Una nueva combinación de fármacos alarga un 46% el tiempo que un cáncer de hígado permanece estable, según un ensayo clínico internacional liderado por el hospital Clínic de Barcelona presentado ayer en la revista médica The Lancet . Los resultados suponen el primer avance desde el año 2002 para pacientes cuyos tumores no se pueden operar pero no tienen metástasis, que representan entre el 25% y el 30% de todos los casos de cáncer hepático.
“Nuestros datos son suficientes para cambiar las guías clínicas de tratamiento del cáncer de hígado”, declara Josep M. Llovet, investigador Icrea en el instituto Idibaps del hospital Clínic y coordinador del estudio. “Para algunos pacientes, esta combinación de fármacos puede conseguir supervivencias a largo plazo”.
La nueva estrategia consiste en combinar un fármaco de inmunoterapia (el pembrolizumab) con un fármaco antiangiogénico, que impide que el tumor forme vasos sanguíneos (el lenvatinib). De este modo se evita que el cáncer obtenga nutrientes para crecer y se consigue que el sistema inmune lo ataque mejor.
El nuevo tratamiento alarga un 46% el tiempo que un cáncer de hígado permanece estable
Esta combinación de fármacos se añade al tratamiento estándar, llamado quimioembolización transarterial (o TACE, por sus iniciales en inglés), que consiste en administrar quimioterapia directamente en una arteria del hígado y en bloquear la arteria para cortar el suministro de sangre al tumor.
“Llevamos veinte años buscando cómo mejorar el tratamiento estándar. Se han hecho doce ensayos clínicos y todos han sido negativos. Esta es la primera vez que demostramos una mejora”, apunta Josep M. Llovet.
En el ensayo clínico, en el que han participado 137 hospitales de 33 países, la mitad de los pacientes ha recibido el tratamiento estándar (solo TACE) y la otra mitad, el nuevo tratamiento (TACE más pembrolizumab más lenvatinib).
“Para algunos pacientes, esta combinación de fármacos puede conseguir supervivencias a largo plazo”, declara Josep M. Llovet
Los participantes tenían cáncer de hígado en estadio intermedio, lo que significa que el cáncer ya se había extendido dentro del hígado pero aún no se había diseminado a otros órganos. Este es el grupo de pacientes para los que la TACE es el tratamiento estándar.
Para pacientes diagnosticados en estadio inicial hay otras opciones como extirpar el tumor con cirugía o hacer un trasplante. Para pacientes en estadio avanzado se administran tratamientos farmacológicos sistémicos, y no locales en el hígado como la TACE.
Casi 2.000 personas al año en España y 250.000 en el mundo son diagnosticadas de cáncer de hígado de estadio intermedio. Son pacientes en que la enfermedad ya suele estar demasiado avanzada para poderse curar y en que el objetivo del tratamiento es conseguir una supervivencia lo más larga posible con la mayor calidad de vida posible.
Según los resultados presentados en The Lancet , la mediana de tiempo que el cáncer permanece estable, sin progresar, se alarga de 10 meses con el tratamiento estándar a 14,6 meses con la nueva combinación de fármacos, un 46% más.
La mediana de tiempo significa que en la mitad de los pacientes el cáncer ha progresado y en la otra mitad no lo ha hecho. Por lo tanto, en la mitad de los que reciben el nuevo tratamiento el cáncer permanece estable más de 14,6 meses.
Dado que este nuevo tratamiento incorpora inmunoterapia, “tenemos la esperanza de conseguir supervivencias a muy largo plazo en algunos pacientes, e incluso la curación en un pequeño porcentaje, como ocurre en otros tipos de tumor tratados con inmunoterapia”, declara Llovet.
Además, el porcentaje de pacientes que responden al tratamiento es superior con la nueva combinación de fármacos (72%) que con la terapia estándar (50%).
En The Lancet se han presentado los primeros resultados del ensayo clínico, que aún no ha terminado. Los pacientes, que tenían una media de edad de 66 años al empezar el tratamiento, han sido seguidos durante una mediana de 26 meses.
Josep M. Llovet, referente mundial en cáncer de hígado
Josep M. Llovet es el investigador más citado del mundo en el campo del cáncer de hígado y forma parte del 1% de los científicos más citados del mundo en todas las disciplinas, según datos de la consultora Clarivate Analytics. Entre sus principales contribuciones destaca el haber definido los diferentes subtipos del cáncer de hígado según su perfil molecular e inmune; el descubrimiento de dianas terapéuticas que se pueden atacar con fármacos; y el desarrollo clínico de nuevas terapias como –entre otras– el sorafenib, el ramucirumab o la TACE. Sus trabajos han sido citados más de 110.000 veces en la literatura científica. Además de investigador Icrea en el instituto Idibaps del hospital Clínic, es catedrático de la Universitat de Barcelona y director del programa de cáncer de hígado en el hospital Mount Sinai de Nueva York.