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Paola Roig, la psicóloga que desmonta las teorías sobre la crianza: “Hay que volver al sentido común”

Crianza

Paola Roig es psicóloga perinatal y psicoterapeuta, y acompaña a madres en el embarazo, el postparto y crianza. Realiza divulgación en las redes. Ahora publica 'La crianza imperfecta' 

Paola Roig pide dejar de "infantilizar a padres y madres"

Rosanna Carceller

Las madres y padres ya no podemos tener más información y advertencias de cómo debemos hacer las cosas: el colecho, la lactancia materna, la gestión de las rabietas, el calzado respetuoso… “No quería seguir contribuyendo, no hace falta más. Está muy bien la teoría, pero dejemos de infantilizar a padres y madres y confiemos en nuestros recursos".

Lo dice Paola Roig, psicóloga y madre que codirige el proyecto 'Pell a pell' de psicología perinatal y que hace divulgación también en las redes sociales y con el podcast La vida secreta de las madres. Ahora acaba de publicar La crianza imperfecta (Bruguera) y el subtítulo del libro lo dice todo: Porque no puedes llegar a todo, y está bien así.

Basta con poder atender a las criaturas una de cada tres veces que te reclaman; nos hemos pasado de frenada con la exigencia y la información

Paola RoigPsicóloga perinatal y psicoterapeuta

“Cómo poner límites, cómo controlar rabietas, cómo hacer el baby led weaning… La teoría nos ayuda, pero lo que digo en el libro es que las teorías deben adaptarse a cada uno. ¿Te apetece dar el pecho? ¿Te apetece el colecho? Todo esto no debe afectar a lo que es realmente importante entre tú y tu criatura, que es el vínculo”, dice Roig a RAC1. En nuestra conversación, desmonta los dogmas más habituales de la maternidad y crianza.

Tú dices que no podemos ser madres perfectas, sino madres “suficientemente buenas”. ¿Qué significa?

Una madre, cuando le dije esto, se cabreó. “¿Suficientemente buenas? ¡Eso no es suficiente, quiero ser excelente!”. Reivindico el concepto de Donald Winnicot, de 1953, que decía que es imposible ser madres perfectas. Si eres perfecta, ¡qué peso para tu hijo, que tendrá que ser también perfecto! Basta de exigencia y dogmas”.

¿Y cómo es la madre lo suficientemente buena?

Es aquella que está presente y disponible a veces, no siempre. Hay una cifra que dice que basta con estar presente una de cada tres veces, que basta con poder atender a las criaturas una de cada tres veces que te reclaman, ¡es un 30%, sólo! Piense que nos exigimos el 100%. La madre bastante buena entiende a la criatura, y atiende a la necesidad cuando puede.

Educamos y criamos a padres, madres, abuelos… ¿Por qué pones el foco en las madres y no también en los padres hombres?

El libro lo pueden leer los padres y sentirse identificados, pero hay una reivindicación para mí. La mayoría de las personas que me leen y siguen son mujeres (el 90%) y, por tanto, no quiero hablar en masculino. Hay un punto político de decir madres, utilizando el femenino genérico. Digo madres, pero hago referencia a padres, familias, crianza. Debemos pensar que la madre al principio es quien asume el peso de todo esto, por un tema biológico, que después se debe ir equiparando.

Estamos en un momento en que hay madres que quieren estar muy presentes y quizás no dejen espacio al padre o a los abuelos. ¿Por qué ocurre esto?

Veníamos de nuestras madres trabajadoras, que estaban fuera de casa e hicieron toda la reivindicación laboral, y ahora con esto de la crianza respetuosa hemos vuelto a estar en casa... Y creo que debemos ir a un punto intermedio, a poder delegar. La corresponsabilidad es trabajo de dos, y las mujeres debemos aprender a soltar, porque estamos condicionadas por el mandato patriarcal. Nosotros debemos soltar, y los hombres deben ir cogiendo.

Cuando no eres madre, es fácil juzgar; cuando te ves allí asumes que tienes que hacerlo fácil, hacer lo que puedas

Paola RoigPsicóloga perinatal y psicoterapeuta

Para hacer la lactancia materna cómoda por la noche, muchos padres terminan en el sofá o en otra habitación, por demanda de la madre o por voluntad propia. ¿Cómo lo ves?

Si la madre da el pecho y necesita estar cómoda, ella debe tener más capacidad de decisión en este tema, porque su salud está en peligro. Pero colecho no significa desterrar al padre de la cama. Conozco familias en las que el padre duerme en otra habitación, pero tienen una unidad familiar fortísima. El problema quizás en el fondo es si hay o no unidad de pareja.

Dices que todo el mundo es la mejor madre antes de ser madre. Es curioso.

