Muchos le conocen por interpretar a Phillipe en la serie de Netflix Élite. Pero antes de actuar, Pol Granch ya había empezado a despuntar en el terreno de la música, especialmente desde que ganó el concurso Factor X. Polémico y querido a partes iguales, el artista reconoce que lleva unos años un poco locos que empiezan a pesar pero, reconoce, estar ya en "una nueva etapa". Y eso es algo que celebra con la publicación de su segundo disco, Amor escupido, y con una nominación a mejor nuevo artista en los Latin Grammy.
¿Qué es lo primero que te pasa por la cabeza cuando te dicen que estás nominado a los Latin Grammy?
Que es una broma. Que alguien quiere tomarme el pelo y lo hace a lo grande. Hasta que asimilo lo que me están diciendo y me doy cuenta de que va en serio. Tardé un poco en llegar al suelo, pero cuando lo hice me emocioné al ver que las cosas pueden llegar si trabajas duro.
¿Recuerdas qué estabas haciendo en el momento en el que te llamaron?
Estaba con un compañero de equipo en un aeropuerto de Canarias dirección a la Gomera y comiendo un bocadillo de jamón. Me acuerdo perfectamente. Entonces me llamaron de Sony y me dijeron lo que ocurría. Me metí en Instagram y vi que era real. Poco después me empezaron a llegar montones de mensajes de Whatsapp. Una locura.
En parte estoy cumpliendo el sueño de mi padre
¿A quién avisaste primero?
A mi padre porque le hace mucha ilusión todo esto. En parte yo estoy cumpliendo su sueño. Él quería ser músico. De hecho canta mucho mejor que yo. Tiene un vozarrón. Algún día cantaré con él algún tema, estoy seguro.
Amor escupido es tu segundo álbum. ¿Dirías que es el más personal?
El más personal quizás no porque ese fue mi primer álbum por razones obvias. Este trabajo ha sido más bien una especie de método terapéutico. Ha surgido en un periodo muy loco en el que han habido cosas tanto buenas como malas y eso me ha dado pie a poder estar conmigo mismo, tanto en el terreno personal como en el musical.
El cantante y actor Pol Granch en Barcelona
¿Cómo fue la presentación del álbum en la sala Joy Eslava de Madrid?
Como volver a nacer. Con esto de la pandemia ha habido muchas cancelaciones de conciertos, y habíamos olvidado lo que era todo esto. Presentar mi disco con toda esa gente fue pletórico.
¿Hay algún tema que consideres especial por algún motivo?
Pues yo destacaría dos canciones. La primera, Electricidad. Si todas las canciones tienen como un año y medio de creación, esta la creé antes incluso de la pandemia. Iba a ser una canción en inglés, pero me gusta más el cambio que le he dado al español. Es muy especial para mí. Y luego también Velocidad a tope, por el simple hecho de que la he producido yo con desde cero y esto es algo que hago por primera vez.
A propósito del título del disco… ¿Qué es para ti el amor?
Es algo reiterado en mi trabajo. Tenía claro que hablaría de ello porque el amor y el desamor es lo que mueve la vida. En este terreno, además, siento que he tenido muchos huecos en el pasado. Y lo de escupido es básicamente porque quería darle esa dualidad. Hoy en día amamos demasiado rápido.
¿Qué te ha aportado tu faceta como actor a la hora de hacer música?
He aprendido muchísimo y es algo que aprovecho también a la hora de grabar videoclips. Mentiría si no dijera que me siento más a gusto en mis vídeos. Pero lo de interesarme por la interpretación me viene de lejos, cuando estudié en la escuela Cristina Rota. Me enamoró todo aquello pero por cuestiones económicas lo tuve que dejar, para que luego me llamen pijo. Se me cortaron las alas de cuajo. Y seguí con mi vida hasta que llegó la oportunidad de formar parte del reparto de Élite.
¿Qué ha supuesto Élite para ti?
Una oportunidad brutal. A parte de haber madurado como persona y de haber conocido a mil personas maravillosas, he aprendido muchísimo. Pero ya se acabó mi tiempo en Las encinas. Eso sí, te diré que en un inicio yo no iba a ser Phillipe, pero no puedo desvelar a quién iba a interpretar.
Valentina Zenere y Pol Granch en la quinta temporada de Élite
¿Volverás a actuar?
Se vienen cositas. No puedo hablar más, aunque me encantaría que me vierais en la pantalla grande.
Háblame entonces de moda. Es un terreno con el que es evidente que disfrutas.
Cada vez me gusta más. No sé si tengo o no tengo idea, pero sí sé que lo que me gusta es vestirme para chocar. Me encanta cambiar constantemente de estilo. Mi estilista David me ayuda a elegir los looks y siempre lo clava con sus propuestas.
Otro tema que no puedo dejar de preguntar es el de los haters, que están a la orden del día en tus redes sociales. ¿Cómo llevas tú la relación con ellos?
Todos podemos opinar y hablar. La gente que me conoce sabe quién soy y por qué estoy aquí y por eso voy a seguir haciendo mi música, porque hablo sobre lo que tengo en el corazón. No soy un puto animal podrido como muchos creen. Pero bueno, no quiero hacerme mala sangre. También tengo un público fiel y es a esa gente a quienes debo la vida porque han creído en mí.
Has tenido que lidiar con la cultura de la cancelación por tuits que escribiste en el pasado.
Se me está yendo la olla en muchos aspectos. No me presento a algunos sitios por miedo al que dirán. Los prejuicios se me han aumentado por mil y, ya te digo, yo voy a trabajar para que no se piensen cosas. Pero si hay gente que quiere fastidiarme lo seguirá haciendo y no es algo que pueda controlar. Es un proceso duro, es jodido el pensar si puedo ir o no a un festival por si me van a tirar cosas. Me ha pasado mucho. Ha venido gente hasta mi casa para insultarme y a mi hermana embarazada le llegaron a desear la muerte de su bebé. Me tuve que ir de Madrid. Me exilié como un Rey antiguamente. En este aspecto sí que tengo cosas en común con el personaje de Phillipe. Pero bueno, paso página y en esto sí quiero ser un ejemplo y ayudar a gente que pase por lo mismo. Es decir, que si vienen mal dadas, se fijen en mí y vean que se puede seguir adelante.
No me puedo retirar de la música porque es lo que amo
¿Has pensado alguna vez en retirarte?
Sí, lo reconozco. He llegado a coger asco de mí mismo y a dudar de quién soy, verme como una tercera persona que no merecía triunfar en lo que le gusta. Pero luego me doy cuenta de que no puedo hacerlo porque es lo que amo.