La mejor dieta para evitar las piedras en el riñón

Hábitos saludables

Los expertos señalan que se debe reducir el consumo de sal y de proteína animal para que no se formen cálculos renales

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Uno de cada diez españoles ha tenido o tendrá piedras en el riñón

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Al escuchar “litiasis renal”, es probable que mucha gente no sepa de qué se trata. El concepto “piedras en el riñón”, en cambio, es más familiar, y seguramente todo el mundo conozca a alguien que las haya padecido. Estas piedras o cálculos pueden ser tan pequeñas como un grano de arena o tan grandes como una perla. Están formadas por la alta concentración de las sustancias que deberían eliminarse por la orina. Durante su expulsión, que muchas veces sucede de forma natural, pueden quedarse en las vías urinarias, bloqueando el flujo de orina y causando un gran dolor y ciertas complicaciones.

La enfermedad afecta a un 10% de la población, y la mayoría de estas personas tiene entre 15 y 45 años. Los hombres tiene el doble de probabilidades que las mujeres. Teniendo en cuenta lo relativamente fácil que puede ser verse en esta situación y, además, repetidamente, es esencial seguir los consejos de los profesionales para evitarla. El principal método de prevención de la litiasis renal es una alimentación rica en vegetales y fibra. En la dieta habitual se debe reducir el consumo de sodio, ya que la sal favorece la formación de cristales de ácido úrico y de oxalato de calcio.

Tres cuartas partes de la sal que consumimos vienen de la industria

Doctora Bárbara RomanoDietista-nutricionista del Hospital Clínic Barcelona

La doctora Bárbara Romano, dietista-nutricionista del Hospital Clínic Barcelona, advierte de lo fácil que resulta hoy por hoy consumir demasiada sal. “Tres cuartas partes de la sal que consumimos vienen de la industria”, advierte. Estos son alimentos precocinados, conservas, embutidos o quesos. Al cocinar, se puede sustituir la sal por otros condimentos, como hierbas aromáticas y especias. También hay que moderar el consumo de alimentos ricos en proteínas animales.

Los alimentos proteicos reducen el pH, aumentan la cantidad de oxalato y ácido úrico y reducen la presencia de citrato en la orina. Por el mismo motivo, se debe huir de los suplementos de proteína. Igualmente, es clave una buena hidratación. Los expertos recomiendan beber al menos dos litros diarios de agua, lo que aumenta la producción de orina, para que no se formen piedras. La doctora Romano recuerda: “En verano, la hidratación tendría que aumentar hasta tres litros al día”.

Esta medida ayuda a compensar la pérdida de agua a través del sudor. Además, hay que mantener un peso adecuado y evitar la obesidad, pues el exceso de peso favorece la formación de cálculos.Hay algunas recomendaciones específicas para ciertos tipos de piedras. Por ejemplo, en la litiasis de oxalato cálcico, se debe asegurar una cantidad de calcio. También hay que descartar alimentos con alto contenido de oxalato: espinacas, acelgas, nueces, cacahuetes, chocolate o té. Y tampoco hay que tomar suplementos de vitaminas C y D sin prescripción médica.

En la litiasis de ácido úrico es vital no perder peso drásticamente ni realizar ejercicio físico de alta intensidad para degradar la masa muscular. También hay que olvidarse de los alimentos con alto contenido de purinas, como las vísceras, carnes rojas, embutidos, marisco o pescado azul. Todo lo que contenga fructosa y el alcohol tampoco es recomendable. Aun siguiendo estas recomendaciones, hay pacientes con factores de alto riesgo. Entonces, se puede optar por un tratamiento farmacológico que corrija las alteraciones en la composición de la orina.

Aproximadamente, el 50% de los pacientes, al cabo de cinco años, van a tener un nuevo episodio litiásico

Pilar LuqueUróloga del Hospital Clínic Barcelona

Si la situación se complica y se producen cólicos nefríticos de repetición, sangrado en la orina, infección urinaria, fiebre o sepsis, es necesario recurrir a la cirugía. En los casos más graves, se puede producir una insuficiencia renal crónica que lleve a  una diálisis y trasplante renal, aunque esto no es habitual. Lo que sí es frecuente, es que una persona tenga piedras en el riñón varias veces a lo largo de su vida.

La doctora Pilar Luque, uróloga del Hospital Clínic Barcelona, lo explica: “Aproximadamente, el 50% de los pacientes, al cabo de cinco años, van a tener un nuevo episodio litiásico”. Un 90% de los afectados volverán a tener piedras en el riñón al cabo de 25 años. A menudo, el pronóstico es bueno y se consigue expulsar el cálculo sin complicaciones. Si se siguen las recomendaciones médicas, el riesgo de volver a presentar un episodio a lo largo del tiempo disminuye.

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