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El sedentarismo y otros 5 riesgos para la salud que pueden ocurrir en el trabajo y cómo evitarlos

Salud

Levantarse, descansar y moverse más son algunos de los consejos para librarse de los problemas para la salud que podemos encontrarnos en el trabajo

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La próxima vez que te dejes caer sobre el asiento delante de tu escritorio de trabajo, echa un vistazo alrededor porque son muchas las horas que vas a pasar allí. Y es que muchas veces no somos conscientes de cómo nuestro puesto de trabajo puede afectar nuestro estilo de vida y salud.

Parte de los equipos que usamos en la oficina -como las pantallas e impresoras- nos condicionan. Y es que, aunque se suele velar por las condiciones de seguridad, en muchas ocasiones nos olvidamos de los aspectos ergonómicos y psicosociales intrínsecos al trabajo.

Hay que diferenciar entre riesgos laborales generados por la actividad que se realiza, de los riesgos generados por el lugar de trabajo”

Marta VilaTécnica de Prevención de Riesgos Laborales del Grupo Eulen

Marta Vila, técnica de Prevención de Riesgos Laborales del Grupo Eulen, explica a LaVanguardia.com que los riesgos laborales dependen del puesto de trabajo. Así, “hay que diferenciar entre riesgos laborales generados por la actividad que se realiza, de los riesgos generados por el lugar de trabajo. No va a ser lo mismo trabajar como limpiador de una Central Nuclear que en una oficina”.

De cualquier modo, puntualiza Vila, “generalizando lo que más nos encontramos son los riesgos generados por los sobreesfuerzos, que van desde posturas forzadas, movimientos repetitivos o manipulación de cargas”.

Así pues, para evitar algunos de estos peligros, destacamos los principales puntos a tener en cuenta para poner coto a sufrir riesgos innecesarios mientras trabajamos.

El sedentarismo

Actitudes sedentarias serían sentarse o reclinarse en el asiento

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El hecho de pasar tanto tiempo sentados en la misma posición supone un claro problema para nuestra salud, explica el Gobierno Australiano. Incluso, puede llegar a afectar nuestro desempeño laboral.

Actitudes sedentarias serían sentarse o reclinarse en el asiento, con el resultado de poco o ningún gasto calórico. Si tenemos en cuenta que el la mayoría de adultos pasan gran parte de su vida en el trabajo, es primordial tomar medidas y realizar cambios para minimizar ese sedentarismo.

Para poner remedio a este problema, un estudio llevado a cabo por VicHealth’s recomienda ciertas pautas:

- Levantarse a hablar con los compañeros en lugar de mandarles un e-mail.

- Llevar a cabo pausas que obliguen a uno a levantarse, moverse y cambiar de postura

- Subir las escaleras en lugar de subir en el ascensor.

- Usar un baño que esté más lejos.

También es importante tener la mesa a la altura correcta, así como el asiento, para evitar dolores de espalda y posturas incorrectas.

No descansar

No descansar puede suponer más que un simple dolor de cabeza

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Es de sentido común pensar que trabajar sin parar no hará nada bueno por nosotros, sobre todo si tenemos en cuenta que el no tomarnos un descanso puede llevar a que aumente nuestro nivel de estrés.

Algo que quizás podría no suponer más que unos dolores de cabeza y cansancio, es realmente mucho más preocupante que eso. El estrés aumenta la frecuencia cardíaca, la presión arterial y puede causar enfermedades cardiovasculares, según la Federación Mundial del Corazón.

Así que, lo recomendable es tomárselo con calma, beber agua fresca frecuentemente para mantenerse hidratado y alerta, caminar e ir al baño a menudo. Así lo asegura un estudio llevado a cabo por la Baylor University (Estados Unidos), que determina que los trabajadores que se toman más descansos experimentan menos agotamiento emocional y más satisfacción en el trabajo. Además de menos dolores de cabeza y de espalda.

Distraerse demasiado

Las distracciones añaden un estrés extra a la vida

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Dos estudios, uno publicado en el Harvard Business Review y otro en el portal Steelcase, revelan que las interrupciones durante el trabajo consiguen que dediquemos 86 minutos de nuestros tiempo a otras cosas en lugar de a nuestra productividad.

Según el psicólogo John Weaver, esto no hace más que añadir un estrés extra a nuestra vida puesto que sentimos que no llegamos a tiempo para acabar el trabajo que se nos ha encomendado.

Un buen consejo para evitar las distracciones innecesarias podría ser invertir en unos buenos cascos que cancelen el sonido exterior y nos permitan concentrarnos en la tarea que estamos llevando a cabo. Y, siempre que se pierda la atención, tomarse un descanso, respirar, alejarse del lugar de trabajo un momento, relajarse y volver al trabajo cuando se esté listo son cosas que ayudan a recuperar la atención perdida.

Demasiado tiempo delante de la pantalla

Estar delante de la pantalla muchas horas puede provocar trastornos del sueño

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Ya sea en el trabajo, porque usamos ordenador, o estando pendientes todo el rato del teléfono móvil, la realidad es que estar tanto tiempo delante de una pantalla electrónica puede llegar a ser muy perjudicial para la salud.

De hecho, según un estudio publicado en el Journal of Public Health, puede llegar a comprometer nuestro cerebro, causando trastorno del sueño e incluso síndrome metabólico.

Por eso, no es extraño que -a veces- se sequen nuestros ojos. Sobre todo teniendo en cuenta que tendemos a parpadear menor, lo que puede causar tensión, irritación y visión borrosa.

Para ayudar a este respecto, los optometristas recomiendan dar pausas frecuentes a los ojos que nos permitan recuperar la lubricación natural. Como, por ejemplo, la regla 20-20-20: cada 20 minutos fijar la mirada en algo a 20 pies (5 metros) de distancia durante 20 segundos.

Tener una mala postura

trabajo

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Como explica Vila, “es imprescindible fomentar la ‘cultura preventiva’ y no sólo en el área de prevención de riesgos laborales”.

Tener una buena postura a la hora de trabajar es fundamental para evitar lesiones y dolores crónicos. Los hombros caídos, por ejemplo, provocan una ralentización de la digestión y la circulación.

Un estudio realizado por la Universidad de Auckland (Nueva Zelanda) encontró que las personas que se sentaban con la espalda recta tenían mejor autoestima, mejor carácter y menos temores frente a aquellos que se sentaba con una postura incorrecta. Así pues, para poner remedio a este problema, la mejor recomendación es fijarse uno en sí mismo.

¿Está bien sentado? ¿Pies en el suelo? ¿Puede teclear sin cambiar la postura? Si es así, vas por el buen camino.

Ojo en la cocina

Un solo empleado resfriado puede llenar la cocina de gérmenes

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Hoy en día son muchos los trabajadores que deciden llevarse la comida al trabajo y guardarla en la nevera de la cocina, cuando se tiene.

Un estudio de la Universidad de Arizona determinó que basta con un solo empleado resfriado o con una infección estomacal la puerta del frigorífico, el microondas y la cafetera se pueden llenar de bacterias en dos horas.

Por eso, para evitar caer enfermos es importante asegurarnos que las áreas comunes estén siempre lo más desinfectadas posibles. De la misma forma, debemos lavarnos bien las manos con agua y jabón.

Esto son solamente algunos ejemplos prácticas de medidas que podemos llevar a cabo para trabajar en un entorno más seguro. Como dice la experta de Eulen, “si un trabajador conoce los riesgos y las medidas preventivas de su puesto de trabajo podrá trabajar de una forma segura” y -añade- “por supuesto, siempre con la implicación de la empresa si se trata de un trabajo por cuenta ajena.”