‘Blade Runner 2049’, Oscar a mejores efectos especiales
Oscars 2018
Todas las nominadas son películas de ciencia ficción y la mayoría se apoyan en los efectos visuales para evocar la esencia de los originales a los que se remiten
Blade Runner 2049 se ha llevado el Oscar a mejores efectos especiales. Esta secuela pretende reavivar la historia que Ridley Scott trajo al gran público en 1982. John Nelson ya se llevó a casa un BAFTA en la misma categoría este año y un Satellite y un Oscar por Gladiator en 2001. Él mismo se describe como muy trabajador y sabe todo el esfuerzo que se puso en la creación de este film. Admite que el proyecto le encantó a todo el mundo, así como la película original. Declara que quizá Blade Runner 2049 es la película a la que más horas ha dedicado, incluso piensa que hay tomas que aún trabajaría más.
Esta vez, este mundo de los replicantes en el distópico Los Ángeles es una visión única de Villaneuve, y John Nelson ve al director en la misma medida que a Ridley Scott, como dos pintores con sus propias visiones, aunque esta secuela está llena del legado de la original. Después de una conversación entre John y el director, llegaron a la conclusión de que el diseño de las ciudades debía inspirarse en el crudo invierno de Montreal, contando con una arquitectura de diferentes escalas, pero en resumen: una arquitectura brutalista. Por otro lado, uno de los moldes que se usaron fue la Ciudad de México, por ejemplo.
En esta 90 edición, todas las películas nominadas en esta categoría eran de ciencia ficción, por lo que la mayoría se apoyaban en los efectos visuales. Las otras cintas que se encontraban dentro de esta categoría son las siguientes:
John Nelson, Geard Nefzer, Paul Lambert y Richard R. Hoover
Blade Runner 2049
Esta secuela que pretende reavivar la historia que Ridley Scott nos trajo en 1982, para ello era necesario contar con una serie de parámetros que no alejaran su estética de la original, no obstante este nuevo film de ciencia ficción no lo seria sin contar con las ingentes cantidades de efectos visuales que presenta. A día de hoy se tienen muchas y mejores herramientas que en el pasado, por lo que el reto de los nominados debía ser mantener el listón alto, sobre todo si se tiene en cuenta que en el pasado las técnicas de realización eran más rudimentarias que ahora. Aún así, Scott consiguió una película llena de efectos creíbles para su época.
John Nelson ya se llevó a casa un BAFTA en la misma categoría este año y un Satellite y un Oscar por Gladiator en 2001. Él mismo se describe como muy trabajador y sabe todo el esfuerzo que se puso en la creación de este film. Admite que el proyecto le encantó a todo el mundo, así como la película original. Declara que quizá Blade Runner 2049 es la película a la que más horas ha dedicado, incluso piensa que hay tomas que aún trabajaría más.
Esta vez, este mundo de los replicantes en el distópico Los Ángeles es una visión única de Villaneuve, y John Nelson ve al director en la misma medida que a Ridley Scott, como dos pintores con sus propias visiones, aunque esta secuela está llena del legado de la original. Después de una conversación entre John y el director, llegaron a la conclusión de que el diseño de las ciudades debía inspirarse en el crudo invierno de Montreal, contando con una arquitectura de diferentes escalas, pero en resumen: una arquitectura brutalista. Por otro lado, uno de los moldes que se usaron fue la Ciudad de México, por ejemplo.
Christopher Townsend, Guy Williams, Jonathan Fawkner y Dan Sudick
Guardianes de la Galaxia Vol. 2
Otra segunda parte, en esta ocasión del universo Marvel, pero con grandes esfuerzo visuales para crear mundos ficticios en manos de Christopher Townsend, quien con esta acumula dos nominaciones a los Oscar en esta categoría, siendo la anterior por Iron Man 3 (2013).
En cuanto a la nominación que obtuvo junto a Williams, Fawkner y Sundick, Christopher cree que siempre intentan mantener el estándar de calidad en todos los aspectos. Además, con una película de este alcance supone un desafío todo el trabajo visual; tuvieron que reducir la edad de Kurt Russell fotograma a fotograma, o crear un mapache digital. Teniendo en cuenta que se trata de una película colorida y divertida, esos elementos tienen que reflejarse también en los esfuerzos de efectos especiales.
