¿Qué secuelas psicológicas sufrirán los afectados por la DANA?

Los efectos sobre la salud

Salud mental e infecciones, prioridades médicas después de las inundaciones

Los pediatras advierten del impacto psicológico de la riada en la población infantil

DANA en España, en directo | Última hora de Valencia y las consecuencias del temporal

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Una mujer lleva a un niño en un carro de la compra en Masanasa 

Kai Försterling / EFE

Cuando se hayan limpiado el lodo y retirado los escombros, persistirán los problemas de salud en las poblaciones afectadas por la DANA, según se desprende de estudios que han analizado el impacto de inundaciones catastróficas anteriores en Europa y Estados Unidos.

Salud mental

“Hasta un 75% de las personas afectadas por inundaciones sufren problemas de salud mental”, indica el Observatorio Europeo de Clima y Salud de la UE. Los principales son cuadros de depresión, ansiedad y estrés postraumático. Aunque tienden a remitir con el tiempo, una parte de los damnificados desarrolla trastornos crónicos de salud mental, según ha demostrado el seguimiento a largo plazo de víctimas del huracán Katrina de 2005.

Las personas más vulnerables son aquellas que ya tenían un trastorno de salud mental antes de la inundación. En este colectivo, además, el estado de salud puede empeorar en los días inmediatamente posteriores a la riada si se ven obligadas a interrumpir el tratamiento.

La Asociación Española de Pediatría (AEP), que ha estudiado las consecuencias de las inundaciones causadas por las DANA de 2019 en Murcia, advierte que la población infantil también es altamente vulnerable y que el 25% de los menores expuestos a catástrofes naturales sufre secuelas psicológicas. “Los niños reaccionan a los desastres medioambientales de una forma muy diferente a los adultos”, declara en un comunicado Juan Antonio Ortega, de la AEP.

En la Comunidad Valenciana, son miles las personas que han perdido a un familiar de manera inesperada y decenas de miles las que han perdido la casa, o cuyo lugar de trabajo ha desaparecido o que sufrirán dificultades económicas por lo que se ha llevado la riada. Esta población tendrá unas necesidades de atención psicológica y psiquiátrica para las que los servicios sanitarios de la Comunitat Valenciana no están dimensionados.

 Para la población infantil, la AEP propuso el jueves “crear redes de apoyo psicológico y comunitarias que brinden acompañamiento continuo a los menores” y destacó la importancia de detectar precozmente síntomas de trastornos psicológicos.

Riesgo de infecciones

Por otro lado, el desbordamiento de aguas residuales aumenta el riesgo de infecciones causadas por algunos virus (como norovirus, rotavirus o hepatitis A), bacterias (como E. coli, Campylobacter o salmonela) o parásitos (como Crypstosporidium), advierte el Centro Europeo de Prevención y Control de Enfermedades (ECDC) en un informe publicado con motivo de las lluvias torrenciales que causaron inundaciones en Alemania, Bélgica, Países Bajos y Luxemburgo en el verano de 2021. 

Las consecuencias más comunes -aunque no las únicas- son diarreas causadas por infecciones gastrointestinales, como en un brote de norovirus registrado en Austria en 2005; en el aumento de cuadros de diarrea tras dos episodios de lluvias torrenciales en los Países Bajos en 2013; o en el brote de Crypstosporidium que afectó a niños de Alemania que fueron a jugar a un terreno que ya se había secado pero donde aún quedaba el parásito, también en 2013.

Como medidas de prevención, el ECDC recomienda beber solo agua con garantías; evitar alimentos que hayan estado en contacto con aguas residuales; evitar lavar la vajilla o asearse con agua que pueda estar contaminada con aguas residuales; y, en caso de duda, desechar el agua.

Allí donde quedan aguas estancadas, añade el ECDC, podrían proliferar mosquitos capaces de transmitir enfermedades. En Europa, después de episodios de inundaciones, se han registrado brotes de chikungunya, transmitido por el mosquito tigre (Aedes albopictus), como ocurrió en el sur de Francia en 2014; y de virus del Nilo Occidental, transmitido por el mosquito común (Culex pipiens), como en Rumanía en 1996. Según el ECDC, “en las áreas inundadas se debe monitorizar si aumentan las poblaciones de mosquitos y puede ser necesario considerar medidas de control”.

Trastornos respiratorios

A más largo plazo, el polvo en suspensión que queda en el aire cuando se seca el lodo puede desencadenar o agravar trastornos respiratorios. También pueden perjudican la salud respiratoria los hongos patogénicos que proliferan en zonas que han estado inundadas gracias a la humedad. Los más problemáticos son los hongos del género Aspergillus, así como las micotoxinas, que son compuestos tóxicos producidos por diferentes tipos de hongos. Según el estudio de la AEP, tras las inundaciones de 2019 en Murcia, un 14% de los escolares reportaron problemas respiratorios en los meses siguientes, incluidos cuadros de asma.

Los colectivos más vulnerables

Las personas más vulnerables a los efectos de las inundaciones sobre la salud son las personas mayores, las que tienen enfermedades crónicas, la población infantil y las mujeres embarazadas, señala el Observatorio Europeo de Clima y Salud. En personas mayores o enfermas, a los efectos directos de las riadas se suma el riesgo de quedarse sin medicación y el problema de no poder recibir la atención que necesitan si los centros de salud están desbordados o si no pueden acceder a ellos.

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