Cómo saber si eres adicto al móvil y cómo dejarlo
Ocho simples trucos para usar menos el móvil
No dejar de mirar el móvil cuando estamos con otras personas, ir al cine y no ser capaces de no molestar al resto de espectadores con la luz de la pantalla de nuestros teléfonos, dormirse tarde por no poder dejar de mirar las redes sociales, cruzar la calle sin mirar por ir hablando por Whatsapp...
“Es difícil percibir la cantidad de tiempo innecesario que le dedicamos al móvil”, explica Ignacio Blasco, psicólogo de la Asociación de Ludopatía y Nuevas Adicciones.
Todavía más complicado es reconocer “cuando estamos usando el móvil porque queremos acceder a una información y cuando lo hacemos para evitar un malestar personal. Es decir, cuando chequeamos nuestras redes o lo que sea de una forma evasiva, con el propósito de sentirnos mejor y obtener una recompensa”, razona el psicólogo.
De hecho, solemos pensar que usamos nuestro Smartphone la mitad de lo que lo hacemos en realidad, concluye un estudio elaborado por investigadores de distintas instituciones británicas, como la Universidad de Lancaster y la Nottingham Trent University.
Los investigadores analizaron a un grupo de adultos jóvenes, con edades comprendidas entre los 18 y los 33 años, durante dos semanas para comprobar cuánto tiempo usaban el móvil. Los resultados: el promedio diario está en las cinco horas.
Para comprobar si somos adictos, los expertos proponen un ejercicio sencillo: “en primer lugar darse cuenta de si notamos cierta intranquilidad o incluso tristeza si no tenemos el teléfono cerca. Pero, la clave para comprobarlo está en querer reducir su uso y no poder”.
Si no somos capaces de darnos cuenta por nosotros mismos, existen distintos tests y aplicaciones para averiguar si el móvil controla nuestro tiempo: como un cuestionario online que ofrece la OCU o aplicaciones como BreakFree.
En caso de que nuestro el resultado sea negativo, no tenemos que alarmarnos. Blasco nos ad algunos consejos con los que podremos superar la “nomofobia” (fobia a estar sin el móvil):
1. Limitar las horas de uso del teléfono: establecer unas pautas entre las veces y las horas que lo miraremos por ocio y diferenciarlas de las veces y las horas que lo miraremos por trabajo.
2. Silenciarlo: ser capaces de concentrarnos en lo que estemos haciendo sin estar pendientes de las notificaciones o sin buscar en el móvil una evasión ante tareas que no nos apetece realizar.
3. Configurarlo a nuestro gusto: para evitar que suene si estamos trabajando o para contribuir a que no estemos constantemente pendientes del dispositivo.
4. Llevar un registro de nuestro uso: darse cuenta del tiempo real que usamos el móvil y de qué causa que recurramos al mismo ayuda a que seamos conscientes de que debemos frenar su uso.
La psicóloga clínica Lisa Strohman, autora de Unplug: criar a los niños en un mundo adicto a la tecnología, añade otros trucos a esta lista:
5. Evitar usar el móvil a primera hora de la mañana: muchas personas lo chequean por primera vez desde la cama y el efecto, explica la experta, es que iniciemos el día con más estrés del recomendable.
6. No tenerlo a la vista: si estamos en una cena o con nuestros familiares y amigos, podemos darnos permiso para comprobarlo en intervalos razonables que Strohman sitúa en torno a los 20 minutos, pero guardaremos el móvil el resto del tiempo.
7. Rendir cuentas ante otros: como en el resto de las adicciones, Strohman recomienda comunicar a nuestro entorno que vamos a dejar de usar el teléfono en situaciones determinadas.
8. Dejar de usar el móvil antes de acostarnos: la experta explica que desconectarse de la tecnología un par de horas antes de ir a dormir es la mejor manera de garantizar que conectamos con el mundo real y con nuestro descanso.