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Este es el número de regalos óptimo que deben recibir tus hijos estas Navidades

Según la ciencia

La regla de “menos en más” podría cobrar más fuerza y significado que nunca

Siguiendo esta regla ayudarás a mantener la ilusión de los más pequeños de la casa

No por tener más y acumular cosas se es más feliz, de esto no cabe la menor duda. Sin embargo, a la hora de llevarlo a la práctica, nos cuesta. ¿Por qué? puede parecer muy sencillo, pero a la vez es complicado. Todos queremos ser parte por unos instantes de la felicidad de nuestro pequeño ser querido, ya sea primo, sobrino o nieto, cuanto menos nuestro propio hijo. Y aquí comienza el dilema.

Tíos, abuelos, amigos de ambas partes, todos quieren participar en el regalo. Y por esa regla de tres, en las familias numerosas, el número de obsequios podría excederse hasta límites insospechados, y la verdad, que inconcebibles también. Una reciente investigación científica publicada en la revista científica Infant Behavior and Developtment y llevada a cabo por la Universidad de Toledo en Ohio (Estados Unidos), asegura que se podría medir el nivel de satisfacción, en obsequios, para los niños.

Porque, seamos francos, cuantos más regalos reciba el niño, antes se va a cansar de jugar con ellos y menos los va a valorar, aparte de que va a querer cada vez más y más cosas nuevas para su estímulo y goce permanente. Esta norma es muy sencilla y se denomina “la regla de los cuatro”, adoptada ya por muchas familias.

La regla de los cuatro y su significado

Y ¿qué significa este número? Desde luego, no está escogido al azar. Estas son las razones por las que este número podría llegar a ser muy relevante e incidir en el correcto desarrollo de los pequeños.

1. Un regalo que quieran y deseen mucho con todas sus fuerzas (si además es con todo el corazón, mejor).

2. Un regalo que necesiten. Aquí podría ya variar en número, pero si nos ceñimos a uno, se trataría de escoger algo que encajemos en lo muy necesario, tipo mochila o accesorios para el colegio, por ejemplo.

3. Un regalo para vestirse. Un par de calcetines o un pack de tres, unas toallas o un pijama, por ejemplo, ya que, con un poco de suerte, seguro que también le gusta mucho.

4. Un regalo para leer. Libros, cuentos, cómics... la lectura durante la infancia es de obligado cumplimiento, casi que en este apartado se podría hacer una excepción y regalar uno o dos cuentos infantiles sobre algunos de sus personajes favoritos para ayudarles a estimular su imaginación.

Niños con más de ocho juguetes a la vez

Frente a esto, la psicóloga y especialista en psicología perinatal e infanto-juvenil del Hospital Quirón Salud de Toledo, Cristina Pozo, asegura que esta regla puede ser una forma de poner límites a los familiares y amigos y ayudarles a comprender las necesidades reales de los niños. “Aún así, podemos ser flexibles y ajustar los regalos a cada caso. No creo que haya que fijar un número exacto de regalos, sino utilizar el sentido común, ya que no se trata solo del número, sino del tipo de regalo que se entrega a cada niño”, comenta.

El estudio norteamericano descubrió que los niños pequeños con menos juguetes eran más creativos y estaban mucho más centrados que los que contaban con más juguetes. Así que, cuando los investigadores les dieron a los niños menores de tres años, primero dos, luego cuatro y así sucesivamente hasta dieciséis juguetes, aquellos que contaron con solo un par de ellos, los utilizaban por más tiempo, y lo hicieron de manera más creativa, estimulando así su creatividad.

A menor cantidad de regalos, más creatividad

“Esto les permitió explorar y jugar de manera más creativa y desarrollar su imaginación desde distintos enfoques”, escribieron los investigadores en el informe, concluyendo que “tener menos juguetes promueve el desarrollo y un juego saludable en los niños”.

Para Pozo, el exceso de regalos puede llegar a bloquear y estresar a los niños demasiado. “Más de ocho regalos podría ser contraproducente, sería recomendable reducir el número y , en el caso de no ser posible, gestionar su uso para evitar la dispersión y facilitar la atención y la concentración”, explica. La misma conclusión que extraen los autores del estudio, que concluyeron que los padres, los colegios y las guarderías deberían guardar la mayoría de sus juguetes e ir rotando tan solo un pequeño número de forma regular, para alentar a los niños a ser más creativos y mejorar su capacidad de atención.