¿José Bonaparte habría sido un buen rey?
Estreno teatral
‘Los Buonaparte’, que se estrena en el teatro Akadèmia, explora la relación de los dos hermanos en su encuentro en Vitoria
“La escribí antes de que Ridley a Scott rodara su película”, advierte Ramon Madaula sobre su obra Els Buonaparte, que se estrena el 20 de diciembre en el teatro Akadèmia. “Además, en la película no se toca el tema de España. Napoleón dijo que España fue su talón de Aquiles. Viene a España con el primer fracaso, Bailén, y José le dice que a los españoles se les tenía que conocer. Pepe Botella es el único rey bueno que hemos tenido”, puntualiza el dramaturgo que, excepcionalmente, cuenta para su obra con la dirección de Sílvia Munt por primera vez. “A cada uno nos gusta tener nuestro espacio, y esto es una excepción”, declara la directora de esta comedia histórica, sobre su relación de pareja.
“He sido muy feliz porque hay muy buen material, que permite conocer a unos personajes difíciles de analizar. Literalmente, los dejamos en calzoncillos”, continúa Munt. “Els Buonaparte no va de explicar las batallas, sino que, a partir de una noche concreta, quiere entender a estas personalidades tan distintas. Es un combate dialéctico y humano, entre dos modos de entender el mundo, de una manera más frágil y una más dura, más un superviviente”.
Dos hermanos pueden estar en ropa interior, aunque fueran dos de los hombres más poderosos del mundo
Napoleón es Pau Roca, José I es David Bagés, que era un año mayor que su hermano, y el criado Rustam es Oriol Guinart, “que es la parte práctica y aporta una tercera mirada, casi femenina”, asegura la directora. La noche en cuestión pasa en Vitoria, cuando José, vencido en la batalla de Bailén, deja Madrid y se refugia en el norte. Allí recibe la visita de su hermano, que le reprocha que se haya ido y le conmina a volver. Se pasan la noche hablando y al día siguiente el rey José vuelve a la capital.
“Son dos de los hombres más importantes de la historia, que llegan a hacer las peores cosas –continúa Munt–. La frontera entre la admiración y el monstruo es muy delgadita. Napoleón quería que fueran reyes republicanos. Y la bañera, que preside el escenario donde Napoleón se bañaba cada noche para quitarse las preocupaciones, era su diazepan”.
Madaula explica cómo se le ocurrió escribir sobre Napoleón y José Bonaparte, de familia corsa, nacidos justo cuando Francia compró la isla a la República de Génova. Buonaparte se convirtió en Bonaparte, así como el nombre de Napoleón, que también se afrancesó. En la obra, se dirige a su hermano con el nombre de Giuseppe.
“La semilla de Els Buonaparte es la historia de dos hermanos que son muy torpes a la hora de amarse –refiere Madaula–. Se llevaban un año y jugaban mucho de niños. Considero que de las relaciones de hermanos se habla poco en la ficción y a mí me atraen, porque son muy complejas”.
Considero que se habla poco de las relaciones de hermanos en la ficción y a mí me atraen, porque son muy complejas
“Napoleón solo está dos meses en España, en los cinco años que duró la guerra de independencia –continúa el autor–. Viene de París expresamente a reñir a su hermano por haber abandonado el trono de Madrid. Estuvieron los dos solos, discutiendo toda aquella noche, en un lugar aislado de Vitoria. No se sabe lo que se dijeron, pero se puede deducir de todo lo que pasó y de la correspondencia que se conserva”.
Sobre el hecho de presentarlos de un modo tan desnudo, tan humano, sin los oropeles del poder, el dramaturgo razona: “Dos hermanos pueden estar en ropa interior, aunque fueran dos de los hombres más poderosos del mundo. Rustam era la sombra de Napoleón, como su guardaespaldas, confidente, medio amante, dormía con él”. Rustam, georgiano de origen armenio, inseparable de Napoleón, aporta ese tercer punto de vista en la pieza de Madaula.
El dramaturgo subraya que “la mitad de lo que se dice está documentado”. Y añade: “El problema de Napoleón es que quería imponer la Ilustración por la fuerza, y Pepe por la razón. Napoleón era mediterráneo, con mucho sentido del humor, no como Joaquin Phoenix, todo hacia dentro, aunque lo admiro mucho como actor”, matiza Madaula.
“De todos los tiranos de la historia, es el mejor tirano, porque se habían creado los Estados Unidos de América y había habido la Revolución Francesa, y ellos habrían querido fundar los Estados Unidos de Europa, pero no lo consiguieron”, concluye.
Ramon Madaula y las obras históricas
Después de entrevistar a Buffalo Bill de visita a Barcelona y de hacer aparecer el espíritu de Jaume I en el rodaje de la serie que se representa en el teatro Goya en 'Conqueridors', Ramon Madaula se acerca ahora a la vida de los hermanos Bonaparte, pero asegura que no es un dramaturgo histórico: “Es verdad que se han estrenado tres obras históricas seguidas, pero estaban escritas en momentos distintos. Me gusta la historia y me sirve para entender muchas cosas. Cuando hay algún tema histórico que me engancha y se me despierta la manera de dramatizarlo, me pongo a escribir, pero no hay una voluntad sistemática. En todo caso, hablar de historia siempre está bien”.