Sí, la maternidad es un “yo nunca, nunca” eterno. Cuando no eres madre, es tan fácil juzgar, “yo nunca sacaré la teta fuera”, “yo nunca les dejaría el móvil en un restaurante”, “yo no les daría esto para comer”… La maternidad y la paternidad te atraviesan el cuerpo entero, y cuando te ves allí te das cuenta de que tienes que hacerlo fácil y tienes que hacer lo que puedas. Todo el mundo opina de todos los temas, hay que dejar de juzgar, y las madres no debemos tomarlo como algo personal.

Las mujeres debemos aprender a soltar, porque estamos condicionadas por el mandato patriarcal

Paola RoigPsicóloga perinatal y psicoterapeuta

Con el embarazo y el parto hay juicios de la sociedad y culpabilidades. Dices: “Si debemos justificarnos por pedir la epidural, algo estamos haciendo mal”. ¿Nos hemos pasado de la raya con las teorías del parto natural?

Nos hemos pasado de frenada con la exigencia y la información. Tengo derecho a saber las ventajas, a saber lo que implica la epidural, pero también tengo derecho a pensar en qué es lo mejor para mí en cada momento. Si una madre se siente culpable por pedir la epidural es que la información no está llegando bien. Hay que bajar el dogma y la exigencia, la rigidez.

Después del parto, los juicios de lactancia. ¿Por qué tanta guerra, pit-biberón?

En las redes sociales todo se polariza mucho, blanco o negro… En la vida real nunca hay tanta guerra, cada persona tiene dolor y dificultad. Como estamos inseguras con lo que estamos haciendo, nos remueve y nos ponemos a la defensiva. Hay que pensar que lo que hacen otros no cuestiona lo que hago yo. Sabemos sobradamente las ventajas de la lactancia, pero a menudo no hacemos lo que queremos, hacemos lo que podemos.

El objetivo es que la criatura se nutra y sea un momento de tranquilidad. Si el niño mientras come mira a la madre y ve que está tensísima porque está convencida de que el pequeño se atragantará, estamos perdiendo el norte con la teoría. Está bien el BLW (Baby Led Weaning), pero cada madre debe poder adaptarlo a su experiencia y al sentido común.

La estimulación del bebé en casa es también un tema que las familias buscan mucho en Google. Antes no nos estimulaban de otra forma que viviendo con la familia. ¿Es necesario?

Las madres millennials vivimos en la era de la información. Lo que más necesita un bebé es su familia, su padre, madre, tíos, abuelos. La estimulación más profunda está en la relación, y la relación es independiente de los juguetes Montessori, del baby led weaning, del colecho o de la teta. En el libro reivindico la maternidad del sentido común.

Con las pantallas, como con el azúcar en los niños, siempre vamos a los extremos. 'Azúcar' sí no es dar Bollycaos a niños de siete meses, hablamos de un uso ocasional. No es lo mismo que un niño esté ocho horas al día con la tablet, que una madre que está sola en casa con los niños necesite hacer la cena y le ponga 20 minutos de La patrulla canina. La alimentación precaria o el uso precario de las pantallas tiene que ver con el sistema, que nos dificulta todo.

A la mayoría de nosotros nos han pegado alguna colleja: queremos pasar de eso a que no se nos escape ni un grito, y no se puede...

Paola RoigPsicóloga perinatal y psicoterapeuta

Te sale un grito un día y quizás tienes sentimiento de culpabilidad una semana…

A la la mayoría de nosotros nos han gritado y nos han pegado una colleja o una bofetada. Queremos pasar de eso a que no se nos escape ni un grito en la crianza. No se puede. Debemos intentar que no ocurra, pero debemos ser amables con nosotras mismas.

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Llega la abuela para pasar una tarde con la criatura. ¿Le debemos decir que no le puede dar golosinas ni poner en marcha la tele?

Los niños se enriquecen de las relaciones: si tu madre hace comentarios desafortunados, o chantajea a la criatura... es la abuela. Si soltamos la exigencia con nosotros mismas, también habría que suavizarla con el entorno, con la maestra, el tío…

Dices que hay culpa en las madres si piensan "me aburre estar con mi hijo" en algún momento. ¿Es difícil estar presentes con los hijos con el ritmo que llevamos?

Debemos quitarnos la culpabilidad. Estar con un bebé es como meditar, cómo estar contigo misma, ¡y eso cuesta mucho! Primero, desculpabilizar, si te aburres, no es que seas mala madre. Para empezar, si quieres estar presente, debemos hacerlo unos minutos al día, dejo el móvil en una habitación y lo hago poco a poco, lo miro, la mimo, estoy presente, y poco a poco podemos ir alargando este rato .

Si se convierte en una obligación, no sirve. Disfrutar de ser madre es importante, pero no siempre se puede disfrutar de ella.

Este artículo fue publicado originalmente en la web de RAC1.