El italiano Maurizio Pollini, considerado uno de los grandes pianistas del siglo XX, ha fallecido a los 82 años tras una larga enfermedad que lo ha había obligado a cancelar sus últimos conciertos, entre ellos el que inicialmente había programado Ibercamera para el 25 de abril en Barcelona. La noticia la ha dado a conocer este sábado el teatro de La Scala de Milán, el templo de la ópera al que el maestro estaba muy unido.
Admirado por su prodigioso virtuosismo, por la amplitud de su repertorio y por la originalidad de sus interpretaciones, con su muerte desaparece “uno de los grandes músicos de nuestro tiempo y una referencia fundamental en la vida artística del teatro durante más de cincuenta años”, se lee en la web de La Scala.
Maurizio Pollini, durante el recital que ofreció en el Teatro Real el 20 de abril de 2008
Nacido en Milan el 5 de eneroc de 1942 en una familia de artistas (su padre, Gino, fue arquitecto modernista, y su tío Fausto Melotti, un reconocido escultor) estaba casado con Marilisa y tenía un hijo, Daniele, director de orquesta (su batuta dirigió algunos conciertos y grabaciones de su padre) y también reputado pianista. La capilla ardiente del maestro, “protagonista absoluto de la escena concertista internacional desde su victoria a los dieciocho años en el concurso Chopin de Varsovia en 1960”, se ha abierto en la misma La Scala. En ese concurso, el mismo presidente del jurado, Arthur Rubinstein, le complimentó asegurando que “¡ya toca mejor que algunos de nosotros!”. Cincuenta años más tarde, el propio Pollini matizó que se debía referir a que “tocaba mejor técnicamente”, pero con su característica humildad también creía que Rubinstein “lo habría dicho para mofarse de algún otro miembro del jurado”.
Fue un intérprete capaz de revolucionar la percepción de autores como Chopin, Debussy y el propio Beethoven y promover la escucha de las vanguardias históricas, sobre todo de Schönberg. “Desde su debut el 11 de octubre de 1958 hasta su último recital el 13 de febrero del 2023, Pollini ha tocado en La Scala 168 veces”, explica el teatro en el que colaboró con artistas como Claudio Abbado, Paolo Grassi, Riccardo Muti, Daniel Barenboim o Riccardo Chailly, sin olvidar sus conciertos con Carlo Maria Giulini, Pierre Boulez o Zubin Mehta.
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Además, interpretó su música con grandes orquestas como la Wiener Philharmoniker (con Abbado) y la Gewandhausorchester de Leipzig (con Chailly). También destacó en la música de cámara, pero en el centro de su carrera “se encuentran sobre todo los recitales, desde el histórico ciclo con las 32 sonatas de Beethoven en 1995 hasta el esperado concierto anual en el que recurrían las estrellas fijas de su universo: Bach, Beethoven, Brahms, Chopin, Debussy, Schönberg y Nono”.