Johann Hari: “Cuando empecé a tomar Ozempic, pensé que estaba haciendo trampas”

Medicamento para adelgazar

El escritor investiga en ‘Adelgazar a cualquier precio’ el origen y las implicaciones del “fármaco milagro” contra la obesidad que se ha hecho célebre en EE.UU y ya ha llegado a España. Lleva 2 años tomándolo.

Johann Hari ha investigado y probado en primera persona Ozempic, un medicamento que reduce el peso en más de un 20%

Johann Hari ha investigado y probado en primera persona Ozempic, un medicamento que reduce el peso en más de un 20%

David Harriman

Johann Hari nació en 1979, justo cuando la tasa de obesidad en Occidente indicaba lo que llama un “crecimiento supersónico”. Hijo de una madre escocesa amante de los precocinados para microondas y de un padre austriaco, chef de profesión, que usaba las ensaladas como castigo, el periodista y divulgador siempre había tenido una relación neurótica con la comida y con su cuerpo. 

Tras la pandemia, decidió tomar la nueva droga milagrosa, el Ozempic, y tal y como había hecho antes con su depresión, que analizó en el libro Conexiones perdidas, o con la pérdida de atención, que trató en El valor de la atención (ambos editados por Península), partió de su historia para contar la de muchos. En Adelgazar a cualquier precio (Península) investiga el fenómeno Ozempic, un medicamento que considera un hito histórico a la altura de la píldora anticonceptiva, desde sus muchos riesgos y efectos secundarios a sus dimensiones morales, políticas y económicas.

Un científico que trabajó en su investigación me dijo: hemos dado con el código que controla el apetito humano. Tiene enormes implicaciones 

Johann HariEscritor

¿En qué punto está ahora?, ¿sigue tomando Ozempic?

Sigo tomándolo, sí. Llevo más de dos años. Todos mis libros parten de un misterio que quiero resolver. Cuando empecé a escribir este libro tenía 43 años, estaba a punto de cumplir la edad que tenía mi abuelo cuando murió de un infarto. Y había sido obeso casi toda mi vida adulta. Una de mis mejores amigas había muerto por un problema relacionado con la obesidad. Y cuando supe que existía este hito científico descomunal, un medicamento que te permite perder como el 15% de tu masa corporal en 18 meses, quise investigarlo. La obesidad es la principal causa de muerte en Occidente. Si tenemos una droga que puede terminar con eso, hay que pensarlo con mucho cuidado. Así que decidí tomarla y empezar un viaje por todo el mundo, que me llevó de Islandia a Japón entrevistando a expertos, científicos y a los mayores críticos de las glutamidas. En Estados Unidos, el 20% de la población ya la ha tomado. Tengo la sensación de que en España, por lo que percibo, aun se ve como una especie de moda pasajera y hay que ser claro en esto: no lo es. Como me dijo un científico que trabajó en su investigación: hemos dado con el código que controla el apetito humano. Tiene enormes implicaciones para todos.

En el libro cuenta los distintos estados por los que va pasando, incluidos los bajones de ánimo. ¿Lo compararía con los antidepresivos, que tomó durante 14 años, en el sentido de no sentirse uno mismo?

Al principio, uno se siente muy extraño para bien y para mal. Nunca olvidaré que el segundo día de tomarlo, me desperté, estaba en la cama y me sentía raro. No sabía por qué. Entonces me di cuenta: no tenía hambre. Antes de eso, cada día de mi vida hasta que alcanza mi memoria me despertaba con hambre y lo primero que hacía era comer. Cada mañana iba a un sitio al lado de mi trabajo y me pedía un bocadillo gigante de pollo con mayonesa. Esa mañana me lo pedí también pero no pude acabármelo y la camarera, Denise, me preguntó: ¿estás bien? Realmente te suprime el apetito. En el libro hablo de las cinco razones por las que comemos y solo una es fisiológica, el resto son psicológicas, comemos para reconfortarnos y tranquilizarnos, y cuando perdemos una de las maneras de calmarnos, eso también te puede hace sentir mal.

Lee también

La trampa de Ozempic

Susana Quadrado
OVIEDO (ASTURIAS) 05/06/2024.- Dos envases del medicamento Ozempic contra la obesidad y la diabetes, cuyo desarrollo ha sido posible gracias a los avances logrados por los expertos en endocrinología Daniel J. Drucker, Jeffrey M. Friedman, Joel F. Habener, Jens Juul Holst y Svetlana Mojsov, que han sido galardonados este miércoles con el Premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica 2024, en Oviedo. EFE/ J.L.Cereijido

Gran parte del ensayo está dedicado a listar y detallar los 12 posibles efectos secundarios y consecuencias de tomar agonistas del receptor del GLP-1 (Ozempic, Wegovy, Mounjaro). Desde que lo publicó, se han descubierto nuevos. Dos estudios en Dinamarca y Noruega relacionan la semaglutida con un tipo de ceguera. ¿Hasta qué punto es una apuesta arriesgada tomar estos fármacos?

Hay algo menos arriesgado para terminar con la obesidad: el ejercicio y la dieta. Está demostrado que eso funciona para el 15% de la gente. Pero el 85% restante necesitamos otras soluciones y estos medicamentos nos lo han dado. Tienes que comparar los riesgos de seguir siendo obeso con los de tomar estos medicamentos. Y lo que más me chocó de toda la investigación que hice fue comprobar lo terrible que es la obesidad. Siempre lo he sabido, desde los siete años. Pero me asombró la evidencia. 

