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Patricia Ramírez, psicóloga: “Los séniors tienen que poner límites para que los demás no abusen de su tiempo, es momento del autocuidado”

Longevity

Ramírez, con más de un millón de seguidores en redes sociales y varios premios por su labor de divulgación, da algunas pautas para que los mayores aprovechen su tiempo y vivan un envejecimiento pleno

“Los abuelos son abuelos y tienen que ejercer a su manera, tiramos de ellos y no les debemos marcar las directrices”, afirma la psicóloga

Patricia Ramírez

Toni Galán

A Patricia Ramírez —archi popular en redes sociales como Patri Psicóloga— sus seguidoras le preguntaban mucho cómo compaginaba su vida profesional y personal para llegar a todo. Tanto se lo repetían, que decidió escribir Cómo tener tiempo para todo para explicarlo, partiendo de una base: “el síndrome de la vida ocupada, ese querer llegar a todo, que hay actualmente, es imposible”.

Por eso, anima a priorizar, delegar y renunciar, a aprender a “perdernos cosas”, sin agobiarnos. Y, por supuesto, “a no ocuparnos de todo”. Algo que, destaca, ocurre a muchas personas cuando se jubilan:parece que no tienen tiempo para ellas mismas, entre cuidar de los nietos y ayudar a los vecinos. Pero Ramírez advierte, por supuesto, hay que tener una vida activa —si se puede— en la vejez, pero hay que poner límites innegociables para hacer las cosas que te gustan y tus autocuidados.

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La psicología de la vida cotidiana nos ayuda a prevenir o a tratar estados emocionales, tomas de decisiones, cambios de hábitos, para poder tener una vida con sentido

Patricia RamírezPsicóloga

Te has hecho muy conocida por el arte con el que divulgas sobre la ‘psicología de la vida cotidiana’. ¿Qué es y cómo puede ayudar a las personas mayores?

La psicología de la vida cotidiana, a grandes rasgos, es todo lo que nos afecta a la mayoría de personas. Existen trastornos graves sobre la salud mental, como es una depresión grave, un trastorno psicótico, o una ansiedad generalizada que te imposibilita tener tu vida normal.  Pero luego hay muchos más problemas, en menor medida e intensidad, que podemos compaginar con una vida funcional, pero que impiden nuestro bienestar emocional. La psicología de la vida cotidiana nos ayuda a prevenir o a tratar estados emocionales, tomas de decisiones, cambios de hábitos, para poder tener una vida con sentido. La vida con sentido es la que cada uno elija en función de sus creencias y de su escala de valores. Y si tú, tengas la edad que tengas, tienes una serie de valores y creencias, pero llevas una vida que no es coherente con eso, lo normal es que no tengas bienestar emocional.

¿Y, en concreto las personas mayores, qué habrían de hacer para encaminarse a ese mayor bienestar emocional?

Hay que trabajar en el cambio de hábitos, en nuestras motivaciones intrínsecas, en la relación con los demás, la relación con la pareja, la relación con los hijos, con los amigos, compañeros de trabajo, con uno mismo… Para poder estar a gusto con nuestra vida. Está bien recordar que eso se puede hacer a cualquier edad, sería la psicología de la vida cotidiana. Todas esas pequeñas cosas que nos afectan durante el día, actividades que nos restan u otras que nos podrían sumar y que hacemos o dejamos de hacer, que cuidan, o no, de nosotros.

A los séniors les diría que es el momento del autocuidado

Patricia RamírezPsicóloga

¿Qué les dirías a las personas séniors para afrontar su vida cotidiana, con las características especiales que tiene en esa edad?

Les diría que la mayoría han dedicado gran parte de su vida al cuidado de otras personas, de sus padres, de sus hijos, y que es el momento del autocuidado. Eso supone hacer hueco en la agenda y recordar que también poseen una vida propia. Si son independientes cognitiva y físicamente, que traten de conservar esa independencia, haciendo trabajo de fuerza y actividad física de forma regular, relacionándose con amigos, trabajando la mente con nuevos aprendizajes, que valoren el descanso. Y, sobre todo, que se crean que son merecedores de ese autocuidado.

¿Qué importancia puede tener una buena gestión del tiempo para alcanzar una vejez más saludable?

