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¡Antes de tirarte al agua de cabeza, vigila que haya profundidad para evitar accidentes!

SALUD

Las lesiones medulares aumentan de forma notable en la época veraniega a causa, principalmente, de los saltos a la piscina y los descensos en bicicleta de montaña realizados de forma imprudente

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Dos hombes saltando a una piscina en verano

Katherine Auguste (Unsplash)

Las lesiones medulares aumentan en el período estival y están relacionadas con los saltos de cabeza al agua, principalmente a las piscinas. Pero no sólo se deben a los deportes acuáticos. En los últimos años las lesiones medulares producidas por el ciclismo de montaña, en ocasiones, han llegado a superar los casos de las producidas tras una zambullida, convirtiéndose en una de las causas de lesión medular más importantes hoy en día.

De hecho, el doctor Ferran Pellisé Urquiza, director del Barcelona Spine Institute en el Hospital Quirónsalud Barcelona, alerta de que bajar en bicicleta montañas y pendientes, así como zambullirse de cabeza en el agua, “son deportes arriesgados”, ya que pueden exponer al cuerpo, y en especial a la columna, a impactos violentos.

“Siempre hay que ser precavido y no jugársela si no se tiene experiencia o el riesgo es elevado. En el caso de la bicicleta de montaña son personas que suelen bajar a mucha velocidad por terrenos irregulares. Una caída en estas circunstancias es muy similar a una zambullida, porque salen despedidos de la bicicleta hacia adelante de forma violenta y caen de cabeza. La lesión se produce con el impacto de la cabeza contra el suelo, reproduciendo el mismo mecanismo lesional de una zambullida”, describe el experto.

Prácticas de riesgo

Zambullidas, descensos en bicicleta y accidentes de tráfico, principales causas 
de lesiones medulares en verano

En este sentido, el doctor Pellisé mantiene que las lesiones medulares más frecuentes en el verano suelen darse en gente joven que practica estos deportes al aire libre (zambullida y bicicleta de montaña); sin olvidar, por supuesto, el impacto que tienen en esta época los accidentes de tráfico. “El verano incluye más actividad festiva, más tiempo libre y más conducción por la noche. El accidente de tráfico, ya de por sí es un elemento de riesgo de lesión medular”, agrega.

Doctor Ferran Pellisé Urquiza, director del Barcelona Spine Institute en el Hospital Quirónsalud Barcelona

Grupo Quirón

En personas de más edad, según nos indica el doctor, la lesión medular puede producirse por traumatismos de bajo impacto sobre la cabeza, que generan hiperextensión del cuello y provocan un número elevado de lesiones medulares cervicales cada año: “No es infrecuente que la gente mayor tropiece y se golpee la cabeza. En personas con mucha artrosis de columna y estrechamiento del canal medular, estos golpes de bajo impacto pueden generar una lesión medular”.

Como apunta el especialista de Quirónsalud Barcelona, una lesión medular se produce cuando la médula espinal se ve dañada. Concretamente, detalla que la médula espinal es la estructura anatómica que conecta el cerebro con las extremidades y el tronco.

La prevención consiste en evitar situaciones de riesgo

Hay lesión medular cuando la médula espinal, que conecta el cerebro con el 
tronco y las extremidades, se ve dañada

“Vehiculiza, en sentido descendente (desde el cerebro a extremidades y tronco) por la vía motora, las órdenes de movimiento que se generan en el cerebro. También vehiculiza, en sentido ascendente (de extremidades y tronco al cerebro) por la vía sensitiva, las percepciones de tacto, de dolor, de temperatura, y de posición, que recogemos en las extremidades y en el tronco”, agrega este experto.

El concepto de lesión medular es muy amplio, según reconoce, y por ello considera que éste debería incluir cualquier tipo de enfermedad de la médula espinal. “Generalmente, se entiende por lesionado medular a una persona que, a raíz de un accidente, o de un traumatismo, tiene una fractura de la columna vertebral que lesiona la médula. La fractura vertebral produce daño medular por impacto o compresión del tejido medular. Como consecuencia, la médula espinal deja de funcionar parcial o totalmente, y de forma temporal o de forma indefinida”.

Con todo ello, destaca este traumatólogo que cuando sucede una lesión medular es bastante frecuente que el propio paciente, si está consciente, pueda identificarlo: percibirá que después del accidente, o del traumatismo, no es capaz de mover alguna de las extremidades, o que ha perdido sensibilidad. “El paso siguiente es avisar a los servicios de emergencia médica para poder tener una atención inmediata”, apostilla. “Hoy en día en Catalunya, si se identifica una lesión medular, los servicios de emergencias médicas (SEM) activan el Código LMA (Lesión medular aguda), que garantiza el tratamiento inmediato del paciente y la cirugía en las primeras 24 horas desde el accidente”

A su vez, recuerda el doctor Pellisé que la prevención pasa, sobre todo, por no asumir situaciones de riesgo muy elevado, evitar las situaciones con riesgo de impacto sobre la columna vertebral, “porque es ahí donde uno tiene más probabilidades de lesionarse”. “No hace falta quedarse en casa sin hacer nada; pero hay que intentar asumir riesgos bajos para evitar sufrir este tipo de traumatismos. Las protecciones externas pueden ayudar, pero la intensidad del impacto es el factor más determinante”, resalta este especialista en el tratamiento de lesiones medulares.

Así, y a la hora de tirarse de cabeza en el agua, insiste este doctor que uno tiene que estar convencido de que hay profundidad y de que sabe tirarse de cabeza, a la vez que advierte de que lo mismo pasa con las bicicletas, “son situaciones de riesgo”, y cuanta más pendiente tenga la bajada, o cuanto más irregular sea el terreno, más riesgo hay de poder sufrir una caída que fracture el cuello y conlleve una lesión medular.