Aunque las reseñas a los establecimientos de hostelería nos ayudan a escoger dónde acudir a desayunar, comer, cenar o tomar algo, lo cierto es que también entrañan un lado negativo, que es su subjetividad. No son críticos profesionales quienes valoran el local, sino que cualquiera puede dejar su opinión, incluso aunque no hayan acudido nunca.
También está el hecho de que pueden alterar ligeramente la realidad o, directamente, mentir. Y algo similar es lo que ha ocurrido en una nueva reseña publicada en el perfil de Instagram @soycamareroo (426 mil seguidores). Una clienta se quejaba porque los postres “no estaban en buen estado”, aunque no se los cobraron, pero lo más aplaudido ha sido la respuesta del propietario del restaurante.
Responde tajante a una reseña negativa a su restaurante
La clienta califica el restaurante con una única estrella sobre cinco y escribe las siguientes palabras: “Fui a cenar con mi pareja y salí decepcionada, el servicio es bueno, pero la calidad de la comida deja mucho que desear, los postres no estaban en buen estado, por lo menos no nos los cobraron, no volveremos”.
Ante esta evaluación, el propietario del restaurante responde lo siguiente: “Mira que tienes jeta. Os estábamos esperando como agua de mayo. Si lo llego a saber, os cobro hasta por ir al baño”, comienza su alegato.
Continúa señalando que “salen 30 tartas de queso y resulta que solo la tuya sabe a mantequilla. Y la torrija fría que lleva helado encima. Hay que tener la cara muy dura”. “Conseguisteis lo que querías, que era los postres gratis. Y solo por no discutir, le he dicho al metre que os invitara, no porque estuvieran mal. Pero es que encima vienes aquí de manera ruin”.
Concluye su respuesta subrayando que “alguien que pone reseñas a una lavadora, poco más nos tiene que decir. De haberlo sabido, os lo digo a la cara. Hacerle un favor a los restaurantes y quedaros en casa”.
El apartado de comentarios de la publicación se ha llenado de alabanzas al dueño del restaurante por su contundente respuesta. Asimismo, abundan quienes trabajan en la hostelería y se han sentido identificados con este tipo de situaciones.
“¿Sabéis esos chavales que salen el sábado con la única intención de buscar pelea? Pues de la misma calaña es esa gente que va a restaurantes a quejarse, dar la nota y amargarles el día a los trabajadores, independientemente de la calidad del servicio. Se les ve venir casi desde que entran…”, reza un comentario.
“Qué triste y falta de seriedad de la gente para este medio de vida”, escribe otro usuario. “El tema de las valoraciones ha hecho mucho daño, es un arma de doble filo. Siempre hay que partir de que existe gente que le echa mucha cara y le importa una mierda desprestigiar un negocio, sin tener en cuenta lo que vale montarlo y los puestos de trabajo que puede generar”, apunta otra persona.