Paloma del Río, 64 años: “Con la edad decides a quien no le vas a aguantar más las tonterías”

Vips séniors

La periodista se retiró el pasado septiembre de los micrófonos, tras 37 años en Televisión Española, dedicada a los deportes. “Lo más difícil para mí no ha sido despedirme del trabajo, pero sí despedirme de las rutinas”, asegura en esta entrevista, donde reflexiona sobre la edad, la vida y el deporte de élite

Paloma del Río

Paloma del Río

RTVE

Hace solo unos días la periodista deportiva Paloma del Río recibió el Premio Nacional de Televisión. Casi un año antes, con el Mundial de Gimnasia Rítmica 2023 de Valencia, se retiraba de los micrófonos después de 37 años de trabajo en RTVE, retransmitiendo deportes. Estos próximos juegos sonarán diferentes en Televisión Española, y es que Del Río ha sido quien ha puesto voz a 16 competiciones olímpicas (entre juegos de invierno y de verano): pruebas de gimnasia, de patinaje y de hípica que la han convertido en la banda sonora de los veranos olímpicos en España, y en la gran defensora de las disciplinas minoritarias y de las mujeres deportistas.

Su lucha se centra también en los derechos LGTBIQ+, fue embajadora de los Juegos del Orgullo 2017 y uno de sus últimos trabajos fue el video pódcast de RTVE Play Ya no quiero esconderme, que analizaba la realidad de este colectivo en el deporte español. Sus méritos profesionales le han valido, entre otros premios, las Medallas de Plata y de Oro de la Real Orden del Mérito Deportivo del Consejo Superior de Deportes, dos premios Ondas y el Premio Talento de la Academia de Televisión. Pero su gran premio, más allá de condecoraciones y estatuillas, es haber sacado de Afganistán a una trentena de personas, mujeres deportistas paralímpicas y sus familias, escapando del régimen talibán.

Lo que tienes por delante es mejor que lo que has dejado detrás

Paloma del Río

¿La edad es el salto más difícil?

Seguramente, porque no es fácil ir asumiendo los años. Pero hay que aprender a hacerlo.

¿Cómo se aprende?

Sabiendo que lo que tienes por delante es mejor que lo que has dejado detrás. Cumplir años lo que te produce es tener más experiencia y más sabiduría. Te enseña cómo afrontar las cosas que te vengan y que seguramente has vivido ya. Hay que ser un poco tonto para cometer otra vez los mismos errores, así que es mejor aprender de ellos.

¿Dar este salto te ha dado la misma sensación de taquicardia y sudoración que cuando veías ganar a los mejores deportistas españoles y lo contabas al mundo?

Cumplir años nunca me ha dado vértigo, me ha dado seguridad para saber lo que tengo que hacer y lo que no debo repetir. Si lo comparamos con el salto, los saltadores de trampolín y los gimnastas lo entrenan muchas veces. Cumplir años solo es una vez al año y hay que aprender rápidamente porque no tienes más oportunidades. ¡Hay que estar espabilados!

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Con la edad te vuelves más selectiva, decides a quien no le vas a aguantar más las tonterías

Paloma del Río

¿Te sigue gustando el más difícil todavía de los deportistas de élite a los que tanto admiraras?

Cada vez menos, ahora ya no me hace falta buscar tantos riesgos. Cuando eres joven sí que te pones el mundo por montera y te lanzas a la aventura. Con los años, comprendes que no hace falta ser un aventurero durante los 365 días del año ni de la mañana a la noche. Te das cuenta de que hay momentos en los que puedes pararte a respirar y que la vida tranquila también es muy agradable.

¿A más edad, más conservadores?

Somos más selectivos, tenemos claro con quién queremos estar y con quién no. Decides a quien no le vas a aguantar más las tonterías que a lo mejor en otro momento has aguantado. A estas alturas de la vida, estamos bajando el Tourmalet, sabes que tienes más años por detrás que por delante. Así que, ¡tonterías, pocas!

Paloma del Río emocionada durante su despedida en el Mundial de Gimnasia Rítmica 2023 en Valencia

Paloma del Río emocionada durante su despedida en el Mundial de Gimnasia Rítmica 2023 en Valencia. 

