El milagro de Picasso en Basilea
El primer ‘crowdfunding’ de la historia
En 1967 la ciudad suiza se echó a la calle para impedir la salida de la ciudad de dos cuadros del pintor malagueño y votó en referéndum su adquisición
En 1967, la tranquila ciudad suiza de Basilea se vio sacudida por las protestas estudiantiles. Como en tantos otros lugares del mundo los jóvenes se echaron a la calle para hacer oír su voz. Pero a orillas del Rin el origen del malestar no eran las reformas universitarias o la guerra de Vietnam. El lema que enarbolaban en grandes pancartas era “All you need is Pablo” (Todo lo que necesitas es Pablo), un guiño a los Beatles y su All You Need Is Love con el que exigían a las autoridades locales que impidieran la salida de la ciudad de dos obras de Picasso que un coleccionista privado, Rudolf Staechelin, había depositado años atrás en el Kunstmuseum.
El episodio ha pasado a la historia como El milagro de Basilea. Una historia con final feliz que había tenido un desencadenante trágico. En abril de ese mismo año, un avión de Basilea Global Air, de la que Staechelin era principal accionista, se estrelló cuando trataba de tomar suelo en Chipre. Murieron 117 pasajeros y nueve miembros de la tripulación. La catástrofe llevó a la bancarrota a la compañía aérea, que fue considerada responsable directa y tuvo que hacer frente a las indemnizaciones.
El propietario, principal accionista de Basilea Global Air, necesitaba liquidez después de que uno de sus aviones se estrellara en Chipre
Acuciado por las deudas, el hijo del coleccionista decidió poner a la venta parte el patrimonio familiar. Vendió primero un Van Gogh, La Berceuse , por 3,2 millones de francos suizos. Y seguidamente anunció que iba a poner en el mercado las dos obras de Picasso que se exhibían en el Kunstmuseum: Los dos hermanos (1906), un espectacular lienzo de su etapa rosa pintado en Gósol y Arlequín sentado (1923), un retrato de su amigo el pintor Jacint Salvadó, a quien a quien disfrazó con un traje de Cocteau.
El precio acordado fue de 8.400.000 francos suizos de la época. El gobierno suizo aprobó en el parlamento una partida de 6 millones para la adquisición, pero la oposición, que veía en la operación un caso flagrante de despilfarro, un despropósito, reunió firmas para un referéndum. Las calles se llenaron entonces de jóvenes y estudiantes en huelga que hacían volar a miles por los aires, a modo de octavillas, imágenes de los cuadros de Picasso.
Los estudiantes hacían volar por los aires, a modo de octavillas, imágenes de los cuadros de Picasso
Poco a poco toda la ciudad se puso en pie y, a la hora de las votaciones, ganaron por mayoría. Los 2.400.000 francos que faltaban para la adquisición se consiguieron mediante cuestación popular, y grandes donaciones de la industria farmacéutica local, en lo que posiblemente constituye la primera adquisición de la historia a través de crowdfunding.
La historia conmovió al viejo Picasso, de 86 años, que desde su retiro en Mougins, en el sur de Francia, quiso agradecer el gesto de la ciudad de Basilea con cuatro donaciones: Hombre, mujer y niño , Venus y Amor , La pareja y un boceto de Las señoritas de Avignon . La importante colección de Picasso del Kunstmuseum se pudieron contemplar en el 2015 en el Museo del Prado.
“No son para los funcionarios del museo, sino para los jóvenes de Basilea”, quiso dejar claro el artista.