Esta pregunta es muy interesante. Hay muchísima relación entre la gestión del tiempo y una vejez saludable. Porque todo lo que estamos haciendo ahora, lo que resta y lo que suma, va a influir en nuestra vejez. Lo que resta es el consumo de tabaco, de alcohol, llevar una vida sedentaria, el nivel de estrés que soportamos, el no permitirnos el descanso. Todo eso no favorece una salud física ni mental en el futuro. Hoy tenemos que sentar las bases de unos hábitos saludables que cuiden de nosotros, pero que también nos lleven a tener una vejez con mucha más autonomía, tanto física como cognitiva. Hay que trabajar, pero también hacer hueco a las cosas que son innegociables para nuestra salud. Como el descanso, la regulación de las emociones, la ansiedad, crear vínculos con personas con las que podamos tener momentos significativos, practicar ejercicio de manera regular, sobre todo el de fuerza, comer de forma apropiada, reducir el consumo de alcohol o anularlo por completo y, por supuesto, dejar de fumar.

Lo que suele fallar es que te involucras mucho en la vida de tus nietos o te sientes con baja energía y eso te lleva a quedarte en un sillón 

Patricia RamírezPsicóloga

¿Qué suele fallar en la gestión del tiempo, ocurre igual entre las personas mayores?

En la gestión del tiempo suelen fallar muchas cosas, sobre todo que vamos con agendas superapretadas porque interpretamos que eso es sinónimo de éxito. Hasta nuestra autoestima termina dependiendo de la cantidad de cosas que hacemos. En la vejez, claro, tenemos menos cosas que hacer, pero no siempre hemos dedicado tiempo a cuidarnos y hay veces que se llega muy mermado, con poco fondo físico, poca autonomía. Entonces tenemos que pensar que todo eso que no hemos trabajado antes, lo podemos hacer ahora. Una persona mayor jubilada lo que tiene que hacer es dedicar tiempo a su autocuidado. Muchas veces lo que suele fallar es que te involucras mucho en la vida de tus nietos o te sientes con baja energía y eso te lleva a quedarte en un sillón, a descansar y acabas en una vida sedentaria, cuando tendrías que hacer justo lo contrario, encontrar la energía en la actividad física.

¿Cómo influye la organización y la gestión del tiempo a tu salud mental?

Hay una relación directa entre la organización y la gestión del tiempo y la salud mental. Una persona que no dispone de tiempo para descansar y va todo el día con prisa, corriendo de un lado para otro, lo normal es que tenga ansiedad. Y si le robas horas al descanso, le robas horas a tu longevidad. La gente que descansa y duerme más son personas más sanas y más longevas.

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Hay que sentar límites y precedentes, para que los demás no abusen de tu tiempo pensando que no tienes nada que hacer

Patricia RamírezPsicóloga

¿Qué cambios animarías a hacer en ese sentido, para lograr una mejor gestión del tiempo?

Es muy importante que sepamos que, en nuestro horario diario, tenemos que hacer hueco a esas actividades que ahora se llaman de autocuidado, que ayudan a cuidar nuestra salud mental. Ahí tendríamos que incluir la práctica de la actividad física y el descanso reparador. O sea, dormir las horas que necesitamos, porque le robamos horas al sueño para ver la tele, colgar lavadoras, contestar correos o enredarnos con el móvil. También tenemos que buscar tiempo para relacionarnos con gente, para tener 15 o 20 minutos de no hacer nada, para meditar o respirar o tener alguna actividad contemplativa, y para ralentizar un poco nuestra vida. ¡Que vivimos demasiado apresuradamente!

Tus hijos te traen a los nietos, los vecinos te piden ayuda...¿Cómo gestionar el tiempo cuando se trata de responsabilidades familiares y amistosas?

La gente te pasa un montón de responsabilidades porque cree que no tienes nada que hacer. Lo más importante es primero coger una agenda y poner en lo que para ti es innegociable. Esa hora de pilates, yoga, o el ejercicio de fuerza… O te ha dado por aprender un idioma, o vas a clases de memoria para trabajar tu atención y concentración, o a un club de lectura, o los jueves desayunas con amigas. Eso innegociable. A partir de ahí tienes que trasladar a las personas que te rodean, que tú tienes una vida propia, que por dejar de ser productivo a nivel profesional no dejas de ser productivo como persona. La palabra productividad no me gusta, pero para que se entienda, que quieres enriquecerte y seguir sintiéndote joven, con capacidad de aprendizaje. Decir, ‘yo tengo mi vida, te voy a ayudar, pero estos horarios para mí son fijos’. Eso supone sentar límites y precedentes, para que los demás no abusen de tu tiempo pensando que no tienes nada que hacer. Hay que ponerlos, porque eso que para ti es importante significa que está alineado con tus valores.

