Hacer unas albóndigas partiendo de cero requiere tiempo: picar la cebolla, el ajo y el perejil, mezclarlos con la mezcla de carne picada y el pan remojado en leche, bolear, freír las albóndigas después de pasarlas por harina, hacer un sofrito para acompañarlas, quizás un poco de arroz... A veces es fácil caer en la tentación de comprar unas precocinadas, aunque está claro que no saben como las caseras.
Para elegir las mejores del supermercado, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha analizado albóndigas precocinadas a la venta en grandes superficies, en envases individuales y refrigeradas. Los expertos de este organismo han revisado el etiquetado, la composición nutricional, la presencia de aditivos y el grado de procesamiento para puntuar los productos del análisis, y, además, un panel de cocineros ha hecho una evaluación gastronómica.
Entre otros aspectos
Los expertos de la OCU han revisado el etiquetado, la composición nutricional o la presencia de aditivos
En la muestra se han analizado las albóndigas guisadas de Eroski y Hacendado (Mercadona), las albóndigas en salsa de la marca Emcesa, las albóndigas con patatas de Carrefour, las albóndigas con tomate y patatas de Dia al punto, y las albóndigas con arroz pilaf de El Corte Inglés.
Lo primero que ha observado la organización es que la mayoría de albóndigas contienen una media de 270 gramos de producto, y que aportan una media de 168 kcal por cada 100 gramos (unas 460 kcal por envase). "Es escaso para un plato único si no se acompaña de una guarnición", señalan desde la OCU.
Mientras que los valores de grasas son adecuados, hay bastantes diferencias con relación a los hidratos de carbono, dependiendo de si el plato incluye otros alimentos como arroz y patatas. "También en azúcar se observan datos dispares, entre el 0 declarado por Eroski y los 8,9 g/100 g de Carrefour", añaden. El producto con más proteínas son las albóndigas de Emcesa.
Eso sí, la sal se añade en "cantidades exageradas" en todos los productos del análisis. Estos platos contienen 3,6 g por envase, así que no ayudan a respetar el límite diario de consumo de sal, que está en 5 gramos. En el caso de las albóndigas de Carrefour, con 5 g de sal en un solo envase, ya se alcanza. Al ser platos muy salados, no estarían recomendados para hipertensos.
El producto con más nota
Las albóndigas con tomate y patatas de Dia son las más valoradas
Las albóndigas precocinadas de las marcas citadas también contienen muchos aditivos, como colorantes, aromas, lecitinas, mono y diglicéridos de ácidos grasos, extractos de pimentón, dextrosa, maltodextrina, almidón modificado, goma guar y glutamato. Solo uno, las albóndigas con tomate y patatas de Dia, no los incorpora. Y, de hecho, son las que más han gustado por su sabor al panel de expertos de la OCU y que han obtenido la mejor puntuación.
Para esta evaluación, la calidad de la carne picada ha sido decisiva, explican. Mientras las mejores albóndigas (Dia y Eroski) usan una de calidad aceptable, las peores en degustación (Carrefour, Emcesa y El Corte Inglés) emplean otra llena de hebras y ternillas y con poco sabor. "En general, las salsas están más ricas, pero las patatas de algunos platos están pasadas", concluye el organismo, que recomienda recurrir a este tipo de productos muy puntualmente.