Fernando González elaboró su primer vino en 1979, fruto de la viña de Carballo Cobo. Trabajó para revertir el abandono, en viñas olvidadas sobre estructuras de piedras que el hombre en el pasado, con sus manos, ordenó hasta conseguir hacer bancales que resisten el paso del tiempo, a orillas del río Sil. El conjunto forma “un paisaje único y mágico que me atrapa, al igual que a nuestros antepasados”, afirma Fernando González.
Añade que “impresionado por las cepas, desafiando la pendiente, manteniendo el equilibrio, trabajando con el viento, la lluvia, el sol, la luna y las estrellas, sobre un colchón de pizarra, busco que las cepas puedan producir unos miserables racimos de uva. Al transformarlos en vino, nace nuestro primer Algueira, una enorme emoción que me motiva a seguir la escalada en la montaña, plantando y recuperando el antiguo viñedo tapado por el bosque, apasionándome con el paisaje”. Fernando y su hijo Fabio desbordan pasión practicando una heroica viticultura de montaña.
En las montañas de la Ribeira Sacra se encuentran todos sus viñedos, algunos de ellos con una espectacular pendiente de 85 grados junto a orillas del río Sil. En esta DO de agricultura heroica se han plantado algunos de los viñedos más hermosos de España, en pendientes imposibles. Fueron los romanos quienes introdujeron en la zona las primeras vides, hace más de 2.000 años.
Elaboran solo con variedades nativas, y basan su producción enteramente en uvas de sus propios viñedos. Trabajan una amplia gama de uvas, ya sean variedades blancas como godello, treixadura, albariño y loureiro o uvas tintas como mencía, caíño, sousón, brancellao y merenzao. Su primer objetivo, aseguran, es priorizar la calidad sobre la cantidad, “creando así un vino genuino que remarca la identidad única de esta región”.
Producir cada uno de sus vinos, aseguran, significa entender la uva con la que elaboran y la zona de la que procede. En cada vino buscan la expresión de un terruño. Cultivan castas autóctonas gallegas, cada una de ellas en una misma parcela. El Serradelo 2015 es, mayoritariamente, un brancellao que nace de parcelas con diferentes orientaciones con suelos con presencia de cuarzo, pizarra y gneis. Las uvas se pisaron (con los pies). No se realizó inoculación de levadura. Fermentó en roble francés, con maceraciones post fermentativas largas y crianzas superiores a los 14 meses en barricas de roble francés de 225 litros de capacidad (con más de 5 ciclos de uso).
Algueira Serradelo 2019 es un perfumado y fluido tinto con solo 12,5º de alcohol
Serradelo, con alvarello y brancellao, nació en 2009. Desde el principio les cautivó. La brancellao, como recuerda Fabio González, la segunda generación de Algueira, era una variedad bastante despreciada localmente hace algunas décadas por la falta de antocianos en la piel y la consecuente falta de color en los vinos. Se aclara que se valoraban los tintos de aquella época en base a su capa, y esta variedad “sufrió un desprestigio inmerecido”. Fabio, que dejó Londres por la Ribeira Sacra, añade que “hoy, por su elegancia y finura, nos las piden desde 23 países de todo el mundo”.
De capa baja y color cereza, Algueira Serradelo 2019 es un perfumado y fluido tinto con solo 12,5º de alcohol. Habla con franqueza de su variedad y de su origen, sin maquillajes. Exhibe fruta roja ácida, pétalos de flores algo marchitas y laurel, en un fondo con pinceladas de notas rústicas como las que recuerdan al chocolate de algarroba. Muy buena la integración de la crianza en madera y también su acidez. Es un tinto vertical que va creciendo en la copa y que destaca con notas minerales, con toques metálicos. Auténtico y delicado pese a su tanicidad. Genuino y cautivador.
Ideal para acompañar embutidos locales o empanadas gallegas. Asimismo, armoniza con carnes de cerdo, de ternera (un chuletón de res gallega o un jarrete a la galega), de cordero e incluso de caza menor. También es un buen aliado para un pulpo á feira o para maridar con truchas como las que se pescan en los ríos que transcurren por la zona sur de la provincia de Lugo y el norte de Ourense. Adega Algueira forma parte de Futuro Viñador, un colectivo de mujeres y hombres vinculados a la vitivinicultura que aboga por una viticultura enraizada al paisaje y a la recuperación del gran viñedo histórico español.
Fundado en 2017, está compuesto por 16 bodegas. Juntos suman su labor en 50 municipios, 63 parajes, 854 parcelas y 766 hectáreas de viñedo. Abarcan 47 variedades de uva para elaborar, en total, más de 96 vinos distintos. Emplean a 180 personas de forma directa, y sus bodegas y viñas se encuentran distribuidas en las cercanías de 12 ríos, 25 arroyos, 23 montañas, un océano (el Atlántico) y los mares Mediterráneo y Cantábrico.
Serradelo 2015; Adega Algueira
DO Ribeira Sacra
Uvas: brancellao (mayoritariamente)
Precio: 30 euros