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Por el modo de familia que solemos tener, ¿crees que a veces tiramos demasiado de las y los abuelos?

Sí, tiramos mucho de ellos. Y no solamente eso, sino que les marcamos las directrices de cómo se tienen que comportar como abuelos. Los abuelos son abuelos y tienen que ejercer a su manera. Tú no puedes delegar a tus hijos en tus padres y decirles que coman esto, que no tomen chuches, etc. O sea, cargarles con esa responsabilidad que ya no tienen. Los abuelos están para contar historias y cuentos, para jugar, para consentir, y para tener otra relación distinta con sus nietos, siempre y cuando no dañen su salud física, por supuesto, ni mental. No vamos a darle a los nietos Gusanitos mañana, tarde y noche. Pero tienen que tener un vínculo distinto. Por eso el vínculo con los abuelos es tan importante, tan incondicional y amoroso, porque están exentos de esas responsabilidades. Y, como padres, tenemos que respetar ese tipo de vínculo y no ser egoístas delegando todo ese trabajo en ellos, que lo que tienen que hacer es descansar.

Primero, respetemos la vida que eligen nuestros padres, y en función de eso preguntemos en qué medida pueden ayudar a portar u ocuparse de los nietos

Patricia Ramírez Psicóloga

¿Cómo aprender a decir no a tus hijos, si llevas toda la vida diciéndoles que sí?

Los abuelos tienen que marcar qué nivel de interacción o de tiempo quieren con sus nietos. Porque hablamos de abuelos pensando en que son personas de 80 años, pero mucha gente con 65 años que se acaba de jubilar, están corriendo maratones y haciendo un montón de cosas. Un señor o señora, con 65 años, hoy en día es físicamente fuerte y con inquietudes, ganas de viajar y de tener experiencias que durante su vida profesional no ha podido tener. También hay una responsabilidad de los hijos e hijas. Primero, respetemos la vida que eligen nuestros padres, y en función de eso preguntemos en qué medida pueden ayudar a portar u ocuparse de los nietos, cuando puedan.

¿Cuáles consideras que son los problemas psicológicos más frecuentes entre personas mayores?

Mucha gente acusa la soledad a raíz de la sensación de no sentirte útil para la sociedad. Porque mientras has estado trabajando y generando un servicio a otras personas, eso repercute en tu autoestima. Llega un momento en que de repente sientes que no haces nada para otros, sino que te encuentras con un montón de tiempo libre. Pero hay personas que, a veces, no saben aprovechar ese tiempo, porque no han cultivado aficiones en su vida y, de repente, se ven paradas.

Lo que no hay que hacer es ese chantaje emocional a los hijos, ‘estoy solo, nadie viene a verme’

Patricia RamírezPsicóloga

¿Cómo gestionar esa soledad?

Hay personas que se sienten solas porque dejan de estar en contacto con las personas con las que trabajaban. Lo que no hay que hacer es ese chantaje emocional a los hijos, ‘estoy solo, nadie viene a verme’. Hay que cambiar eso, que la gente mayor tenga la iniciativa de apuntarse a aficiones que les permitan relacionarse con otras personas, conocer gente nueva y tener esa propia vida.

¿Qué mensaje le darías a una persona que acaba de jubilarse?

Que se cuide y disfrute. Porque una persona con 65 años, con la esperanza de vida actual, le quedan 20 o 30 años por delante. Son muchos y, si nos cuidamos con ejercicio de fuerza, vamos a poder aprovecharlos con mucha calidad. Hay que animar a esa persona a que se cuide a través del ejercicio, de la alimentación, que lleve una vida independiente y que se una a actividades y aficiones que le hagan sentir bien. Que tenga una vida de disfrute. No puedes llegar a casa y apalancarte, encerrarte ahí y pensar que la jubilación es sinónimo de hacerte mayor.

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