La entrenadora de la selección femenina, Montse Tomé, ha asegurado este lunes en el juicio a Luis Rubiales que su decisión de no convocar a Jenni Hermoso tras la victoria del Mundial de 2023 “no fue un castigo”, sino que se debió a una decisión deportiva, en la que influyó “la presión mediática”. Tomé ha testificado en el juicio de la Audiencia Nacional al expresidente de la Federación de Fútbol por delitos de agresión sexual y coacciones por el beso que dio a Jenni Hermoso tras el Mundial, y en el que también se sientan en el banquillo tres exdirectivos cercanos a él, incluido el entonces seleccionador, Jorge Vilda.
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