Sin ser conscientes de ello, en nuestro día a día ejecutamos algunas prácticas que pueden hacernos enfermar a través de lo que comemos. Sabemos, por ejemplo, que no debemos consumir alimentos en mal estado que hayan excedido su fecha de caducidad; pero cometemos frecuentemente el error de guardar los huevos en la puerta de la nevera, cuando este en realidad no es el lugar más óptimo, pues están más expuestos a fluctuaciones de temperatura.
Pero los errores dentro de la cocina no son los únicos que pueden ser peligrosos para nuestra comida, sino también otros gestos que ejecutamos en las tareas del hogar. Ponernos guantes para fregar y limpiar es un detalle positivo desde el punto de vista de la higiene. Pero hay letra pequeña: nunca has de usar los mismos para lavar los platos y para limpiar el resto de la casa.
Cosas que no debes hacer en tu cocina
Desde el perfil de Instagram de @realfooding (2 millones de seguidores), donde comparten contenido relativo a alimentación saludable, han publicado un vídeo donde abordan ciertas cosas que nunca deberíamos hacer con nuestros alimentos.
Una de ellas es utilizar los mismos guantes para todas las tareas del hogar, desde fregar los platos hasta pasar el polvo o limpiar el baño. “Hacer esto puede provocar la contaminación cruzada, transferir bacterias y productos químicos de superficies sucias a áreas donde se manejan alimentos”, advierten.
Por lo tanto, resulta imperativo utilizar unos guantes para fregar los platos y otros diferentes para las demás tareas domésticas. Pero con esto no basta, pues desde @realfooding también aconsejan guardar dichos guantes por separado, erradicando así cualquier peligro de contaminación cruzada.
Por otro lado, en la misma publicación, también alertan acerca de la costumbre de lavar el pollo o la carne cruda en el fregadero. Aunque creas que así eliminas suciedad o impurezas del alimento, lo cierto es que “esto puede causar salpicaduras de agua contaminada y esparcen bacterias como la salmonela en superficies y utensilios de cocina”, indican. “No laves la carne, su cocción es suficiente para eliminar bacterias peligrosas”, aseguran en la publicación.
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Finalmente, tampoco es seguro ni recomendable quitar la parte con moho de un alimento y después consumirlo. “Aunque el moho solo sea visible en una parte, sus raíces ya se han extendido por todo el alimento, liberando toxinas peligrosas especialmente en alimentos blancos como el pan, las frutas y los quesos cremosos”, concluyen. Así que de ahora en adelante si encuentras una pieza de fruta, un trozo de queso, una rebanada de pan o cualquier otro alimento afectado por moho, has de tirar este y todos aquellos alimentos que hayan estado en contacto.