Tú lee y no calles

Tú lee y no calles

Laura Huerga y Blanca Busquets publican en Raig Verd un libro sobre la censura. Se titula Tu, calla! Sobre el dret a la llibertat d’expressió i manifestació. Dos derechos fundamentales en democracia que, a pesar de la distorsión mediática, son y serán el núcleo duro del juicio sobre el procés. Si las autoras quisieran particularizar su trabajo tal vez le pedirían prestado al rey emérito aquella famosa expresión suya del “¿por qué no te callas?” que le dedicó al difunto Hugo Chávez en una cumbre iberoamericana. Pero Tu, calla! es más directo. Tres sílabas que nos percuten en el cerebro y repercuten en nuestras reacciones. El libro nace de esta percusión tan contemporánea y busca la compleja repercusión que tiene la cita inicial de Chomsky: “Si no creemos en la libertad de expresión para aquellos a quienes menospreciamos, no creemos en ella en absoluto”. Huerga & Busquets sitúan el origen del libro en un contexto de involución de derechos, vehiculada en la ley Mordaza del 2015. En este marco, documentan una retahíla de casos. Ha habido miles de sanciones subjetivas, casi imposibles de recurrir, siempre a opositores del Estado desde lenguajes diversos: cantantes, artistas, escritores, opinadores, periodistas, humoristas... La protesta ha sido tan criminalizada como la pobreza. El ensayo analiza la reforma del Código Penal de 2015, que eleva las penas por enaltecimiento del terrorismo cuando Eta ya entraba en la fase terminal. Se recoge el marco jurídico que contextualiza esta pérdida de derechos, pero es con los ejemplos que nos damos cuenta de la magnitud de la operación. La presunta liquidez del Estado moderno se solidifica, se torna rocoso. De hecho, en sus conclusiones las autoras admiten que, cuando empezaron, no podían “ni imaginar hasta dónde llegaba el problema”.

En un capítulo de la monografía citan una obra del artista escocés Douglas Gordon que plantea 147 miedos escritos en una línea a la altura de los ojos del espectador, en una habitación con tres luces que iluminan cabeza, corazón y genitales del visitante. La obra lleva por título “From God to Nothing” (de Dios a Nada) y es de 1996. El catálogo de miedos que presenta es tan extenso que, por más que nos identifiquemos con alguno (miedo a la tecnología, miedo al miedo, a la muerte) los hay de contradictorios (miedo al ego, al autoodio) y, por tanto, difíciles de compartir (miedo a dormir, a despertarse). La cuestión es que no podemos asumir tantos miedos, lo que nos distorsiona la percepción, igual que el exceso de información desinforma. Una de las definiciones de libertad es vivir sin miedo. El último miedo del catálogo con que Douglas Gordon nos apabulla es el miedo de nada. No de la nada, sino una especie de miedo oximoron. Añaden Huerga & Busquets “nosotras sí que creemos que una forma de la libertad es la de vivir sin miedo. Y por eso, es muy importante que podamos seguir haciendo fotos en las manifestaciones, que no nos desmovilicemos, que reivindiquemos nuestros derechos sin temer una sanción”.

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