Si eres obeso, tienes más probabilidad de tener cáncer, problemas cardíacos, infartos, demencia. Si eres obeso a los 18, tienes un 70% de desarrollar Diabetes tipo 2, y en consecuencia tienes una media de 15 años menos de esperanza vida, incluso con la insulina. El Doctor Max Pemberton, uno de los principales investigadores de la diabetes en Reino Unido, me dijo que si tuviera la opción de escoger entre padecer VIH o diabetes, preferiría VIH porque al menos, con medicación, tienes una esperanza de vida similar al resto de la población.

Así que tienes una evidencia científica enorme de todos estos riesgos, contra los riesgos del Ozempic, que no son pequeños. Hay efectos secundarios inmediatos. Todo el mundo siente náuseas, que en mi caso no fueron terribles; también estreñimiento, grave para alguna gente. Uno de los investigadores que entrevisté, Carel LeRoux, me dijo: hay dos tipos de medicamentos, los que tienen efectos secundarios y los que no funcionan.

Tienes que comparar los riesgos de seguir siendo obeso con los de tomar estos medicamentos. La obesidad es un problema, no un pecado a castigar

Johann HariEscritor

¿Se ha sentido juzgado por tomar Ozempic?

No sé si la gente me juzgaba, pero yo sí que me juzgaba. Cuando empecé a tomarlo, pensaba: estoy haciendo trampas, estoy haciendo algo inmoral. Uno de mis mejores amigos toma estatinas para sus problemas coronarios. Nunca se me ocurre pensar que hace trampas. Estaría loco si lo hiciera, pero está muy integrado en nuestra cultura pensar en la obesidad como un pecado. La gula es uno de los siete pecados capitales. Admiramos las formas de pérdida de peso que implican sufrimiento y dolor. Cuando Oprah Winfrey perdió peso por primera vez, contó la agonía que había sufrido, y todo el mundo la admiró. Ese es el camino que admiramos: vas al infierno y te perdonamos. Pero con el Ozempic, pecas y no pagas ningún precio por ello. ¿Por qué debería alguien como yo tener el aspecto de Lance Amstrong?, ¿por inyectarme una vez a la semana? Pero la obesidad no es un pecado, es el producto de un ambiente disfuncional.

La obesidad estalla allí donde las sociedades pasan de comer mayoritariamente productos frescos a alimentos procesados y ultraprocesados. Este tipo de alimentos limitan nuestra capacidad de sentir saciedad y, eventualmente, de dejar de comer. Esto no es culpa nuestra. ¡No nos lo inventamos! No tiene sentido llamar pecadores y tramposos a gente enferma. Tenemos un problema que resolver, no un pecado que castigar.

¿Qué diferencias estamos viendo ya en el uso de estos medicamentos en países como el suyo, Reino Unido, con una sanidad pública universal y un uso controlado, y otros como Estados Unidos, donde interviene el mercado?

En siete años, el coste habrá bajado a un euro al día, calculo, habrá una píldora diaria y para entonces el 40% de la población en un país como España estará tomando estos medicamentos. Lo interesante es ver qué pasa hasta entonces, porque implica un gran coste para la sanidad pública. De los 12 riesgos que escribe en el libro, puede que alguno termine siendo peor o puede que se conozcan efectos nuevos, pero los diabéticos llevan 20 años tomando Ozempic y si hubiera un efecto catastrófico para un número significativo de pacientes, lo sabríamos ya. Asumiendo que no haya un riesgo que no conocemos, esto va a cambiarlo todo, como los antidepresivos y la píldora anticonceptiva. Es un descubrimiento científico que define a toda una generación.

Lee también

Escribe sobre su amiga Hannah, con la que se daban enormes atracones, pero que falleció. ¿Se encuentra a veces pensando que si hubiera conocido esta generación de fármacos seguiría viva?

Mi amiga tuvo una serie de enfermedades generadas o empeoradas por la obesidad y finalmente murió de un ataque al corazón. La gente no suele decir: “mi tía murió por obesidad”. Dicen: “mi tía tuvo un infarto”. Pero la obesidad es la causa de muchas enfermedades y tiene un enorme coste en vidas humanas, además te hace más difícil disfrutar de la ida. Todo el mundo que lea este artículo conocerá a alguien a quien querían y que murió demasiado joven por la obesidad. Mi amiga tenía solo 46, le quedaban 40 años de alegría. Era muy divertida. Debería estar riéndose en este mismo momento. La solución a largo plazo es arreglar el problema que tenemos con la industria alimentaria. Los fármacos son solo una trampilla en la puerta, arriesgada y oxidada, pero una trampilla al fin y al cabo.

Hay un peligro real en la gente con desórdenes alimentarios que usa Ozempic para seguir adelgazando

Johann HariEscritor

A menudo, la percepción popular es todavía la de “la droga de los famosos”, o de la alfombra roja. De hecho, usted supo de ella en una fiesta con celebrities.

Hay que distinguir dos tipos de personas que toman Ozempic: los que son obesos o con sobrepeso y los que ya están delgados y quieren estar esqueléticos. Estuve en el programa de Piers Morgan con una protagonista de un reality muy famoso, The Real Housewives of New Jersey, y me dijo: todas lo tomamos. Y todas ellas estaban ya muy delgadas. No las juzgo. A las mujeres se las hace sentir fatal por sus cuerpos y entiendo por qué pasen estas cosas, pero es importante que la gente que no está obesa no tome estos fármacos porque hay riesgos significativos, y hay un peligro real en la gente con desórdenes alimentarios que usa Ozempic para seguir adelgazando. Un fármaco así es como el fuego: es genial si lo uso para calentar mi casa, es terrible si lo uso para quemar la tuya.

Lee también
Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...