Siempre se dijo que el alcohol no es bueno para la salud, y más aún si uno no se atiene a las medidas recomendadas. Pero desde que el alcohol existe, y hay registros tan antiguos como la Biblia, el ser humano lo consumió por placer, la salud nunca fue un argumento.
Sí es cierto que, ante la casi inevitabilidad del consumo social del alcohol en todas las culturas, las investigaciones lo han aceptado pero poniendo límites. Hasta tantos mililitros, dependiendo del tipo de bebida, no solo es aceptable sino también recomendable.
Durante el siglo XX creció la información de que el vino tinto era bueno para la salud cardiovascular. ¿Qué dice ahora la ciencia respecto del consumo de vino tinto?
La Clínica Mayo de Estados Unidos, ha sacado sus conclusiones y afirma, en una pormenorizada publicación, que los polifenoles (antioxidantes) que contiene el vino tinto aumentan el colesterol bueno, el que protege contra la acumulación del malo y cuida la salud de los vasos sanguíneos, por lo cual podría deducirse que previene la enfermedad coronaria.
¿Hace bien el alcohol al corazón?
Pero, atención, el vino no es un medicamento. Por lo tanto la Clínica Mayo agrega que nunca recomendaría iniciarse en el consumo de alcohol, pero quien ya lo bebe, siempre que sea en cantidad moderada, podría estar aprovechando el beneficio del resveratrol, el polifenol del vino tinto que llamó la atención de los investigadores.
En realidad, ni la prestigiosa Clínica estadounidense ni ningún médico informado creería que Favaloro estaba a favor del alcohol, claro. Padre del bypass coronario y por tanto enorme protector de la salud, el gran médico argentino le hablaba a gente mayor que ya tenía el hábito de consumir vino en las mesas familiares.
En 2019, el destacado cardiólogo Jorge Tartaglione (M.N. 67502), por entonces presidente de la Fundación Cardiológica Argentina, le decía a Clarín en un artículo que “el vino tinto ayuda a controlar la presión, reduce el colesterol malo, aumenta el bueno, disminuye la formación de coágulos en el corazón y las arterias”, explica.
280 mililitros de vino por día
Pero solo hablaba de si se bebía con mucha prudencia. No era, como tampoco lo fue lo de Favaloro, una invitación al alcoholismo, un vía libre. Al contrario. Y agregaba Tartaglione: “El tema es la cantidad. La recomendación actual nuestra (Fundación Cardiológica Argentina), y de la American Heart Association (Asociación Americana del Corazón), es de 2 copas, es decir 280 mililitros de vino por día, dejando 2 días libres de alcohol a la semana.
Y para las mujeres se reduce a 1 vaso de vino por día, dejando 2 días libres. Esta diferencia tiene que ver por la acción metabólica y hormonal de las mujeres que cambian la metabolización del alcohol”.
Y agrega la Clínica Mayo estadounidense que si el resveratrol es positivo, en tal caso conviene comer uvas o beber su jugo. Lo dice sin vueltas como una invitación a los que no han bebido nunca alcohol:
“El resveratrol del vino tinto proviene de la piel de las uvas que se usan para elaborar esta bebida. Simplemente comer uvas o beber jugo de uva podría ser una manera de consumir resveratrol sin beber alcohol”.
Pero claro: esta clínica, como todas las instituciones del mundo dedicadas al cuidado del bienestar cardiovascular, se encuentran con el mismo problema que desató Favaloro: por lo general, el enfermo de arterioesclerosis cardíaca (arterias del corazón que se taponan) es gente adulta, con hábito o conocimiento del alcohol. Al que hay que reeducar en todos sus hábitos de alimentación.
Pero se aclara que el tema es más complejo, ya que las investigaciones indican que esos beneficios de antioxidantes se encuentran en todo tipo de alcohol. No solo en el del vino tinto.
¿Cuánto alcohol es recomendable beber?
Durante mucho tiempo se dijo en el mundo lo que el doctor Jorge Tartaglione le confirmó a Clarín en 2019: que una copa de vino para las mujeres y dos para los varones era una cantidad razonable. La sociedad Interamericana de Cardiología habla buscando la precisión en la “medida estándar”.
En el Reino Unido se expresa en unidades de etanol puro que varían según se trate de cerveza, vino o bebidas destiladas. Y cita a la Organización Mundial de la Salud que establece que una medida estándar equivale a 10 gramos de etanol puro y recomienda no más de dos bebidas diarias y dos días de la semana libres de etanol.
Si es que toma alcohol
Hay muchas investigaciones que aseguran que el consumo moderado de vino tinto tiene efectos positivos en la salud cardiovascular e intestinal, que reduce el riesgo cardiometabólico en personas con diabetes tipo 2, ayuda a evitar la pérdida de la visión al reducir la inflamación y el estrés oxidativo.
La Clínica Mayo de indudable prestigio y extensa comunicación en contra de beber alcohol, a su vez advierte que el exceso puede producir accidentes, violencia y suicidio, ciertos tipos de cáncer, insuficiencia cardíaca, accidente cerebrovascular, elevada presión arterial, enfermedades hepáticas y del páncreas, y obesidad.
Y recomienda evitar el alcohol durante el embarazo, la lactancia, problemas con el consumo de alcohol (o antecedentes familiares), enfermedad hepática, corazón débil o consumo de medicamentos.