Las burbujas de convivencia y la distancia social están marcando estas Navidades extrañas, de las que ya solo nos queda superar una de sus etapas: la celebración de los Reyes Magos. Una fiesta entrañable y mágica para muchos, una maratón de compras y estrés para otros, estos Reyes nos pillan con el pie pandémicamente cambiado. Muchas familias no podrán encontrarse; otras están experimentando dificultades económicas. Pero aun así, los Reyes pasarán por muchas casas la noche del 5 de enero y dejarán regalos quizá incluso para los que no estén.
2020, el año en que todo cambió, ha traído consigo una transformación, a menudo dolorosa, que nos ha obligado a revisar ciertos aspectos de nuestra vida. ¿Podría ser esta fiesta una oportunidad para poner la atención también en el tipo de regalos que nos dedicamos?
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Ya hace meses que los expertos alertan de los estragos que la epidemia está haciendo en la salud mental de la población. Son tiempos de cuidarse y de cuidar nuestros vínculos, con la dificultad añadida del miedo y de la distancia.
¿Y si este año pudiéramos sentirnos un poco más cerca los unos de los otros eligiendo (o fabricando) unos regalos de Reyes especiales? He aquí algunas ideas sencillas y económicas, pero con gran carga sentimental, para ayudarnos en la tarea:
Escribe una carta
En el año de las videollamadas, del Whatsapp, de los Zooms, de los Teams… tomarse el tiempo para reflexionar y escribir una carta a nuestros seres queridos puede convertirse en el mejor regalo. Elige un papel bonito y escribe en él todo aquello que te aporta esa persona, las cosas que la hacen especial; recuerda alguna anécdota compartida y hazle saber lo importante que es en tu vida. Tu carta se convertirá en un regalo inolvidable que seguro que será atesorado para siempre.
Vacaciones en casa
Muchas personas se mueren de ganas de viajar y de desplazarse a algún destino soñado. Como en estas fiestas eso no es posible, ¿qué tal si regalamos unas vacaciones en casa? Para ello, podemos preparar una caja temática. Consigue una de cartón y fórrala y decórala con motivos de su lugar favorito. Introduce en ella un aroma, algo para tocar, algo para ver, un sabor… Cuida de toda la experiencia, escribiendo unas instrucciones que incluyan la música que utilizar, en qué orden usar los elementos de la caja…
Si no te ves capaz de organizarlo tú solo, hay empresas que ofrecen “experiencias sensoriales orgánicas”, como baños de bosque, para realizar en casa. Un ejemplo es Presentxp.com, que a través de técnicas de mindfulness y visualización creativa han creado una experiencia que engloba todos los sentidos con el objetivo de relajarse, mejorar nuestro bienestar y creatividad. Este es un regalo ideal para personas que, por el motivo que sea, no pueden salir de casa.
Obsequia luz
Los primeros días del año, coincidiendo con el fin de las fiestas, la cuesta de enero, las noches largas y el “bajón” post-festivo pueden ser tristes para algunas personas. ¿Qué tal si les ponemos un poco de luz? Hazte con diez velas bonitas −no hace falta que sean muy grandes− de colores y aromas diferentes, envuélvelas en una caja especial, idealmente con diez compartimentos, y regálaselas a esa persona que creas que va a necesitar un extra de calidez. Puedes incluir instrucciones para encender una durante las diez noches siguientes y una frase o reflexión que pueda acompañar a ese momento.
Regala comodidad
Vivimos días de estar en casa. La estación invernal suele volvernos más caseros, algo que las circunstancias excepcionales que vivimos aún intensifica más. Pero eso no quiere decir que tengamos que andar todo el día con los mismos pantalones de yoga o de chándal y las zapatillas raídas de hace tres temporadas. Recuperar los regalos prácticos “de toda la vida”, como las zapatillas o unos buenos calcetines, un pijama bonito y caliente, una sudadera suave para estar en casa o una manta calentita para el sofá, tiene más sentido que nunca esta temporada.
Manualidades para los niños
Una idea divertida y barata puede ser regalarles los ingredientes (y las instrucciones) para hacer plastilina casera de sus colores favoritos. Otra posibilidad es hacerles una suscripción de manualidades. Existen varias compañías que envían mensualmente estas cajas con entretenimientos y productos variados para que los más pequeños creen y se entretengan en casa.
Un álbum de fotos
Ya casi nunca imprimimos nuestras fotos. Aprovecha la oportunidad para hacer un álbum y regalar buenos recuerdos y sensaciones.
Una ruta gastronómica en casa
Algún día podremos volver a viajar pero, mientras tanto, también podemos hacerlo a través de las recetas, los sabores y los olores. ¿Por qué no regalar un pack de especias exóticas junto con una propuesta para cocinar juntos el plato típico de nuestro país favorito? Dedicar un día (¡o varios!) a explorar el mundo a través de la cocina estimulará nuestros sentidos y renovará nuestra ilusión.
Amistad o amor a distancia
En la tienda virtual Uncommon Goods, que realiza envíos a España, encontramos estas lámparas de la amistad que podemos regalarle a un amigo o a un ser querido que se encuentra lejos. Las lámparas se sincronizan de manera que, sin importar la distancia, cuando uno de los amigos la toca y la enciende, su lámpara gemela se enciende también, haciéndole saber al otro que estamos pensando en él en ese momento. Una forma “luminosa” de decir “te quiero”.
Un calendario personalizado
Puede que los días pasen y las estaciones vayan y vengan, pero la amistad permanecerá para siempre. Otra forma bonita de celebrarla es con un bonito calendario. Elige tus fotos favoritas y personaliza el diseño haciéndolo de forma manual si eres manitas o en una tienda de fotos física o virtual especializada.
Flores
Puedes comprar los ramos tú mismo, pero quizá es más sencillo hacerse con una suscripción online de las que ofrecen algunas empresas -como thecolvinco.com- para que cada mes (o cada semana, o cada quince días, durante el tiempo que quieras) le llegue a tu madre, a tu hermana o a quien elijas un bonito arreglo floral para alegrar y decorar la casa.
Regala solidaridad
Si de algo ha servido el año de la pandemia ha sido para hacernos ver la importancia de lo pequeño, de todos aquellos detalles, momentos y relaciones que hasta ahora dábamos por supuestos y no valorábamos lo suficiente. La situación extrema que hemos vivido nos ha permitido ver, entre otras cosas, que el regalo más preciado que tenemos son nuestras relaciones y nuestra libertad, y a la vez, hemos cobrado conciencia de que nuestros actos y nuestra actitud tienen una influencia directa en los demás. ¿Por qué no olvidarnos este año de fastuosos regalos, que quizá ni siquiera vamos a poder entregar en mano, y dedicar nuestro presupuesto a una ONG con la que compartamos valores y objetivos?
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