RTVE

La vejez es una etapa de sabiduría en la que tienes que tener claro qué quieres y qué no quieres

Paloma del Río

Los gimnastas y patinadores hacen piruetas buscando sorprender con el más difícil todavía. ¿La vejez sería la pirueta más grande de nuestra vida porque no te la esperas y viene para sorprenderte?

Es una pirueta que hay que ir practicando poco a poco. No puedes hacer una triple pirueta si antes no has hecho antes una doble y una simple. La vejez es una etapa que tienes que vivir. Es una etapa de madurez y sabiduría en la que tienes que tener claro qué quieres y qué no quieres. Si te lanzas a hacer la triple pirueta, sin haber probado la doble y la simple, te vas a pegar un batacazo imponente (se ríe).

Hasta ahora, ¿la edad te ha sorprendido?

He aprendido que la carrocería que tenemos hay que cuidarla mucho porque solo tenemos una. Hay que hacerlo mental y físicamente. Un día te tumbas bocabajo y te sorprende un dolor nuevo y te cuesta levantarte. Tu cuerpo empieza a notar el paso de los años mucho más rápidamente que tu cabeza. Hay que aprender a llevarlo bien y sobre todo a cuidarse mucho para que no ocurra.

Mi vida está marcada por lo que me pide el cuerpo: cuando me pide dormir, duermo; y, cuando me pide comer, como

Paloma del Río

¿Cómo haces tú para cuidarte?

Llevo muchos años con una buena alimentación porque somos lo que comemos. Evito la comida basura, grasas, alimentos insalubres y sobre todo hago ejercicio. Mi vida está marcada por lo que me pide el cuerpo: cuando me pide dormir, duermo; y, cuando me pide comer, como. Escucho más a mi cuerpo de lo que lo hacía antes.

Gimnastas, patinadores y deportistas llevan su cuerpo al límite para sacar lo mejor de sí mismos ¿La edad nos pone al límite para seguir sobreviviendo?

La edad nos pone ante un deterioro progresivo. En vez de ir a mejor, vamos a peor. Eso nos pasa físicamente porque mentalmente, lo normal es que nuestra cabeza siga trabajando, aunque llegue un momento que también se deteriore. Antes o después hay personas que van perdiendo la memoria y su sensación de realidad. Los años pasan y hay que procurar que esa transición sea lo mejor posible y duremos en el mejor estado la mayor cantidad de años.

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Lo más difícil ha sido despedirme de las rutinas

Paloma del Río

¿Cuál ha sido tu pirueta más difícil desde que te despediste de tu audiencia?

Lo más difícil ha sido despertarme tarde. Mi cuerpo está acostumbrado a madrugar entre las seis y media y las 7 de la mañana. Esa hora me encanta porque siempre ha sido mi hora para practicar deporte, no hay ruido ni gente por la calle y estoy tranquila. Lo más difícil para mí no ha sido despedirme del trabajo, pero sí despedirme de las rutinas. Pero enseguida empiezas a coger otras.

¿Para formarte, intentaste probar todos los deportes de los que hablabas?

¡Lo hice! Practiqué natación, hípica, tenis, esquí, patinaje, gimnasia, gimnasia rítmica, voleibol y saltos de trampolín. He intentado hacer todos estos deportes a nivel de usuaria y muy mal en la mayoría de las ocasiones. La idea era saber qué sentían ellos cuando los practicaban para poder retransmitirlos.

Todos los deportistas que he conocido llevan muy mal lo de perder, se cabrean si no ganan

Paloma del Río

¿Sufriste algún percance?

Me sirvió para darme cuenta de que no valía para deportista de élite. Patinando no era capaz de estar de pie porque los pies se me iban. Estaba más sentado en el hielo que patinando y llegaba a casa empapada. Con el esquí, Blanca Fernández Ochoa intentó enseñarme con muy buena voluntad. Nos montamos en el telesilla, al pararse me dijo que bajara. La orden de Blanca fue “apoya los bastones, sal con fuerza y los esquís planos”. Fui muy obediente, pero lo que hice fue caerme y romperme la mano ¡Pensé en el mérito que tenían los que se tiraban a 120 kilómetros por hora! (ríe).

