La dieta mediterránea previene las enfermedades cardiovasculares
Más de 40% de la población adulta en España padece hipertensión arterial, un factor de riesgo para el infarto cerebral, cardiopatía isquémica u otras enfermedades cardiovasculares
Las enfermedades cardiovasculares constituyen la principal causa de muerte en la población española. La hipertensión arterial afecta alrededor del 40% de los adultos, lo que supone un factor de riesgo importante para sufrir enfermedades cardiovasculares.
Las primeras investigaciones sobre la dieta mediterránea se iniciaron en los años sesenta al analizar la prevalencia de la enfermedad cardiovascular en distintos países. Mientras que en Estados Unidos era del 4,6%, en Grecia, en concreto, en la isla de Creta, apenas llegaba al 0,5%. Pero había que demostrarlo y esto es lo que han hecho varios estudios realizados en España en los últimos años.
El estudio Predimed Plus parte de la hipótesis que seguir una dieta mediterránea baja en calorías y unida a ejercicio físico reduce el riesgo a padecer enfermedades del corazón. Desde 2013 6.000 personas participan en este estudio, todos ellos voluntarios de entre 55 y 75 años, con problemas de sobrepeso y obesidad, y factores de riesgo cardiovascular.
Aunque el estudio se encuentra todavía en sus primeras fases y no se prevén resultados definitivos hasta 2020, ya ha sido posible adelantar algunas de las primeras valoraciones. En Navarra uno de los datos refleja que en el grupo de intervención antes del estudio había un 75% de obesidad y al cabo del año esa prevalencia se redujo al 49%.
Seguir una dieta mediterránea enriquecida con 30 gramos de frutos secos reduce en un 30% el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares”
En un primer estudio Predimed, pubicado en “The New England Journal of Medicine” en 2013, se concluía que seguir una dieta mediterránea enriquecida con 30 gramos de frutos secos, la mitad de ellos nueces, reduce en un 30% el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares y, específicamente, disminuye en un 49% la posibilidad de sufrir un ictus o accidente vascular cerebral.
El estudio Predimed ha supuesto un revulsivo en Estados Unidos donde se intentan cambiar los hábitos de una población que abusa de las carnes rojas y procesadas, de la comida basura y de las bebidas azucaradas, lo que incrementa de forma alarmante los índices de obesidad. El patrón de dieta mediterránea es ya una recomendación en las guías alimentarias estadounidenses.
A parte de este estudio, la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y la Fundación de Investigación Nutricional de Barcelona ha encontrado indicios de que seguir una dieta mediterránea reduce la tensión arterial.
El trabajo, publicado por la revista científica “Journal of Nutrition Education and Behavior”, examinó los datos de presión arterial de 7.000 personas cuya alimentación respondía a los cánones de la dieta mediterránea o tenía un bajo contenido en grasas.
La comparación entre ambos grupos (dieta mediterránea frente a dieta baja en grasas) reveló que aquellas personas que llevaban al menos un año siguiendo el primero de los estilos de alimentación presentaban niveles de presión arterial más bajos.