Aunque se puede tratar de prevenir, en la medida de lo posible, resulta casi inevitable que surja algún que otro conflicto, en el mejor de los casos. Puesto que esto siempre dependerá de la naturaleza del lugar de trabajo en cuestión, si se trata de un entorno laboral tóxico, a qué nivel de estrés están sometidos los trabajadores y otros tantos condicionantes más. Los motivos suelen ser variados, desde falta de recursos, problemas en la comunicación, personalidades opuestas, diferentes visiones de trabajo, luchas de egos o incluso presiones. Sea como sea, siempre puede surgir un problema, por lo que es importante que se haga uso de la psicología en el entorno de trabajo.
Esto se debe a que la forma en la que un conflicto se gestiona supone la diferencia entre un ambiente productivo y otro negativo, según explica el psicólogo Javier Ares Arranz. En este sentido, la inteligencia emocional cumple con un papel fundamental para que los trabajadores sean capaces de resolver problemas de forma sana y positiva, lo que permite mantener esas relaciones laborales de manera saludable.
¿Cómo hacer uso de la inteligencia emocional para resolver conflictos en el trabajo?
La inteligencia emocional representa un concepto que puede visualizarse de forma ambigua, por lo que conviene aclarar en qué consiste. El psicólogo Javier Ares Arranz lo describe como la capacidad de una persona a la hora de reconocer, comprender y gestionar tanto las emociones propias como las de otra persona. Esto se compone de cinco aspectos: la autoconciencia, la autorregulación, la motivación, la empatía y las habilidades sociales. Sin embargo, ¿cómo se puede aplicar esto al entorno laboral? El especialista recomienda emprender una serie de acciones para conseguirlo.