La crema de cacahuete se ha hecho tan popular que incluso cuenta con su propio Día Mundial (se celebra hoy, 1 de marzo). Si bien es cierto que es un alimento muy nutritivo que, aparentemente, podría sustituir a otras opciones ultraprocesadas como las cremas de cacao comerciales, algunos nutricionistas no recomiendan un consumo habitual.
La planta del cacahuete es originaria de Centroamérica y, al contrario de lo que se suele pensar, forma parte de la familia de las leguminosas, por lo que no es un fruto seco sino una legumbre. Sin embargo, es cierto que la manera de consumirlo y otras de sus propiedades lo acercan más a los frutos secos.
El cacahuete crece bajo tierra y proviene de la familia de las legumbres
Aunque el origen de la crema de cacahuete es incierto, hay constancia de que las civilizaciones Mayas, Aztecas e Incas elaboraban pastas parecidas al producto que conocemos actualmente. Y su popularización se debió al ejército estadounidense, que la consumió como fuente energética durante la Primera y la Segunda Guerra Mundial.
Su nombre en inglés - peanut butter - lleva a pensar que incluye mantequilla, pero tal denominación se debe a la textura aceitosa que le aportan sus propias grasas.
Se ha aconsejado en contraposición a la típica crema comercial
El consumo de crema de cacahuete se ha popularizado en España en los últimos años por diversos motivos. El primero de ellos, según Mireia Cervera, nutricionista y manager de contenidos de Teresa Carles Healthy Foods, es la globalización y la gran influencia de la cultura estadounidense a través de los medios de comunicación, viajes y redes sociales. Además, considera que también la han promovido y dado a conocer las personas con una alimentación vegana y los deportistas.
Otra razón es que “se ha aconsejado en contraposición a la típica crema comercial, con muy poca cantidad de frutos secos y otros ingredientes menos saludables, lo cual no significa que sea el alimento más interesante", indica Aitor Sánchez, del Centro de Nutrición Aleris.
Por su parte, Paloma Quintana, dietista-nutricionista que ha colaborado en programas como Saber Vivir de TVE y en centros como la Universidad de Valencia y la Universidad Complutense de Madrid, cree que es adictiva por la textura grasa que activa algunos opioides de nuestro cerebro y por su precio económico.
Múltiples beneficios
La crema de cacahuete es rica en proteínas y en grasas saludables
Entre las propiedades nutricionales que aporta, destacan las proteínas (25 gramos por cada 100), las grasas saludables (principalmente monoinsaturadas y poliinsaturadas), las vitaminas (como la E y las del grupo B), los minerales (como magnesio, fósforo y zinc) y la fibra. No obstante, su composición es un 50% grasa y aporta 588 kcal por cada 100 gramos.
Cervera reconoce que "por muy libre de azúcares añadidos y aceites refinados que esté, es un alimento muy calórico", por lo que "es apropiado dependiendo de la proporción en la que se incluya a la dieta".
Otro factor que contribuye al hecho de que consumir cremas de frutos secos no sea la opción más sana es su fácil consumo, que elimina el tiempo de pelarlo y de masticarlo. Así pues, su digestión también es más veloz, sacia menos que el fruto entero y se acaba consumiendo una mayor cantidad.
La crema de cacahuete es una buena opción para que los deportistas alcancen sus necesidades energéticas
Sánchez afirma que no está científicamente probado que la crema de cacahuete se relacione con el sobrepeso o la obesidad, como sí lo están otros alimentos como los refrescos, los productos ultraprocesados, la bollería industrial, los dulces y las bebidas alcohólicas. En cambio, reconoce que “deberíamos vigilar las raciones y no decir que es un alimento de libre consumo, como es el caso de las verduras”.
El principal riesgo de la popularización de las cremas de cacahuete, considera Sánchez, es que “en Internet se han recomendado sin hacer todas estas observaciones” y el consumo de frutos secos y cremas “ha llegado a desplazar otros alimentos que pueden ser más interesantes, como la fruta”.
Consumo controlado
Los nutricionistas coinciden en que la mantequilla de cacahuete no es la panacea
Los nutricionistas consultados coinciden en que en cierto tipo de sujetos, como deportistas de alto rendimiento o personas que han perdido el apetito, puede ser una herramienta para llegar a las necesidades energéticas. En cambio, para otros grupos de población, “dependerá de factores como la edad, el nivel de actividad física o el estado de salud”, comenta Cervera. “Una cantidad diaria normal podrían ser dos cucharadas”, aprueba.
Por tanto, la crema de cacahuete ni es recomendable ni es desaconsejable, sino que es una opción más para añadir a la dieta mientras no sustituya a otros alimentos importantes. Siempre será mejor priorizar las grasas saludables del aceite de oliva, los frutos secos enteros, las semillas, el aguacate o el pescado azul.
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