El servicio de mensajería instantánea WhatsApp, una de las más utilizadas del mundo, vuelve a estar en el centro de la polémica por las condiciones de privacidad de su servicio. La aplicación pertenece desde 2014 a Facebook, la red social más grande del mundo.
En enero de 2021, WhatsApp informó de un cambio en sus políticas de privacidad que permitirían compartir información con Facebook y otras empresas asociadas. Eso provocó que miles de usuarios en todo el mundo decidieran abandonar la aplicación y optar por otras como Telegram o Signal.
Ahora, WhatsApp quiere recuperar la confianza de los usuarios lanzando una nueva campaña publicitaria a nivel global para defender la aplicación y su sistema de encriptación.
WhatsApp utiliza un cifrado de extremo a extremo: eso significa que la información está encriptada desde que se envía hasta que llega al destinatario, y solo estos dos usuarios poseen las claves para descifrar los mensajes. Ni tan solo WhatsApp puede acceder a este contenido.
Sin embargo, aunque no puede leer los mensajes ni ver las fotos, WhatsApp tiene otros recursos para perseguir y bloquear cuentas ilegales en el servicio de mensajería.
Por ejemplo, WhatsApp sí que puede ver cuántos mensajes envía una cuenta o a cuántos grupos pertenece: de este modo se detectan comportamientos irregulares como el envío de fake news o desinformación. Los responsables de la compañía aseguran que cada mes bloquean dos millones de cuentas fraudulentas y que en 2020 denunciaron 300.000 imágenes de niños al Centro Nacional de Menores Desaparecidos o Explotados de Estados Unidos.
Aun así, algunos gobiernos consideran que el sistema de cifrado puede beneficiar actividades ilegales como el abuso de menores y la pornografía infantil. Por eso reclaman a WhatsApp tener acceso al contenido de los mensajes, aunque eso suponga violar la privacidad de los usuarios.
Por su parte, los responsables de WhatsApp temen que algunos países utilicen el argumento de la seguridad para censurar contenidos y perseguir a usuarios críticos con el gobierno. La aplicación de mensajes está prohibida en China, por ejemplo, mientras que en la India se han aprobado nuevas leyes que obligan a las redes sociales a proporcionar información sobre los usuarios al gobierno.
El monopolio de Facebook
Facebook es la red social con más usuarios registrados en todo el mundo: tiene más de 2.700 millones de usuarios activos al mes, según datos de DataReportal. El propietario de Facebook es Mark Zuckerberg, que gracias a esta red social se ha convertido en uno de los hombres más ricos del mundo.
Los datos de los usuarios de internet pueden valer mucho dinero para las empresas y gobiernos: en función de las opiniones, gustos y preferencias se diseñan campañas de marketing, se fabrican nuevos productos e incluso se planean candidaturas políticas. Por eso Facebook es una de las compañías más poderosas del planeta: porque maneja una cantidad inmensa de información y datos personales.
Cuando Facebook anunció la compra de WhatsApp por 16.000 millones de dólares, Zuckerberg aseguró que los datos de sus usuarios seguirían siendo privados y no se compartirían con Facebook. Sin embargo, al cabo de unos años estas condiciones han cambiado y eso ha provocado numerosas críticas.
En 2018 Zuckerberg ya compareció ante el Congreso de Estados Unidos para declarar sobre el escándalo de Cambridge Analytica, cuando los datos de millones de usuarios de Facebook fueron filtrados a empresas sin su permiso. Meses después hizo lo mismo ante las autoridades de la Unión Europea.
El ‘boom’ de TikTok
Otra de las redes sociales más famosas es TikTok, una aplicación de origen chino que triunfa entre los más jóvenes y tiene más de 800 millones de usuarios que publican vídeos cortos en sus perfiles cantando, bailando, haciendo retos, tutoriales…
Esta popular aplicación tampoco se ha librado de críticas. A principios de junio, TikTok anunció que cambiaría su política de privacidad en Estados Unidos para poder recopilar información biométrica de los vídeos colgados por los usuarios, lo que permitiría reconocer las caras o el entorno, por ejemplo.
Este cambio se produce después de que un grupo de usuarios del estado de Illinois denunciara a la aplicación por recopilar estos datos sin su consentimiento. TikTok tuvo que pagar una indemnización de 76 millones de euros y cambiar el texto de las condiciones de privacidad para informar a los usuarios.
TikTok tiene un equipo de moderadores que bloquean los contenidos ofensivos, pornográficos o violentos. Sin embargo, varias investigaciones periodísticas también señalan que la aplicación censura el contenido crítico con el gobierno de China, además de discriminar los vídeos que muestran la pobreza o una imagen fuera de los cánones estéticos que predominan en las redes sociales.
Las redes sociales han transformado totalmente nuestra forma de relacionarnos y divertirnos. Sin embargo, debemos ser conscientes de que las aplicaciones gratuitas y los buscadores de internet como Google siempre tienen un precio por el que pagar, aunque sea con nuestra privacidad.
Fuentes: BBC, Xataka