¿Por qué protesta la población en Bielorrusia?

Los resultados electorales del pasado 9 de agosto prendieron la mecha definitiva de las actuales manifestaciones de Bielorrusia, que se han extendido desde Minsk, la capital, por todo el país y entre todos los estratos de la sociedad.

El presidente Aleksandr Lukashenko, en el poder desde hace más de dos décadas, obtuvo supuestamente más del 80% de los votos a pesar de lo que mostraron los sondeos previos a las elecciones y las acusaciones posteriores de fraude electoral por parte de sus opositores.

Es por este motivo que la principal demanda de los manifestantes es la celebración de unos nuevos comicios electorales con garantías. También los manifestantes denuncian la represión y violencia policial de estas últimas semanas, que han dejado cerca de 7.000 detenidos y al menos ocho personas desaparecidas, según información de la Oficina de Derechos Humanos de las Naciones Unidas publicada el 21 de agosto.

Muchas de las personas detenidas han denunciado maltrato y abusos físicos por parte de la policía, también entre periodistas y menores de edad.

Corrupción política

Los ciudadanos acusan al gobierno de “abuso de poder” y manipulación electoral. La propia Unión Europea y Estados Unidos no reconocen los resultados electorales y estudian posibles sanciones a nivel internacional.

A Lukashenko se le conoce como el “último gran dictador de Europa” ya que lleva en el poder un total de 26 años, desde que fue elegido en 1994. Según los expertos en política internacional el gobierno ruso tiene una gran influencia en la economía y los medios de comunicación del Bielorrusia, exrepública soviética.

Pobreza y desigualdad

El nivel de pobreza en Bielorrusia ha descendido considerablemente desde que el país se independizara en 1990. Según las cifras oficiales publicadas por Comité Nacional de Estadística de la República de Belarús (Belstat), los índices de pobreza del país se sitúan en torno al 6% aproximadamente.

No obstante, en la última década el país ha vivido una serie de crisis económicas (la recesión mundial en 2009-2011, la recuperación de 2012-2014 y una nueva crisis de 2015-2016) que han debilitado su economía y que podrían haber aumentado las cifras de pobreza hasta alcanzar el 29%, según indica el informe Poverty Dynamics in Belarus from 2009 to 2016, publicado por FREE Network, una red de institutos de investigación política.

Gestión de la Covid-19

Mientras la mayoría de países de la Unión Europea confinaron a sus ciudadanos para frenar el avance de la pandemia, Lukashenko ni siquiera decretó un confinamiento temporal, el cierre de fronteras, la suspensión de actividades de ocio o las concentraciones masivas de personas.

El resultado, más de 73.000 casos positivos de coronavirus en el país a día 14 de septiembre de 2020, incluido el propio Lukashenko que se contagió poco antes de las elecciones y que en todo momento ha subestimado la gravedad del virus, al igual que otros dirigentes como Donald Trump (Estados Unidos) o Jair Bolsonaro (Brasil).

En este escenario, el Banco Mundial prevé que la economía mundial se estanque a lo largo de este 2020, también la de Bielorrusia. Las exportaciones de productos y servicios a países como Ucrania, Rusia y la Unión Europea ya han descendido debido al coronavirus y es previsible que aumenten los niveles de desempleo en el país.

Fuentes: Radio Free Europe/Radio Liberty (RFEFL); Johns Hopkins University; Banco Mundial; CIDOB; Our World Data: Belarus; France 24; Oficina de Derechos Humanos de las Naciones Unidas; Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación; Consejo Europeo; UNDP.

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