Una niña de diez años se adentró en los bosques de Luisiana mientras dormía y desapareció durante más de 24 horas, poniendo a su familia en un estado de angustia total. Lo que nadie esperaba es que su rescate fuera obra de un dron con tecnología térmica que, con una precisión asombrosa, logró localizarla en medio de la densa vegetación, en donde no tenía ni agua ni refugio alguno.
El incidente comenzó la noche del 14 de septiembre cuando Peyton Saintignan, que sufre de sonambulismo pero nunca había andado tanto, salió de casa sin que nadie lo notara, perdiéndose en el denso bosque cercano. Su familia no se dio cuenta hasta la mañana siguiente y, tras horas de búsqueda infructuosa, se activaron las alarmas.
Sin los drones no la hubieran localizado
Según explicaba Jason Parker, el sheriff del condado de Webster, la niña fue vista por última vez “en una cámara de rastreo durante la mañana, pero más allá de eso no había rastro de ella”. El tiempo corría y las probabilidades de encontrarla sana y salva empezaban a disminuir.
Aunque se habían desplegado equipos de búsqueda terrestres y aéreos, fue un dron equipado con cámaras de visión térmica el que marcó la diferencia. El sheriff Parker infomó que “el dron la encontró acurrucada en el suelo, en una zona boscosa a unos 300 metros de donde se la había visto previamente en una cámara de rastreo”.
La operación de búsqueda involucró a varias agencias de seguridad y a decenas de voluntarios. No obstante, el papel crucial lo jugó un equipo de drones de la empresa Drone Management Services, que viajó desde Arkansas para sumarse al esfuerzo.
En palabras de Josh Klober, cofundador de la empresa, ”montamos todo el equipo y, al rato, localizamos a Peyton tumbada en el suelo con su pijama, sin moverse“. El alivio fue inmediato, ya que la niña solo presentaba algunas picaduras de mosquitos y tenía hambre. Según el propio sheriff Parker, ”es un milagro que no sufriera daños graves”.