Luis de la Fuente, 63 años y una receta 'antiedad': entreno, alimentación sana y descarga mental
Longevity
El seleccionador español luce una espectacular transformación física que, a sus 63 años, rejuvenece su aspecto y contribuye a su buena salud mental
Luis de la Fuente, durante el partido contra Alemania en la Eurocopa, luciendo el distintivo pin de pulpo en su solapa, un símbolo de apoyo a la moda gallega 'El Pulpo'
Cuando a Luis de la Fuente (Haro, 1961) se le mete algo entre ceja y ceja, no hay quien le pare. El seleccionador español llegó al puesto hace algo más de medio año y ya ha logrado que la Roja se cuele en la final de la Eurocopa —el próximo domingo contra Inglaterra— y sea la gran favorita para ganar el torneo. Rozar la cúspide del futbol europeo no es poca cosa, pero el entrenador riojano transmite a sus jugadores (y al mundo entero) una actitud de trabajo constante, positivismo y disciplina que convierte en fácil aquello que pocos consiguen.
También bebe de una transformación personal espléndida que se ha viralizado en las redes sociales. Observando una foto del Luis de la Fuente un par de décadas atrás, queda claro que la receta de juventud no está en los años pasados, sino en cómo se viven los que vendrán. El exfutbolista y entrenador ha protagonizado un espectacular cambio físico que no solo ha rejuvenecido sus facciones, sino que le ha dotado de un cuerpo atlético del que presume a sus 63 años recién cumplidos y que, sobre todo, le ha permitido gozar de una mejor salud mental. Para él el deporte es mucho más que una actividad para conseguir una imagen de cuerpo fuerte.
No se trata de fórmulas mágicas ni de genéticas perfectas. Se trata de apostar por la salud de uno mismo y tomárselo en serio. El seleccionador español ha aplicado la lógica del mens sana in corpore sano para mejorar su bienestar y ha optado por seguir unos buenos hábitos, que combinan rutinas en el gimnasio, ejercicio físico, comidas saludables y una descarga mental que prioriza por encima del aspecto.
“Trabajo, trabajo y trabajo. Ser disciplinado. Yo siempre hablo de valores, disciplina y capacidad de esfuerzo y sufrimiento. Esa es mi dieta. Para mí el deporte es una forma de vida, más allá de verme mejor o peor. Me han educado así, hago deporte desde que tengo uso de razón y ahora sé que sin deporte no podría vivir”, explicó hace un par de años en una entrevista para Relevo.
Para mí el deporte es una forma de vida, más allá de verme mejor o peor. Me han educado así, hago deporte desde que tengo uso de razón
Luis de la Fuente en Donaueschingen, el pasado 8 de julio.
Se adentró en esta filosofía del bienestar después de sufrir una lesión de rodilla en su etapa como jugador. Ahí aprendió que la prevención era la mejor arma contra todo mal y que, aunque el destino no estaba en su mano, sí podía jugar sus cartas para encarar la partida de la vida. Que “levantando mucho hierro”, como suele decir cuando la prensa le pregunta por su disciplina de entreno, igual podía ganarle unos años al paso del tiempo. Y así, con esta idea en la cabeza, se centró en fortalecer la musculatura para que su tren inferior no se resintiera tanto. Sin saberlo, estaba descubriendo lo que se convertiría en su mejor aliado para combatirlo todo.
Lo que empezó como una manera de tonificarse y prepararse para los posibles embates físicos de la profesión, se ha consolidado como la actividad en la que Luis de la Fuente encuentra un momento de descanso y desconexión. Él mismo lo ha explicado en varias ocasiones. “Para mí es el momento relax, es una hora en la que estoy pensando solo en mis cosas, en mí; a veces pienso en trabajo y otras veces pienso en nada”, explicó en Informe Plus de Movistar.
Para mí es el momento relax, es una hora en la que estoy pensando solo en mis cosas, en mí
De hecho, este vínculo entre deporte y paz mental la certificó cuando en los Juegos Olímpicos de Tokio se lesionó la mano y tuvo que alejarse de las barras y las mancuernas. “Estoy pasando unos días complicados por esta lesión, porque me ha quitado una rutina y un motor importante para mí”, afirmó.
Pero superada esa lesión, volvió al ruedo y siguió fiel a su forma de cuidarse, haciendo gala de una voluntad de hierro. Devoto de la Virgen y creyente convencido —dice que cuando se santigua antes de cada partido no es por superstición, sino por fe—, también encuentra en la lectura un espacio de paréntesis que le hace sentir bien. Porque Luis de la Fuente tiene las cosas claras y le ve todas las gracias a cuidarse. Y sabe que cuidarse es el mayor favor que uno puede hacerle a sus días.
Hábitos alimentarios saludables, que para nada excluyen el vermut al sol, la paella de los domingos o la comida favorita del seleccionador: unos buenos huevos fritos para mojar pan, acompañados de una copa de vino (como buen riojano). Ejercicio para conectar cuerpo y alma, adaptado a cada cuerpo y forma física. Tiempo para uno mismo, que quizás es lo más complicado en un mundo hostil que va a toda prisa constantemente. Esta fórmula tan mundana y corriente es la que practica el seleccionador español y la que ha mejorado la condición física de los jugadores de la absoluta, que pueden ganar su cuarta Eurocopa. Son prácticas saludables, aptas para todos los públicos y todas las edades. Y no hay mejor copa que alzar que la propia.