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Los mejores bocadillos de calamares de Madrid

Sitios

Templos de la gastronomía madrileña donde hincarle el diente a tan castizo plan

El de calamares y otros ‘bocatas’ que han hecho historia

Calamar: propiedades, beneficios y valor nutricional

photooiasson / Getty Images/iStockphoto

Pasear por las calles del centro de Madrid y disfrutar de un bocadillo de calamares han ido siempre de la mano. Este mítico bocado resulta la alternativa perfecta para reponer fuerzas, servir de aperitivo o apañar una cena. No hay madrileño que no le haga los honores a este plato que presume tradición como ningún otro.

El origen de esta costumbre se vio favorecido por la influencia de la gastronomía andaluza en la capital, un mayor acceso a las costas y sus pescados desde la meseta gracias al ferrocarril, y la proliferación de tabernas madrileñas que ofrecían un producto asequible logró este que plato se afianzara dentro de las cocinas y fuera ocupando las cartas de tantos locales. En anillas, tiras, fritos o en tempura, crujientes, de relleno en un mollete bien tostado, bañado en limón o aderezados con atrevidas mayonesas. Estos son algunos de los locales, históricos o nuevos en la escena, donde poder degustarlos.

El Brillante Madrid

El Brillante

Instagram vía @vespins

Situado en frente de la Estación de Atocha, este local de tapas y raciones, que lleva complaciendo apetitos desde 1954, es uno de los locales más afamados de la ciudad. Una institución donde hartarse a comer platos populares de la gastronomía nacional, pero que mayormente debe su fama al bocadillo que tantos ya han tenido en sus manos y acompañan, como requiere la ocasión, con una caña bien tirada.

Aunque fama también tiene su precio, 6’50€, algo elevado para lo que es. Puede ser complicado encontrar sitio en su terraza, que comparte plaza con el Reina Sofía y tan cotizada está siempre, así que la barra en su interior resulta, en ocasiones, incluso un escenario mejor.

Casa María

Esta casa de comidas que ocupa una esquina de la Plaza Mayor, es uno de los clásicos es que tiene entre sus especialidades el bocadillo de calamares. Lo sirven tanto en barra como en terraza. Un lugar ideal desde donde sentarse a admirar, bocadillo en mano, el ambiente que se respira en tan mítico lugar.

Cafetería Magerit

Magerit

Instagram vía @kmimarie_d

Los soportales del corazón de Madrid es el escenario donde proliferaron estos escaparates de la gastronomía madrileña. Allí se encuentra Magerit, otro templo que domina la técnica del calamar rebozado. Entre sus platos, además de los bocadillos, también destacan tapas como la oreja a la plancha.

Bar La Campana

Alojado en uno de los callejones que dan acceso a la Plaza Mayor, este mítico bar lleva sirviendo bocadillos desde que muchos tenemos memoria, sus paredes han sido testigo del paso del tiempo por la capital y del inmenso número de visitantes que atrae el corazón de Madrid. Lo reconocerás por las colas que en verano acumula el bar, que despacha más de 1.000 bocatas diarios. Si no quieres esperar hasta conseguir mesa, pídelo para llevar.

Tal vez este creciente número de visitantes haya hecho que el nivel de sus bocadillos se vea condicionado. La capacidad de producción de los chicos que allí trabajan no ha mermado, pero si su calidad. Aunque el calamar sigue siendo igual de fresco y sabroso, del pan se echa de menos su crujir.

Bar Postas

Bar Postas

Instagram vía @eatgirls_ss

Una caminata por el barrio de los Austrias te dará hambre suficiente como para acabar reponiendo fuerzas. Y este local, con solera y triunfador en el arte de los calamares, a la hora de elegir entre las otras opciones que ocupan los aledaños de la plaza, es otra magnífica opción. Esta freiduría, conocida por sus contundentes raciones a precios razonables, no tiene demasiadas sillas, así que puede que te toque comer de pie. Llévatelo a la plaza y devóralo mientras disfrutas del entorno saboreando su historia, pocos planes existen más auténticos que este en el manual del buen castizo.

Bar La Ideal

El pan recién hecho en el que se sirve es uno de los puntos fuertes de este local, también cercano a la Plaza Mayor. El crujiente en contraste con la ternura de los calamares en su interior, grandes y dorados, es una de las más deliciosas experiencias. Y lo mejor, apta para cualquier bolsillo. Saldrás con el estómago contento si además te animas a probar su famoso pincho de tortilla o sus bravas.

Casa Rúa

Casa Rua

Instagram vía @noemiarganda

Este pequeño local completa la lista de preferencias en los alrededores de la Plaza Mayor. También acumula multitudes que acuden a degustar un bocadillo en el que se aprecia la calidad de su calamar que desprende un intenso olor y sabor. Pero si las multitudes no son lo tuyo, el take away aquí también es posible, aunque renunciarás al ambiente del lugar, otro de sus muchos reclamos.

Restaurante Tablafina Madrid

Basado en el concepto de charcutería, conservas y tapas, Tablafina, la propuesta gastronómica del hotel NH Nacional, uno de los más antiguos de Madrid, te abre las puertas al deleite de otro de los bocadillos de calamares imprescindibles en la capital. Aquí, su chef Jesualdo Bemeja ofrece una apuesta más personal y lo sirve en un mollete al vapor que acompañan de una mayonesa de ajo negro y lo convierte, entre muchos que lo han probado, en uno de los mejores.

Celso y Manolo

Celso y Manolo

Instagram vía @celsoymanolo

Esta tasca castiza situada en el barrio de Chueca rinde homenaje al producto con sugerentes platos tradicionales de la gastronomía española. Entre ellos, el bocadillo de calamares. Rebozado en harina ecológica y frito en aceite de oliva, se convierte en un bocado exquisito. Aunque su tamaño no cumpla las expectativas de muchos, siempre puede acompañarse con alguna de sus ensaladas o clásicos como las croquetas de bacalao o las anchoas.

Nakeima Dumpling Bar

Estos gamberros de la cocina asiática también se han atrevido con el bocata de calamares. Lo hacen sustituyendo el pan tradicional por pan chino al vapor, y lo rellenan con tallarines de sepia, alioli de ajo negro y cebolla china. Una arriesgada pero divertida alternativa.

John Barrita

John Barrita

Instagram vía @johnbarrita

Los bocatas de John Barrita juegan en otra liga. J avi Estevez, al frente de la Tasquería, con una estrella Michelin en la mochila, es el chef ejecutivo de esta casa especializada en bocadillos. Con ellos se reinventa y acerca un plato tan humilde y castizo como es el bocadillo de calamares a uno de autor. Además, ahora acaban de estrenar local en el Mercado de San Miguel, para completar una escena gastronómica protagonizada por los platos más icónicos de la gastronomía española.

Medea Restaurante

bikini de papas con choco

Medea

Alejado del formato al que muchos esperan de este clásico, los chicos de Medea, han creado su particular y atrevida interpretación del bocadillo de calamares. Un mini sándwich con un guiso de patatas y chocos en su interior, guiño al paso de Luis Ángel, por las cocinas gaditanas de Aponiente, coronado con chopito sobre una mayonesa de jalapeño.

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