Townsend señala en StudioDaily cómo en todo el film tan solo 59 de las 2.301 tomas fueron sin efectos especiales y colaboraron 10 estudios y casas de efectos especiales, teniendo en cuenta los trabajos anteriores y en lo que les gustaría colaborar. Así se partió desde abril del año pasado con la post-producción que tomó entre siete y ocho meses.
Stephen Rosenbaum, Jeff White, Scott Benza y Mike Meinardus
Kong: La isla calavera
Stephen Rosenbaum es el encargado de dotar esta película de Jordan Vogt - Roberts que rinde tributo a la original de Willis O’Brien, considerado como uno de los pioneros en efectos especiales. Rosenbaum ha recibido dos Oscars y dos BAFTA por Avatar (2009) y Forrest Gump (1994). Con esta película, él y su equipo (White, Benza y Meinardus) se han llevado la nominación a mejores efectos especiales.
Stephen es el responsable de que King Kong se apoderara de la gran pantalla y se siente sorprendido de estar entre los candidatos, pero es consciente de que Kong era uno de esos personajes icónicos para los artistas visuales. El homenaje al original era inevitable. Aunque en este caso el director no quería hacer una película que solo girara en torno al gigantesco gorila, sino a todo lo que está relacionado con su figura como dios de la isla. Por lo tanto, esta también se convierte en protagonista. En este sentido, se puede observar cómo también trabajó detrás del resto de criaturas presentes allí.
Considerando todo esto, el espectador siempre buscaría su referencia en el Kong primigenio. Sin embargo, el objetivo era evocar simpatía por un ser representado como un monstruo, un primate enorme pero con sensibilidad.
Ben Morris, Mike Mulholland, Neal Scanlan y Chris Corbould
Star Wars: Los últimos Jedi
Ben Morris es quien dirige los esfuerzos del equipo en esta secuela de la Guerra de las Galaxias con un Oscar y un BAFTA a sus espaldas por La brújula dorada. Los últimos Jedi ya ha conseguido cuatro nominaciones en esta edición de los Academy Awards, siendo además la película más taquillera de 2017.
Para Morris, esta es una gran mezcla entre una buena historia y una buena ejecución del trabajo visual. Un film del que la gente destaca su gran consistencia fotográfica en las tomas, las cuales ayudaron a plasmar la historia que Rian Johnson quería. Un ejemplo que utiliza es la ausencia de sonido en algunas imágenes claves del film que, no obstante, deleitan al espectador por la imponencia de los visual.
Para fabricar esta batalla galáctica de efectos especiales, Morris y su equipo contaron con todos los estudios de Industrial Light & Magic en Londres, San Francisco, Vancouver y Singapur, aparte de 10 estudios de terceros. Además, le tomó tres años de trabajo, desde finales de 2014 hasta septiembre de 2017. Contando en total con unas 1.850 tomas con efectos y entre 100 y 200 de entornos digitales.
Joe Letteri, Daniel Barrett, Dan Lemmon y Joel Whist
La guerra del planeta de los simios
A Joe Letteri, supervisor de efectos especiales, algunos lo tildan como maestro de dar vida a personajes de la forma más realista posible. Una prueba de sus esfuerzos es esta película de Matt Reeves estrenada el verano pasado, que le ha llevado a él y a su equipo a obtener la nominación en esta categoría. Sin embargo, Letteri lleva trabajando con animaciones digitales desde 1989 junto a James Cameron para su film The Abyss, o posteriormente en Avatar (2009), donde ayudó al director a darle vida a sus personajes.
Joe Letteri lleva participando en el reboot de la trilogía desde los últimos seis años, unos largometrajes donde los efectos visuales tienen mucha más relevancia e impacto que antaño, puesto que ahora se trata de personajes completamente digitales a los que se deberá dar vida, emoción y sentimientos; expresiones físicas mediante software.