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6 alimentos con buena fama que pueden ser malos para ti

Materia prima

Algunos ejemplos son las barritas energéticas o las bebidas vegetales

7 alimentos que debes tomar tras un empacho

El sirope de agave, la panela, el azúcar bio o el azúcar de coco no son alimentos saludables

Existen una serie de productos, muy habituales en los lineales del supermercado, que han tenido siempre una buena fama injustificada. Son productos que creemos saludables, generalmente gracias al marketing, pero que en realidad no lo son. Ocurre lo contrario con otros, como el huevo, cuyo consumo ha sido restringido durante mucho tiempo por relacionarse con el riesgo cardiovascular, algo que ha sido desmentido por sucesivas investigaciones científicas que han validado los numerosos beneficios nutricionales de este alimento y su nula incidencia sobre el colesterol. Así pues, es probable que muchos de nosotros tengamos algunos alimentos en la despensa que consumimos creyendo que son saludables y en realidad no lo son. Estos son algunos de ellos.

Alimentos light

El término light significa que el alimento tiene un 30% menos de grasa o de energía, pero en ningún caso quiere decir que nos encontremos ante un alimento saludable

Quesos, lácteos, mantequilla, pan de molde, embutidos… Curiosamente, mucha gente recurre a los alimentos light o 0% con el objetivo de cuidarse, cuando en realidad está haciendo todo lo contrario. “El término light significa que el alimento tiene un 30% menos de grasa o de energía, pero en ningún caso quiere decir que nos encontremos ante un alimento saludable”, explica la nutricionista del Hospital Quirón-San José, Elena de la Fuente Hidalgo, quien alerta de que “cuando se reducen las grasas se suelen añadir azúcares, y cuando se retiran los azúcares se añaden edulcorantes, que no son nada interesantes desde un punto de vista nutricional”.

De la Fuente advierte que es conveniente reducir el consumo de edulcorantes por varios motivos. “En primer lugar, porque el paladar se acostumbra al constante sabor dulce y por tanto nos pide más, también porque no aportan absolutamente nada y, por último, porque se ha constatado que su consumo puede resultar perjudicial para la microbiota intestinal, fundamental para el correcto funcionamiento de nuestro aparato digestivo”.

Barritas de cereales

Estas barritas contienen edulcorantes, aditivos, harinas refinadas, sal o azúcares, y tienen un escaso valor nutricional

Conviene leer siempre el etiquetado, pero buena parte de estas barritas contienen edulcorantes, aditivos, harinas refinadas, sal o azúcares, y tienen un escaso valor nutricional. Es preferible sustituirlas por otros snacks saludables “como frutos secos, dátiles, pan integral, crudités de vegetales o fruta”, explica De la Fuente.

En este grupo encontramos también las populares tortitas de arroz o maíz, que solemos consumir creyendo que son sanas y bajas en calorías y no acaban siendo ninguna de las dos cosas. “Se elaboran con cereales refinados, de manera que al eliminarse la fibra el azúcar se absorbe mucho más rápido. Esto significa, además, que son poco saciantes, de manera que volveremos a tener hambre enseguida y acabaremos consumiendo muchas calorías”.

Bebidas vegetales

Las bebidas vegetales suelen contener grandes cantidades de azúcar

Según la nutricionista Paloma Quintana, un fenómeno sorprendente en los últimos tiempos ha sido el auge de las bebidas vegetales, desde avena a soja, arroz o frutos secos. “Es curioso que muchas personas a las que les sentaba bien la leche hayan eliminado su consumo creyendo erróneamente que es perjudicial para la salud. En su lugar, toman bebidas vegetales que suelen contener grandes cantidades de azúcar”.

La nutricionista recuerda que la leche y sus derivados son alimentos muy completos nutricionalmente, buenas fuentes de calcio y proteínas, y que a no ser que se sufra una intolerancia pueden formar parte sin problemas de una dieta saludable y equilibrada. Hay quienes, por algún motivo, optan erróneamente por consumir leche sin lactosa creyéndola mejor para la salud. “La leche sin lactosa que se comercializa no es más que una leche normal a la que se ha añadido una enzima que rompe la lactosa, para las personas que no pueden digerirla”, explica Quintana, algo que no necesitan todos aquellos que ya tienen esta enzima.

Siropes, panela, azúcar de coco…

El sirope de agave, la panela, el azúcar bio o el azúcar de coco no son alimentos saludables

Los productos que se suelen posicionar como alternativas saludables al azúcar no lo son en realidad, y se comportan exactamente igual que el azúcar refinado que pretendíamos evitar. “En este grupo encontramos desde el popular sirope de agave a la panela, el azúcar bio o el azúcar de coco: ninguno de ellos es saludable”, explica De la Fuente. Además, no aportan nada, “pues no tienen vitaminas, ni fibra, ni proteínas…”. Si necesitamos endulzar algunos alimentos, De la Fuente recomienda optar por dátiles triturados, que además contienen, entre otros, polifenoles, que contribuyen a prevenir el envejecimiento celular.

Bebidas azucaradas

Además de contener más azúcar desplazan el consumo de agua, que debería ser el líquido de referencia en la dieta

Los refrescos, también los light, no son recomendables en ningún caso, no solo porque suelen contener azúcares, edulcorantes y aditivos, sino porque desplazan el consumo de agua, que debería ser el líquido de referencia en la dieta. En este grupo debemos incluir también los zumos, no solo los industriales, que suelen llevar gran cantidad de edulcorantes aunque se vendan como 100% naturales, sino también los naturales. “Al licuar la fruta se pierde la fibra, de manera que la fructosa que contiene la fruta de forma natural se convierte en azúcar de absorción rápida”, explica la coach nutricional Susana León.

La experta recuerda que la OMS recomienda el consumo de frutas como medida para prevenir la obesidad pero limita el de zumos, ya que sus azúcares, pese a estar presentes de forma natural, se comportan como azúcares libres. León propone comer siempre la fruta entera y de temporada, sin obsesionarnos sobre las pautas de consumo. “Hay que desterrar todos los mitos relacionados con el consumo de fruta, desde que no se pueden mezclar hasta que no se pueden comer como postre, o en ayunas o por la noche…”. De la Fuente coincide, y recomienda tomar un mínimo de tres piezas diarias.

Lonchas de pavo

Las cárnicos procesados que vienen envasados suelen tener un porcentaje de carne de entre el 60% y el 80% y el resto son elementos añadidos como almidón de maíz, fécula de patata, azúcar o nitritos

La pechuga de pavo, como todos los productos cárnicos procesados, debería quedar fuera de la dieta. De la Fuente señala, sin embargo, que existen diferentes calidades y que conviene fijarse siempre en el etiquetado. “Las cárnicos procesados que vienen envasados suelen tener un porcentaje de carne de entre el 60% y el 80% y el resto son elementos añadidos como almidón de maíz, fécula de patata, azúcar o nitritos, responsables de dar ese color rosa al embutido”. La nutricionista recomienda obtener la proteína de alimentos de calidad como puede ser “desde el yogur natural entero y sin azúcar a un queso, un kéfir o una crema de legumbres”. En el caso del hummus, De la Fuente indica que “incluso los que vienen envasados suelen ser procesados bastante saludables”, aunque conviene fijarse siempre en la composición.