Grandes nombres conviven con apuestas de riesgo en los museos en el 2019

Velázquez, Bermejo, Viola, Marclay

Las exposiciones más destacadas del año en España

Horizontal

Vídeo Quartet, de Christian Marclay, en el Macba

macba

De Balthus a Bruce Nauman, de Malévich a Christian Marclay, de Bartolomé Bermejo a Albert Serra, de Max Beckmann a Bill Viola, 2019 llega cargado de arte –y algunas sorpresas– a los museos españoles. Viejos conocidos conviven en sus programaciones con artistas igualmente singulares con los que el público tal vez no esté aún familiarizado pero cuya excepcional presencia en nuestro país no debería pasar inadvertida.

De nuevo, y pese a que los museos han emprendido campañas para adquirir y exponer obras de mujeres, las artistas vuelven a ser minoría, con destacadas excepciones como la de la fotógrafa estadounidense Berenice Abbot en la Fundación Mapfre, Jenny Holzer en el Guggenheim Bilbao , la arquitecta brasileña Bo Bardi en la Miró o el estimulante encuentro de Sofonisba Anguinssola y Lavinia Fontana en el Museo del Prado.

Barcelona

Póquer de fotógrafos. El fotógrafo barcelonés Oriol Maspons, fallecido en el 2013, será objeto de una gran retrospectiva en el MNAC que quiere echar por tierra esa visión romántica de enfant terrible simpático y vividor que siempre le acompañó, haciendo emerger al gran renovador del lenguaje fotográfico en España, teórico y experimentador, sensible y profundo. La muestra abrirá en julio, unos días después de que cierre la que La Pedrera dedicará, a partir de marzo, a su coetáneo Gabriel Cualladó, autodidacta que impregnó de humanismo y poesía la triste realidad de la posguerra. Por su parte, la Fundación Mapfre acercará la figura de Berenice Abbott (1898-1991), pionera de la fotografía que retrató un mundo cambiante, el Nueva York de las décadas centrales del siglo XX (a partir de febrero), así como los bellos retratos y bodegones góticos de Richard Learoyd (a partir del 5 de junio). Y mucha atención también a la exposición que La Virreina Centre de la Imatge dedicará, en marzo, a August Sander, el Balzac de la lente, autor de una de las mejores series de retratos del siglo XX.

El rescate de Bill Viola. He aquí uno de los grandes maestros del videoarte, cuya obra se disputan museos de todo el mundo, pero que por una de esas extrañas paradojas del ecosistema local parecía no tener cabida en la cartelera barcelonesa. Ha sido La Pedrera la que ha dado un paso al frente con una exposición, a partir de octubre, que recorre una trayectoria que desde hace 40 años se involucra en cuestiones fundamentales de la experiencia humana, el nacimiento y la muerte, el sufrimiento, la soledad, los procesos de cambio, el renacimiento y la transfiguración. Sin duda será una de las exposiciones más concurridas (en 2017 atrajo 710.995 visitantes en el Guggenheim Bilbao), como lo está siendo la de Jaume Plensa, que poco después de abandonar la que ocupa ahora el Macba, subirá en mayo a Montserrat con dibujos y obra gráfica y una escultura en el atrio de la Basílica de Santa Maria.

Christian Marclay, ¿dará la hora? Llega al Macba Christian Marclay, autor de la que posiblemente sea la obra de arte contemporáneo más popular del mundo: The Clock: una monumental película de 24 horas hecha de miles de clips de películas en los que o bien aparecen relojes o personas diciendo la hora en perfecta sincronía con el tiempo real. Ahora mismo se proyecta en la Tate y desde su estreno en el 2010 siempre se está reproduciendo en algún lugar, aunque las instrucciones del artista suizo-estadounidense indican que no se puede mostrar en más de una ubicación. La mala noticia es que, según avanzan desde el museo, no está previsto que forme parte de una muestra, primera que se celebra en España ( The Clock se vio en el Guggenheim Bilbao ) y que abarca obras de toda su carrera.

Bermejo, de la catedral al MNAC. En complicidad con el Prado, donde actualmente está en cartel, el MNAC revisa la figura de Bartolomé Bermejo, personaje novelesco y misterioso con una vida azarosa e itinerante, para muchos el gran pintor español del siglo XV. La muestra contará con piezas como el Tríptico de la Virgen de Montserrat de la catedral Acqui Terme de Italia o la Piedad Desplà de la catedral de Barcelona, que saldrá por primera vez de su sede (febrero- mayo).

El doblete de Albert Serra. El cine se encuentra ya plenamente incorporado a la estructura del museo, de ahí que ya no constituye ninguna sorpresa que uno de los protagonistas del año expositivo sea un cineasta, en este caso Albert Serra, con doble presencia en el Reina Sofía y la Fundació Tàpies, que le dedicarán sendas muestras en primavera. En este último espacio albergará una exposición de la fotógrafa y también cineasta Hannah Collins y presentará por primera vez en Barcelona el trabajo de la teórica israelí de la fotografía Ariella Azoulay. La Miró, por su parte, rastreará la huella de la música en las artes plásticas del siglo XX (con obras de Kupka, Delaunay, Kandinski, Klee o Doesburg), y el Picasso se adentrará en los talleres del artista a través de un recorrido fotográfico (junio-septiembre) para, ya en otoño, revindicar la importancia de la escritura poética en su obra en Picasso poeta, que luego viajará a París.

