En tiempos de polarización y batallas culturales, uno de los pocos puntos de encuentro entre los conservadores y los progresistas es la monogamia. El sistema se construye en base a parejas heterosexuales que se juran amor eterno y se reproducen, pero eso podría estar cambiando. ¿Hay otras maneras de relacionarse? ¿Se puede tener relaciones sanas con más de una persona a la vez? ¿Por qué si aparece otra persona en nuestra vida estamos condenados a la infidelidad o la ruptura?
Roger (35 años, autónomo) e Iris (31 años, dependienta) llevaban 15 años en una relación monógama y cerrada cuando Emely (25 años) irrumpió en sus vidas. De eso ya hace cuatro, y ahora conviven los tres felizmente en un piso de Sants. Se conocieron en el lugar de trabajo: la Boquería de Barcelona. “Nos cruzábamos al salir de trabajar y empezamos a quedar, y cada vez compartíamos más tiempo y aficiones”, cuenta Iris.
Era como si nos conociéramos de toda la vida, rápidamente empezamos a hacer cosas de pareja
Algo similar les ocurrió a Nando, Víctor y Leo, pareja de tres desde el año 2010. Nando y Víctor (ambos de 51 años) conocieron a Leo a través de una aplicación digital para ligar cuando buscaban un encuentro esporádico para mantener viva la llama de una relación de casi veinte años. Lo que iba a ser algo puntual terminó en romance. “En enero de 2011, le entregamos a Leo las llaves del piso dónde vivíamos, en Gracia”, cuenta Nando, que explica que desde el primer momento hubo una fuerte conexión entre los tres. “Era como si nos conociéramos de toda la vida, rápidamente empezamos a hacer ‘cosas de pareja’”, añade.
España ha pasado de la monogamia como único modelo aceptable a un mapa variado de relaciones que se centran en el pacto. De hecho, el 47,6% de los españoles cree que se pueden tener varias relaciones afectivosexuales a la vez, según la última encuesta del CIS que ha preguntado acerca de la fidelidad y las relaciones abiertas. Un porcentaje casi igual (49,7%) está en desacuerdo. En cuanto a los encuentros sexuales acordados dentro de una pareja estable, son aceptados por un 41,4% de los españoles.
“La monogamia no es una práctica: es un sistema, una forma de pensamiento”, escribe la filósofa Brigitte Vasallo en el libro Pensamiento monógamo. Terror poliamoroso (Traficantes, 2018). “Es una superestructura que determina aquello que denominamos nuestra ‘vida privada’, nuestras prácticas sexo-afectivas, nuestras relaciones amorosas. El sistema monógamo dictamina cómo, cuándo, a quién y de qué manera amar y desear, y también qué circunstancias son motivo de tristeza, cuáles de rabia, qué nos duele y qué no”. ¿Dónde está escrito que el amor es cosa de dos?
El amor es compartir tiempo y experiencias, es convivencia, es ser familia. Nosotros somos familia, amigos y pareja los tres
“El amor es compartir tiempo y experiencias, es convivencia, es ser familia”, dice Roger. “Nosotros somos familia, amigos y pareja los tres”, añade Emily. “Normalmente la gente separa a sus amigos de su pareja, pero nosotros lo hacemos todo juntos, aunque también mantenemos nuestro espacio individual”, remata Iris.
La pareja heterosexual está en crisis. La escritora y académica Asa Seresin acuñó en 2019 el término heteropesimismo para definir la actitud de decepción, vergüenza y desesperación del estado de las relaciones monógamas heterosexuales. Cada vez resulta más complicado creer en la ‘media naranja’: una única persona que cubra plena y satisfactoriamente tu sexualidad, tus afectos y sentimientos y también te satisfaga en el plano intelectual y cultural, con quién pasar el tiempo libre y las vacaciones. “Terror poliamoroso es el pavor, también real, a no tener a nadie que organice la vida contigo y entorno a ti. Todos estos terrores son reales: en un mundo montado por y para la pareja, cualquier otra opción de vida es un vértigo constante”, apunta Vasallo.
¿Qué es el amor?
