La épica en su significado más puro, el de las grandes batallas, el de los tambores de guerra. Esta la idea central de Hyrule Warriors: La era del cataclismo. Este nuevo videojuego llega hoy a Nintendo Switch y se presenta como un spin-off del aclamado The Legend of Zelda: Breath of the Wild. Desarrollado por el estudio japonés Omega Force, no se trata de otra aventura protagonizada por Link, sino de un título centrado en los combates multitudinarios y en trasladar al jugador al gran conflicto que este reino de fantasía vivió cien años atrás.
Hyrule Warriors: La era del cataclismo es uno de los lanzamientos clave de Nintendo de cara a este fin de año. Si bien el juego se aleja de las dinámicas de exploración habituales de la serie Zelda, los acontecimientos que explica y el elenco de personajes que protagonizan sus grandes batallas son un reclamo para los millones de aficionados de esta popular franquicia.
Seis años después del primer Hyrule Warriors, Omega Force sigue refinando su fórmula musou, que es como se conocen este tipo de juegos de combates con centenares de enemigos y que tiene en la serie Dinasty Warriors su máximo referente. Se trata de un género que desde hace años es muy popular en Japón y que de un tiempo a esta parte también cuenta con cierto seguimiento en Occidente.
Link, Zelda, Impa o los cuatro elegidos que ya aparecían en Breath of Wild son algunos de los personajes que el jugador puede controlar durante las batallas masivas que forman el núcleo de la experiencia del juego. Cada uno cuenta con su propio estilo de combate, habilidades propias y poderes únicos. Sin embargo, todos ellos son igual de devastadores frente a las hordas de enemigos.
Para una persona profana en este tipo de juegos debe resultar sorprendente ver cómo con cada espadazo Link es capaz de levantar del suelo a diez de enemigos de golpe. Como es habitual en los musou, los combates son extremadamente exagerados y huyen de cualquier intento de realismo, algo que no desentona dentro de un universo de fantasía como el de Zelda.
Más allá de lo excesivas que son las batallas, lo verdaderamente importante en este tipo de juegos es que su sistema de combates sea sólido. Hyrule Warriors: La era del cataclismo consigue este objetivo. La variedad de personajes y de ataques, la estructura de cada batalla y la presencia de enemigos finales muy desafiantes consiguen que una dinámica que podría ser muy repetitiva se haga más amena. Además, sus refriegas no tan solo buscan la espectacularidad, sino que también deja margen para cierto componente táctico.
El elemento más criticable del juego son sus problemas de rendimiento. Si bien es perfectamente jugable durante la mayoría del tiempo, en aquellos momentos en los que se juntan más enemigos en pantalla el juego tiene importantes caídas en la tasa de imágenes por segundo. Estos bajones de frames restan fluidez a las batallas, algo especialmente notorio en el modo para dos jugadores a pantalla partida, que, por otra parte, es una opción muy bienvenida a pesar de no permitir juego cooperativo a través de internet.
La conexión con Breath of the Wild no tan solo está en los personajes y sus movimientos. Todo el juego está cuidadosamente ligado a la aventura de 2017 y, sin duda, se nota la estrecha colaboración entre los equipos de Omega Force y Nintendo. Además de los combates existen otras actividades secundarias que conectan ambos títulos. Por ejemplo, la importancia que el juego da a la preparación de recetas, la recolección de objetos o ingredientes, o el estilo de armas y de equipo para los personajes.
Entre combate y misión secundaria, el juego hace avanzar su historia mediante unas cinemáticas muy trabajas que recuperan el excelente diseño artístico del título original. Estas secuencias explican el pasado de Hyrule y los acontecimientos que acabaron con la destrucción del reino y la perdida de la memoria de Link. Es algo que gustará especialmente a los fans de la franquicia que deseen profundizar en la historia del juego.
Sin ser la tan esperada secuela de Breath of the Wild, que previsiblemente llegará a lo largo de 2021, Hyrule Warriors: La era del cataclismo consigue ser un buen complemento para una de las aventuras más celebradas de los últimos años. El título de Omega Force no tan solo consigue la difícil tarea de ofrecer un spin-off a la altura, sino que puede ser una puerta de entrada a este género tan particular.