Cómo usar la naturaleza como aliada para llegar con salud a la vejez
Consejos para el bienestar
Vivir en entornos verdes o plantar un huerto nos hacen vivir más y mejor
Cada vez vivimos más años. Esto es en gran medida porque la forma en la que vivimos y nuestras circunstancias vitales evolucionan cada vez más rápido. Un gran avance del cual tan solo nos debería preocupar de qué manera vamos a llegar a la vejez. Y al menos hacer todo lo que esté en nuestras manos para llegar bien: la alimentación, hacer ejercicio y otros hábitos de nuestro estilo de vida marcarán, en gran medida, nuestra salud del “mañana”.
La OMS advierte que el porcentaje de los habitantes del planeta mayores de 60 años casi se duplicará entre 2015 y 2050, pasando del 12% al 22%. Por su parte, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) indica que, si las cosas no cambian, en menos de 30 años España se puede convertir en uno de los países más envejecidos del planeta.
Conectar con los espacios verdes
Diversas investigaciones apuntan algunas medidas que pueden adoptarse para afrontar esta situación en las mejores condiciones, como los grandes beneficios que aporta vivir cerca de espacios verdes. Por un lado, un informe realizado por la experta en ciencia medioambiental, Kathleen Wolf y la enfermera especializada en demencia Elizabeth Housley, publicado por Nature Sacred y la fundación TKF, asegura que las personas mayores con fácil acceso a la naturaleza muestran una mayor participación en actividades físicas al aire libre, mejorando así su salud mental y la función cognitiva. También registran una mayor interacción social.
Estos datos coinciden con los que expone Dan Buettner en su best seller Las zonas azules: lecciones para vivir más tiempo de las personas que han vivido más tiempo, donde explica los factores que tienen en común algunas poblaciones que tienen con un alto índice de longevidad: Cerdeña en Italia, Okinawa en Japón o Icaria en Grecia. Uno de estos aspectos coincidentes es la íntima conexión diaria de sus habitantes con la naturaleza, los espacios verdes y las actividades en jardinería.
Dar un paseo en la naturaleza
Una de las recomendaciones básicas que le hacen los expertos a los pacientes que padecen algún trastorno de ánimo o ansiedad es pasear por la naturaleza o zonas verdes. Rosario Linares, psicóloga y directora de El Prado Psicólogos recomienda estar todos los días un rato cerca de la vegetación. “Insistimos mucho en ello; unimos el beneficio de la naturaleza, de hacer ejercicio y del sol - tan importante también para el estado de ánimo- porque consideramos que es fundamental para mantener en buen estado nuestro cerebro. En todos los casos donde hay un trastorno de ánimo o de ansiedad, el contacto con la naturaleza, respirar aire puro y el contacto con el sol es importantísimo”, nos dice.
“Se lo planteamos como un mantenimiento básico, deben entenderlo como una rutina, igual que lavarse los dientes. Pocos adultos, por mucha pereza que les de, dejan de lavarse los dientes porque tienen incorporado ese hábito como algo necesario para mantener su salud dental;y el contacto diario con la naturaleza, el aire y el sol, y estar en movimiento, debería ser visto de esta manera; y a eso los animamos”, agrega.
Del huerto a la mesa
Hacer labores de jardinería y cultivar tu propia comida en un huerto tiene muchas más ventajas de las que te puedas imaginar. Por un lado, te ayuda a comer más frutas y verduras frescas, decides qué tipo de fertilizantes y pesticidas entran en contacto con tus alimentos, tú misma controlas cuándo cosecharlos, y además debes saber que las verduras que maduran en un jardín tienen más nutrientes que algunas verduras compradas en las fruterías o supermercados. Todo ello demostrado por científicos de la Universidad de Harvard en un estudio sobre los beneficios para la salud del cultivo de nuestros propios alimentos.
Una investigación en la que Kathleen Frith, directora general del Centro para la Salud y el Medio Ambiente Mundial (CHGE) de la Escuela de Medicina de Harvard, asegura que cultivar alimentos no tiene ninguna ciencia: es muy simple, lleva un poco de tiempo y supone un ahorro, ya que alimentos como los tomates, la lechuga o los pimientos son básicos en la cocina”, comenta.
Conexiones sociales
“El ser humano está programado biológicamente para vivir en la naturaleza, por lo que el contacto con ella es imprescindible”, apunta Linares. Estar en contacto con la naturaleza puede aumentar las conexiones sociales a nivel de vecindario de varias maneras. Desde la planificación y la creación de espacios verdes en los vecindarios hasta los encuentros sociales que suceden cuando paseamos por zonas comunes como parques, zonas de mascotas o de juegos infantiles.
Y, además, para personas con movilidad limitada, los espacios al aire libre de fácil acceso pueden proporcionar unas buenas conexiones sociales que podrían no obtener en otros lugares.