¿Te describes como patosa y poco competitiva?

Sé mis límites en cuanto mis habilidades deportivas. Sigo siendo poco competitiva. Cuando trabajaba de auxiliar de clínica de noche mientras estudiaba periodismo, pasé muchas horas jugando al parchís, pero no me gustaba “comerme” a la gente. Me gusta para pasar el rato. Todos los deportistas que he conocido llevan muy mal lo de perder, se cabrean si no ganan. Ellos no juegan para ganar. Hay gente malhumorada que llega a perder los modales. La suerte es que se transforman como el demonio de Tasmania y luego vuelven a su ser. Es otra de las cosas que hay que modelar con el paso del tiempo.

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No entiendo los jugadores que les ponen la medalla de plata y se la quitan. Lo he visto en la final de la Europa con los ingleses y no lo he visto jamás con un deportista olímpico

Paloma del Río

¿Para ganar no hace falta pisar a nadie?

Has de hacer bien tu trabajo. Si el de al lado lo ha hecho mejor que tú, fenomenal. El trabajo sucio no está justificado nunca. Me irrita el mal perder. No entiendo los jugadores que llegan a una final, la pierden e inmediatamente les ponen la medalla de plata y se la quitan. Lo he visto en la final de la Europa con los ingleses y no lo he visto jamás con un deportista olímpico. El que hace eso no sabe lo que es el deporte y no sabe gestionar su no derrota. Es una falta de respeto absoluta hacia el rival que ha sido mejor que tú.

¿Te preparaste igual para la jubilación o aquí has improvisado?

Para todo hay que prepararse en la vida, si tienes tiempo. Me he preparado y he escogido muy bien cuándo quería jubilarme y cómo quería hacerlo. Antes de los 63 no podía ser y me he esperado. Sabía que no iba a aguantar hasta los 65 por mucho que me lo pidieran porque venían unos Juegos Olímpicos. Después de 16 Juegos, serán los primeros en 40 años que los voy a ver como espectadora en casa. Hay que aprender a tener la agenda libre y a estar jubilado.

Si damos por bueno todo lo que hacemos, estamos perdidos. Ha habido momentos de todo

Paloma del Río

¿Te has atrevido con algo nuevo últimamente?

Intelectualmente, no he parado. Sigo estudiando y actualmente estoy preparando un libro de anécdotas de Juegos Olímpicos que me ha encargado una editorial. Me han llamado para hacer conferencias, para presentar actos, me han invitado a programas de TV y de radio. No he parado y sigo defendiendo los principios e ideales por la mujer, el deporte y el colectivo LGTBI. Tengo muchos frentes abiertos. Poco a poco iré levantando el pie del acelerador y soy consciente que con el tiempo me llamarán menos. No me preocupa.

¿Volvías a ver tus retransmisiones para ver errores y corregirlos?

Hay que hacer examen de conciencia y valorar nuestro trabajo para ver dónde están los errores. Si damos por bueno todo lo que hacemos, estamos perdidos. Ha habido momentos de todo. En unos he pensado “¡mira qué espabilada!”, y en otros “¡vaya cagada!” ¿Si no lo haces tú, quién lo va a hacer por ti? Que siempre te digan que lo has hecho muy bien, no te ayuda. Hay que ser crítico con uno mismo.

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¡Para eso tenemos Twitter, X, que te aman o te ponen a parir a la que te descuidas!

En ese caso, te quedas con el 50 por ciento. Ni tan mal como dice el que lo hago mal, ni tan bien. El hecho de llevar 38 años haciendo retransmisiones, te impermeabiliza. Todos somos humanos y todos cometemos errores, y es difícil hacerlo todo perfecto. Tienes que estar satisfecha contigo mismo y dejar a un lado los comentarios de los demás o aceptarlos siempre que sean respetuosos. Los que te destruyan, hay que apartarlos.

¿Con la vida, haces lo mismo o corriges sobre la marcha sin necesidad de machacarte?