Una familia con más de un papá y una mamá
“Querida mamá, voy a tener un hijo mío con mi marido y mi mujer.” La escritora Gabriela Wiener escribió en 2018 una carta a su madre, publicada en La Revista de la Universidad de México, para informarle cuál era su modelo familiar: uno compuesto por una pareja de tres entre un hombre y dos mujeres y los hijos que éste había tenido con cada una de ellas. “Sí, claro que como sospechas los amores múltiples también pueden ser amores efímeros, desechables. Ese individualismo, ese consumismo, ese liberalismo a ultranza en los afectos, ese consumir un cuerpo para luego ir detrás de otro, existe en relaciones monógamas y no monógamas. El poliamor no es el paraíso comunista que tú y papá soñaron en lo social, me temo. Por eso, no es nuestra ‘situación sentimental’ o ‘estado civil’ lo que nos hace particulares sino lo que hacemos con ese tipo de vínculo elegido.”
Roger, Iris y Emily también quieren formar una estructura familiar similar en el futuro, “cuando las condiciones económicas lo permitan”, apuntan. Los hijos no entran en los planes de Nando, Víctor y Leo. “Entre los tres sumamos 14 sobrinos y ya somos tíos abuelos, somos los trititos”, cuenta Víctor. Lo que sí les gustaría es poder formalizar su relación a tres. Nando y Víctor se casaron en 2006, poco después de que se aprobara el matrimonio homosexual en España. En 2012, hicieron una ceremonia simbólica para los tres. Hoy por hoy las relaciones poliamorosas no están reconocidas en nuestro país ni tienen amparo en nuestra legislación.
¿Cualquier otra opción de vida es un vértigo constante? “En absoluto. Para nosotros ha sido todo muy natural. Al mes de conocernos hicimos una cena para presentar a Leo a todos nuestros amigos”, explica Nando. “Jamás hemos tenido la necesidad de esconderlo a nuestras familias, que lo han visto como algo normal desde el primer día”, añade Víctor. “Cuando se lo conté a mi madre, me vio tan feliz que sacó el champán”, dice Leo. “No nos han hecho ni una sola pregunta. Nuestros padres tenían una mente más abierta que la de muchos jóvenes de hoy en día”.
Obstáculos legales
Encajar en un mundo pensado para la pareja
Un amparo legal mejoraría algunas cuestiones. “Ahora mismo, si a Nando o a Víctor les pasa algo tendrían una pensión por viudedad, algo que me deja fuera a mí, por ejemplo. O si los padres de alguno de ellos mueren, no tengo derecho ni a un día libre en el trabajo”, apunta Leo. “Nos gustaría la aprobación del matrimonio de tres en España, como ya ocurre en otros países. Y también la opción de ir a un hotel y poder pedir una cama triple. El mundo está diseñado para parejas”, añade.
Un amparo legal mejoraría algunas cuestiones. “Ahora mismo, si a Nando o a Víctor les pasa algo tendrían una pensión por viudedad, algo que me deja fuera a mí, por ejemplo. O si los padres de alguno de ellos mueren, no tengo derecho ni a un día libre en el trabajo”, apunta Leo. “Nos gustaría la aprobación del matrimonio de tres en España, como ya ocurre en otros países. Y también la opción de ir a un hotel y poder pedir una cama triple. El mundo está diseñado para parejas”, añade.
Nos gustaría la aprobación del matrimonio de tres en España. Si a Nando o a Víctor les pasa algo tendrían una pensión por viudedad, algo que me deja fuera a mí
El discurso mediático propone las relaciones no-monógamas como algo fácil y superficial, para gente promiscua, alérgica al compromiso y con pocas ganas de comprometerse. Pero, ¿hay espacio para los celos? ¿Cómo se gestionan el tiempo y los cuidados para atender de manera responsable a más de una persona? Los celos aparecen del mismo modo que lo hacen en una pareja heterosexual normativa y acostumbra a haber un período de adaptación cuando aparece una tercera persona. “Al principio tuve celos porque veía que no existía la misma complicidad conmigo que tenían entre ellos”, confiesa Emily. “Pero a los pocos meses se me pasó”.
Amar a más personas no significa necesariamente amarlas mejor, sino lo contrario: hay más gente susceptible de ser dañada y por eso la responsabilidad afectiva debe ser mayor. Una buena comunicación y gestión emocional por parte de todos los miembros de la relación es clave para el éxito. “Lo que funcionó fue eso: ni lo planteamos, ni lo buscamos, simplemente surgió y de ahí el éxito, nunca nos hemos escondido”, resume Iris. Una relación poliamorosa no tiene porque ser mejor ni peor. Simplemente, es.
La no monogamia consensual o ética abarca varios modelos de relación, entre ellos, el poliamor, las relaciones abiertas y el swinging. ¿De qué estamos hablando en cada caso?
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