Llevas toda la vida guardando estos vegetales mal
Materia prima
Te explicamos algunos trucos para que aguanten más tiempo
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¿Qué vegetales hay que guardar en la nevera? ¿Aguantan todos igual el frío y la humedad? ¿Cuál es el mejor truco para conservar las hierbas aromáticas?...
Si tienes la respuesta a todas las preguntas –y no te surgen otras nuevas sobre cómo hacer que los vegetales aguanten más tiempo– puede que no hace falta que leas este artículo... pero si dudas, continúa leyendo, porque puede que tú también lleves toda la vida guardado alguno de estos vegetales mal.
1. Hierbas
Poner el tallo del perejil o de otras hierbas aromáticas a remojar en agua, como si se tratara de un ramo de flores, puede quedar bonito para adornar la cocina; pero no aumenta la durabilidad del producto tanto como creemos.
Ángel Laguna, cocinero del restaurante vegetariano Rasoterra, en Barcelona, pide dejar de hacerlo “porque no toca” y recomienda el siguiente truco para conseguir que las hierbas aromáticas aguanten frescas por lo menos una semana: “envolverlas simplemente en un papel de cocina humedecido y dejarlas fuera de la nevera”.
2. Lechugas
Es uno de esos vegetales que, casi sin pensar, acabamos colocando directamente en la nevera, en el cajón de las verduras; pero “si es una lechuga que viene directa del campo –explica Lluís Riera, director de la consultora de seguridad alimentaria SAIA–; es mejor guardarla fuera”.
La razón es simple: “si no ha sido manipulada aguantará más a la misma temperatura que estaba en el campo, es decir, a temperatura ambiente”. No es el caso de la lechuga que se vende ya en bolsas y que ha recibido tratamientos, que sí que tiene que ir directa a la nevera.
Además, Riera nos explica un truco para que la lechuga se conserve fresca durante más tiempo: “envolverla en papel absorbente para controlar la humedad”.
3. Zanahorias
El truco que nos explica Laguna es aplicable tanto a las zanahorias como a otras hortalizas como el puerro o las cebolletas. “Es recomendable eliminar sus hojas para conseguir que aguantan más”, dice el cocinero de Rasoterra.
Esto se debe a que “la hoja se pudre antes que la zanahoria y el proceso puede afectar al alimento”. Así que la próxima vez, cuando las saques de la bolsa de la compra, retira la hoja pero ¡no la tires! “Siempre se puede aprovechar para hacer un buen caldo”, señala el cocinero.
4. Patatas y cebollas
No es lo más común, pero todavía hay quien lo hace. Ni las patatas ni las cebollas deben ir a la nevera, incluso si se han cortado ya. En el primer caso “porque si el almidón coge agua, el tubérculo no madura” y en el segundo “porque la cebolla, al ser un alimento que tiene humedad, si se le añade frío es susceptible a crear hongos”, explica el director de la consultora de seguridad alimentaria SAIA.
Lo correcto es conservar estos alimentos en un lugar oscuro y seco. Y “nunca en bolsas de plástico, porque este material condensa la humedad”, dice Riera, lo que puede hacer que acaben echándose a perder.
5. Tomates
Es importante, antes de guardarlos, revisar que todos estén en las mismas condiciones porque “si hay alguno tocado, los que estén alrededor madurarán más rápido de lo normal”, dice Laguna.
Para que aguanten más, la clave es retirar los comer antes los que están muy maduros y retirar siempre los que estén podridos para que no afecten a los demás. También, si buscamos el efecto contrario –es decir, tenemos un tomate verde que queremos que madure rápido– Luis Riera nos propone el siguiente truco: “separar el verde y ponerlo cerca de uno ya muy rojo, así en poco tiempo lo tendremos listo para comer”, señala.