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Menú semanal de Batch Cooking: cocina un día y comerás sano el resto de la semana

Recetas

Come rico mientras ahorras tiempo y dinero con este menú del 8 al 12 de noviembre

¿Cuál es el mejor modo de tomar avena para que resulte más digerible?

El menu semanal de Batch Cooking de José Baig 

CLV

En el país en que crecí, la avena tenía mala fama. No sé cómo escribirlo más bonito, pero se le consideraba un alimento “de pobres”. Tal vez por el hecho de que se usaba para alimentar animales de granja, o por su precio, pero la pobre avena tenía muy mala prensa.

Para más estigma social, la avena que más se vendía venía en modestas bolsas de plástico de 1 kg, cada una bajo el nombre de “Don Pancho”, con una ilustración de un campesino afable (los “Panchos” casi siempre lo son), lo cual reforzaba el estereotipo de alimento abundante, cundidor y popular.

La avena es uno de los cereales más consumidos 

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Pero entonces, llegó una transnacional, cogió ¡exactamente la misma avena!, la reempaquetó en sólidos botes de cartón con etiquetas a todo color, y la hizo protagonista de la campaña “el alimento más perfecto de la naturaleza”.

El anuncio de la tele (narrado por el locutor más famoso de la época, por supuesto) enumeraba ante un plato humeante las muchísimas ventajas de consumir el modesto cereal. Según aquello, la avena tenía más propiedades que la gente que sale en los Papeles de Pandora.

El resultado, como puedes imaginar, fue que la avena entró oficialmente en sociedad, comenzó a tener más aceptación, y el pobre Don Pancho quedó relegado a los últimos anaqueles de las tiendas de barrio mientras los botes con el anciano sonriente se vendían por el triple de su precio (el locutor famoso cobraba carísimo, se entiende).

La avena es protagonista de platos como el porridge 

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Aunque es cierto que la avena tiene muchas propiedades, no son tantas ni tan mágicas como las que le atribuía la publicidad. Lo de que “ayuda a reducir el colesterol”, por ejemplo, es cierto si la consumes como parte de una dieta que, en general, apunte a ese objetivo.

De cualquier manera, la avena es uno de los productos más saludables que puedes tener en la alacena. Yo la uso para hacer gachas, pero también para añadirla a la masa del pan casero, a la mezcla de las tortitas americanas y hasta a alguna crema de verduras.

Tiene montones de fibra, y consumirla en hojuelas ayuda a la sensación de saciedad, dos atributos muy positivos si estás tratando de controlar el peso, por ejemplo. Y al ser un alimento simple, en la cocina es como un lienzo en blanco para tu creatividad.

Tortitas de avena con plátano 

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La puedes preparar con leche, con agua o con caldo, y consumir cruda con fruta, o tostarla un poquito para darle textura y color a una ensalada. Además, hay millones de recetas en Internet para otros usos deliciosos y divertidos.

En el país en el que vivo ahora, la avena del señor de sombrero negro cuesta en el supermercado ¡20 veces más! (sí, 20) que la de marca blanca. Es obvio que la transnacional sigue jugando fuerte. Y que los locutores de aquí también cobran carísimo.

Bueno, esta semana además de unas ricas gachas de avena, va el menú con tres raciones de legumbres, dos de pescado, el infaltable #lunessincarne y al menos una opción vegetariana al día. Come avena y cocina en familia. ¡Que lo disfrutes!

El menú semanal de José Baig 

La Vanguardia

Lomo de cerdo con boniato 

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Crema de calabaza al curry 

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Lentejas con chorizo 

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Sopa de patatas 

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Ensalada de garbanzos 

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