura de David Bowie . Traducción de Laura Ibáñez. BLACKIE BOOKS. 288 PÁGINAS, 19,90 EUROS

Y ADEMÁS...

Más punk. Más combativos y diversos musicalmente que los más mediáticos Sex Pistols, The Clash representaron mejor que nadie la esencia del punk británico de finales de los setenta, a la vez que supieron abrirse a influencias ajenas al rock como los ritmos jamaicanos o latinos y tal vez por ello su legado sobrevive mucho mejor que el de otros grupos coetáneos. Coincidiendo con el cuadragésimo aniversario de la apari­ción del álbum London calling, se publica en castellano esta historia contada por los pro­pios protagonistas, tan auténtica como parcial, con el valor de ser el relato, eso sí, de quienes lo vivieron. Desde los ini­cios de la banda hasta que la marcha, forzada, del batería Topper Headon señaló el fin del grupo.

Strummer / Jones / Simonon / Headon.The Clash. Autobiografía grupal . LIBROS DEL KULTRUM. 267 PÁGINAS, 18,50 EUROS

Más que hip-hop. No se trata sólo, aunque también, de la historia de A Tribe Called Quest (ATCQ), uno de los grupos de hip-hop más originales, abiertos de mente e influyentes de los años noventa, a pesar de no haber encontrado un reconocimiento multitudinario. Pocos como ellos hermanaron jazz y hip-hop en discos imprescindibles del género como The Low End Theory . El autor de este libro, fan confeso de ATCQ, entrelaza su propia vida con la de estos músicos neoyorquinos y repasa el trasfondo de las músicas negras, del canto de los esclavos al hip-hop, como uno de los ejes fundamentales en el devenir de la cultura afro­americana, una historia en la que
se unen arte y combate.

Hanif Abdurraqib.Go Ahead in the Rain . ALPHA DECAY. 208 PÁGINAS, 21,90 EUROS

Más flamenco. A pesar de ese formato de manual (...para dummies) que puede despistar a algunos, este libro puede ser una muy buena guía para quien ya aprecie el flamenco (o lo descubra) y quiera adentrarse un poco más en sus muchos vericuetos, algo que, a la postre, permitirá a buen seguro mayor goce. Así, en formato breve pero sin descuidar lo esen­cial, se encuentra aquí la historia del flamenco, su geografía, palos, festivales, peñas y, por supuesto, artistas, de Silverio Franconetti (siglo XIX) a las muy actuales Rocío Márquez o María Terremoto. Con numerosas recomendaciones y enlaces (a libros, artículos, documentales, discos, webs) y repasos al fenómeno del flamenco en Japón o al flamenco en la era digital.

María Isabel Rodríguez Paolp.Flamenco para dummies . PLANETA. 264 PÁGINAS, 16,95 EUROS