El pomelo es la fruta cítrica menos popular en España, un 16,4% de la población lo consume con cierta frecuencia, según la Asociación Interprofesional de Limón y Pomelo, a pesar de sus grandes beneficios para la salud. Su sabor entre ácido y amargo lo alejan de muchos paladares, pero desde la Fundación Española de la Nutrición (FEN) subrayan que su aportación en vitamina C “supera en 30 miligramos la ingesta diaria recomendada para este nutriente”.
A la vitamina C, básica para facilitar la absorción del hierro y un buen activo antioxidante, hay que sumarle la riqueza en provitamina A (que se convierte en vitamina A en nuestro organismo), “esencial para la visión, el buen estado de la piel, el cabello, las mucosas, los huesos y para el buen funcionamiento del sistema inmunológico”, prosigue la FEN.
Pomelo
Valor nutricional (cantidad 100 gramos)
- Calorías: 35
- Grasas totales: 0 g
- Colesterol: 0 mg
- Fibra: 1,3 g
- Vitamina C: 37 mg
- Hidratos de carbono: 5.4 g
- Proteínas: 0,7 g
La mayor parte del pomelo es agua, lo que justifica su bajo aporte calórico, al que se le suma su riqueza en fibra, sobre todo en la parte blanca entre la pulpa y la corteza, cosa que favorece el tránsito intestinal y ayuda a las personas que padecen estreñimiento. Por este motivo es mejor comer un pomelo entero, a gajos, más que tomarlo en zumo.
La presencia de minerales también es destacable en el pomelo. Básicamente destacan el potasio y el magnesio. El primero es un mineral necesario para la transmisión y generación del impulso nervioso y para la actividad muscular normal, que interviene en el equilibrio de agua dentro y fuera de la célula. Por su parte, el magnesio actúa como cofactor en numerosas enzimas intracelulares.
Pomelo
El contenido en ácido cítrico hace del pomelo una fruta con propiedades antisépticas sobre las vías digestivas y urinarias
El contenido en ácido cítrico hace del pomelo una fruta con propiedades antisépticas sobre las vías digestivas y urinarias, explican desde Consumer. Esta sustancia, junto con otros ácidos orgánicos, le proporcionan el característico sabor ácido al pomelo, por lo que su consumo puede provocar molestias a quienes sufren hernia de hiato, acidez de estómago, gastritis y úlcera gástrica.