Soy muy benévola conmigo misma, ya sé cómo hago las cosas y sé la intención que tengo. Lo que quiero es hacerlo bien, sin molestar a nadie y ayudar siempre que pueda. Nunca he intentado hacer daño a nadie de manera deliberada.

¿Sigues siendo una poco bruja, avanzándote a lo que va a pasar?

Tengo intuiciones, pero me las guardo para mí porque la gente es muy descreída con este tipo de cosas. Las sigo teniendo y cuando pasan, pienso para mis adentros que sabía que iba a ser así. Veo muchas cosas venir, tengo una sensibilidad especial.

Lo único que me ha quedado pendiente que me hubiera gustado es sonorizar Eurovisión

Paloma del Río

¿Si te contactara Pierre de Coubertin, tendríais unas palabras con él? Me consta que era manifiestamente misógino.

Le daría las gracias por revivir y resucitar los JJ. OO., pero le propondría hablar un rato sobre el papel de las mujeres porque no lo tenía muy claro. Hay mujeres que quisieron hacer deporte y se lo negaron. Tendría que haber sido más generoso y magnánimo.

¿Con Samaranch la conversación sería más agradable?

Le debemos mucho. Lo hizo de manera callada, pero fue introduciendo a la mujer dentro del mundo de la gobernanza y dispuso que ninguna especialidad olímpica se hiciera si no la podían hacer hombres y mujeres. 

Mundiales, Europeos, Juegos Olímpicos, Juegos Mediterráneos… ¡Solo te ha faltado la Final de la Copa del Mundo de Fútbol! ¿Volverías para quitarte la “espinita” o preferirías clavársela a Rubiales?

¡Ya no me toca! (ríe) Lo único que me ha quedado pendiente que me hubiera gustado es sonorizar Eurovisión. En cuanto a Rubiales, yo no le he clavar nada. La historia le juzgará y también los tribunales.

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Paloma del Río, durante una retransmisión deportiva en TVE. 

Terceros

No puedo quedarme en la rotonda de la melancolía pensando que ya no estoy en televisión, que ya no voy a hacer Juegos Olímpicos

Paloma del Río

¿El mundo es para los intrépidos?

Me lo enseñó mi tía cuando tenía 8 años y sigue vigente. Lo que no te arranques tú a buscar, no te lo van a traer a casa. O vas a por ello, o no lo tendrás. Con 64 años, sigo pensando que si me queda algo por hacer, y se me presenta la ocasión, iré a por ello.

Agradeces hasta la insistencia. ¿Con la vida hay que hacer lo mismo y cantar continuamente “gracias a la vida que me ha dado tanto”?

No puedo quedarme en la rotonda de la melancolía pensando que ya no estoy en televisión, que ya no voy a hacer Juegos Olímpicos. Por delante tengo muchas cosas que hacer y no me puedo quedar en esa rotonda mirando por el retrovisor de lo que he hecho. Agradezco todo lo que me ha venido porque ha sido un regalo.

¿Qué le dirías a los desagradecidos?

No soporto a la gente que se queja porque no encuentran la parte positiva a nada. Tenemos tantas cosas por las que estar agradecidos que si estás enfurruñado por lo que te falta, no disfrutas lo que tienes. Vivimos en ciudades preciosas, con casas bonitas, buen tiempo, con comida, nuestra ducha y una cama dónde dormir.

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¿Mary Poppins fue tu heroína?

Aquello de que volara con un paraguas y que de su bolsa saliera de todo, me fascinaba. Cantaba bien y todo le salía como quería. Hacía magia y convertía en fácil toda la vida. Mary Poppins era la mujer que yo quería ser. Ahora, sería la Meryl Streep de Mamma Mia, todo el día desmelenada y en pantalón corto.

Te mueres, dentro de muchísimos años, y TVE ha de dar la noticia. ¿Qué te gustaría que dijeran?

Me encantaría que dijeran que era una persona que sonreía y que hizo mucho por el deporte español. Que ayudó a mejorar el deporte de las deportistas paraolímpicas y olímpicas españolas y a incluir a las mujeres en un primer plano para sacarlas de esa parte de atrás de la foto en la que siempre estaban.

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