De lo invisible al exilio y las vanguardias. A falta aún por conocer toda la programación del año, el CCCB volverá a adentrarse en abril en los paradigmas de la ciencia moderna a través de una exposición, Cuántica. En busca de lo invisible, que nos introduce en los principios fundamentales de la física a partir de proyectos creativos realizados por científicos, artistas y divulgadores. En un registro radicalmente diferente, CaixaForum presentará en febrero una gran muestra sobre el pintor alemán Max Beckmann organizada junto al Museo Thyssen Bornemisza en la que se repasará su carrera y especialmente su mirada al exilio que vivió tras 1937. Y en junio, esta vez de la mano del IVAM de València, llegará la muestra Las vanguardias históricas. 1914-1945, con obras de Man Ray, Duchamp, Picabia o Grosz.

Madrid

Fiesta en el Prado. El Museo del Prado celebra su bicentenario y la fiesta se prolongará a lo largo de todo el año, con invitados especiales como Giacometti –que tendrá la oportunidad de recorrer las salas que nunca visitó (abril-julio)– y Fra Angelico (mayo-septiembre), además de la estimulante reunión de Velázquez, Rembrandt y Vermeer en una ambiciosa exposición hecha realidad gracias a un acuerdo de colaboración con el Rijksmuseum de Ámsterdam. Y como traca final la reunión de los más importantes trabajos de Sofonisba Anguissola (1532-1625), que durante 13 años retrató a los miembros de la familia de Felipe II, y Lavinia Fontana (1552-1614), que pintó para el papa Clemente VIII y llegó a cobrar por sus retratos lo mismo que el gran Van Dyck, pero cuyas figuras –como las de tantas otras muchas mujeres artistas– se fueron desdibujando con el tiempo. A partir de octubre.

Balthus frente a Chagal. Balthus, que a finales del 2017 copaba titulares de diarios de medio mundo por las 11.000 firmas que pedían la retirada de su Teresa soñando del Metropolitan de Nueva York por “pornográfica”, será una de las principales estrellas del año en el Thyssen, hasta donde llegarán en febrero unas cuarenta obras procedentes de la Fundación Beyeler de Basilea, coorganizadora de la muestra. En esas mismas fechas, la Fundación Mapfre abrirá las puertas a De Chagall a Malévich: el arte en revolución, que reúne más de 90 obras de los artistas activos de Rusia que se adelantaron a la modernidad de manera inédita y audaz durante los años previos e inmediatamente posteriores a la revolución de 1917, cuyo primer centenario se ha celebrado recientemente. Entre ellos, Marc Chagall, Kazimir Malevich, Vasili Kandinsky, Natalia Goncharova, Liubov Popova, El Lisitski, Jean Pougny o Alexánder Ródchenko.

Invasión peruana. Perú será el país invitado en la feria Arco, pero la presencia de los artistas peruanos se hará notar en toda la ciudad, con ambiciosas exposiciones como la dedicada a la misteriosa civilización precolombina Nasca en Fundación Telefónica, la que seguramente sorprenderá sobre el arte amazónico contemporáneo en Matadero o la que acogerá el Museo Reina Sofía, Redes de vanguardia, a partir de la revista Amauta (1926-1930), una de las más influyentes del arte del siglo XX que sirvió de plataforma para los debates centrales de la modernidad. Este mismo museo acogerá interesantes retrospectivas de, entre otros, el escultor norteamericano Horace Clifford Westerman (febrero) y del japonés Tetsuya Ishida (abril), cuya obra indaga en la incertidumbre y la desolación de la sociedad japonesa radicalmente alterada por el desarrollo tecnológico (a partir de abril).

Bilbao

Morandi, Fontana, Richter. El Guggenheim de Bilbao, que ha cerrado el año con 1,22 millones de visitantes, afronta su nuevo año con un programa en el que conviven nombres muy familiares para el público (Giorgio Morandi, en una confrontación con los maestros antiguos, a partir de mayo; Lucio Fontana, en una muestra organizada junto al Metropolitan de Nueva York, y Gerhard Richter con una selección de marinas, ambas a partir de mayo) junto a otros menos conocidos como el de la artista estadounidense Jenny Holzer (marzo), el fotógrafo alemán Thomas Struth (octubre) o el venezolano Jesús Soto, uno de los maestros del arte cinético. Paralelamente se presentarán sendas videoinstalaciones de Allora & Calzadilla y Jesse Jones.

Málaga

Olga Khokhlova, la figura imaginada por Picasso. La que fuera primera esposa de Picasso, Olga Khokhlova, será la encargada de abrir el año expositivo del Museo Picasso Málaga con una exposición que aborda los años que compartieron y reconstruye la producción de esa época en el marco de una historia personal. La muestra, a partir de febrero, se ha presentado anteriormente en el Museo Picasso de París y el Pushkin de Moscú, y tras su estancia en Málaga viajará en septiembre a Caixa Forum Madrid. En verano tomará el relevo el norteamericano Bruce Nauman , uno de los artistas vivos más influyentes, referente para varias generaciones, en la que será su primera gran exposición en España desde hace 25 años. Y a partir de septiembre, Calder-Picasso explorará los vínculos creativos entre estos dos maestros modernos del siglo XX.

Santander

Bienvenido Anri Sala. De nuevo Calder, ahora como protagonista único, estará presente a partir de junio en el Centro Botín en una muestra que tiene como comisario a Hans Ulrich Obrist. Antes, en abril, desembarcará el artista y músico Martin Creed y cerrando el año, a partir de noviembre, el creador de origen albanés Anri Sala.

Etiquetas
Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...