Seguro que más de un amigo tuyo se está pasando este periodo de aislamiento recogiendo madera y negociando con el precio de los nabos en la isla de Animal Crossing, o viviendo la vida en el exterior a través de Los Sims. Los videojuegos están siendo parte fundamental del entretenimiento de mucha gente mientras dura el confinamiento, pero hay quien hace del juego un estilo de vida. Si bien la ciencia ha demostrado que la adicción a los videojuegos probablemente no existe (aunque en exceso, la Organización Mundial de la Salud (OMS) sí lo considera un problema de salud mental), sí es verdad que hay mucha gente que quizá emplea más tiempo del necesario frente a la pantalla en un mundo virtual.
Muchos recurren a los videojuegos para entretenerse durante la cuarentena.
No hace falta ser un científico de élite para darse cuenta que pasarse el tiempo sentado jugando podría acarrear problemas físicos a largo plazo. Estar 24 horas con un mando en la mano mirando a la pantalla podría hacer que los gamers ‘evolucionaran’ de una determinada manera de aquí a unos años. Para demostrarlo, un equipo de OnlineCasino.ca ha desarrollado a Michael, un modelo que pretende representar cómo serán los gamers dentro de 20 años si siguen jugando sin descanso. La verdad, la apariencia deja bastante que desear.
El futuro de los 'gamers' no es demasiado espectacular.
Sí, amigos gamers; si notáis que vuestra piel comienza a ponerse pálida cual vampiro brillante de Crepúsculo porque el máximo moreno que obtienes es de tu lámpara flexo, además se te descama y mantienes una postura que deja fatal al jorobado de Notre Dame, quizá haya llegado el momento de pensar si queréis convertiros en un Michael.
“La visualización muestra que Michael tiene la piel pálida y pastosa por la cantidad de años sometido a la luz artificial y como resultado de la falta de vitamina D y B12. Tiene eccema en brazos y piernas por culpa del estrés, y una postura doblada de manera permanente”, dicen sus creadores, “Falta de sueño, deshidratación, vista cansada y pulgares ‘PlayStation’ son solo algunas de las transformaciones por pasar horas jugando, en una silla gamer, lejos de la luz solar y sin hacer nada de ejercicio”.
Alopecia, obesidad, tobillos inflamados, varices...
Un futuro un tanto agorero, que también incluye alopecia, ojeras, deformaciones en el cráneo, orejas peludas, obesidad o tobillos hinchados, entre otras cosas. Sin embargo, los investigadores proponen una serie de recomendaciones para que los gamers puedan evitar este destino cruel. Entre otras cosas, animan a que realicen algún tipo de actividad deportiva, coman de manera saludable y se mantengan hidratados. Si no, os convertiréis en Michael.
El modelo se ha desarrollado como parte del plan para luchar contra la adicción a los videojuegos por parte del servicio público de salud del Reino Unido (NHS), y pretende concienciar a los jugadores de las consecuencias que tiene para su salud.