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La imagen olvidada del anarquismo

Exposición

El Arxiu Fotogràfic de Barcelona muestra parte del archivo inédito de la CNT-FAI depositado en Amsterdam

Mujeres de la colectivización general decretada en Amposta en 1937

PÉREZ DE ROZAS / Arxiu Fotogràfic de Barcelona

Se ha escrito mucho sobre el movimiento anarquista en Barcelona durante la Guerra Civil, pero existe un vacío sobre el legado gráfico que dejó. En buena parte este olvido se debe a que el archivo de la CNT-FAI, que salió de Barcelona en 1939 cargado en 42 cajas de madera, acabó en el Instituto Internacional de Historia Social de Amsterdam, donde aún sigue y con material inédito.

El fondo CNT Photo Collection conservado en Amsterdam está formado por 2.288 fotografías sobre papel, 5.590 negativos y 259 placas de vidrio. Y ahora una parte de estas imágenes puede verse en la exposición Gràfica anarquista. Fotografia i revolució social 1936-1939 que desde hoy y hasta el 16 de mayo estará abierta en el Arxiu Fotogràfic de Barcelona. La muestra forma parte de un proyecto del Observatori de la Vida Quotidiana ue ha sido comisariado por Andrés Antebi, Pablo González, Teresa Ferré y Roger Adam, en colaboración con la Fundación Anselmo Lorenzo y el Ateneu Enciclopèdic Popular.

Pérez de Rozas, Kati Horna, Margaret Michaelis y Antoni Campañà son algunos fotógrafos contratados

La CNT-FAI creó al inicio de la guerra una Oficina de Información y Propaganda situada en la sede expropiada de Foment del Treball Nacional, en la Via Laietana (rebautizada entonces Via Durruti). Empezó a funcionar incluso antes que el Comissariat de Propaganda, creado por la Generalitat y dirigido por Jaume Miravitlles, y se encargó de la difusión del movimiento libertario a través de carteles, postales, diarios y revistas, radio, cine y fotografía. Lo dirigía el periodista Jacinto Toryho y tuvo una gran actividad entre julio de 1936 hasta mayo de 1937 pero continuó hasta el final de la guerra, aunque perdió por el camino su emisora de radio y una agencia de noticias. Aunque no se conocen muchos detalles de su estructura, se sabe que contractó a fotógrafos profesionales como Kati Horna, Margaret Michaelis, Antoni Campañà y Pérez de Rozas, pero contó también con el apoyo de voluntarios anónimos.

Junta del sindicato de Agua, Gas y Electricidad de la CNT, en 1937

Arxiu Fotogràfic de Barcelona

Una de las sorpresas de la exposición ha sido la actividad de la estirpe Pérez de Rozas, cuya presencia es constante a partir de 1937 en revistas como Umbral –la principal revista gráfica del anarquismo– y Mujeres Libres . Y destaca además el encargo realizado por la CNT para su semanario ¡¡Campo!! sobre colectivizaciones agrarias en toda Catalunya, con imágenes tomadas desde Empori (nombre que se dio a Sant Pere Pescador) hasta Amposta o pueblos del Pirineo. Según los comisarios, la mayoría de los reportajes corresponde a Carlos Pérez de Rozas Masdéu (1893-1954), quien pese a ser “una persona de orden” trabajó para la CNT y a diferencia de otros no marchó al exilio sino que supo luego adaptarse al nuevo régimen. Uno de los ámbitos de la exposición está dedicado a la fotógrafa húngara Kati Horna (1912-2000), que hizo distintos reportajes sobre la vida cotidiana de la retaguardia.

Sede de la CNT-FAI en el edificio incautado a Foment del Treball

Arxiu Fotogràfic de Barcelona

Destaca por su mirada sobre el paisaje urbano y los efectos de la guerra, mostrados de una forma muy poética y personal. Tras la guerra su marido fue a un campo de concentración en Argelers hasta que ella lo pudo rescatar y se fueron a México, donde su fotografía evolucionó hacia el surrealismo. Junto a ella destacó también otra mujer, Margaret Michaelis, que había llegado a Barcelona en 1932 y publicó en revistas como D’Ací i d’Allà .

Casi la mitad de las fotos proceden del fondo de Amsterdam y el resto son del Arxiu Fotogràfic y del Archivo de Salamanca (al que llegó una donación de 200 fotos de Kati Horna). Pese a los intentos de la Generalitat y el gobierno central para recuperar los archivos anarquistas de Amsterdam, los herederos de la CNT son reticentes a ser “cooptados” por la administración pública.