La caza furtiva y los santuarios de animales, dos realidades en un mismo continente
Animales amenazados
En el continente africano coexisten iniciativas para salvar a los animales en peligro de extinción y aquellos que quieren cazarlos para su beneficio
Más de 31.000 especies en el mundo se encuentran amenazadas, según la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN, en sus siglas en inglés). Muchas se encuentran en el continente africano.
Por ejemplo, el león, considerado el rey de la sabana y uno de los emblemas de África, apenas cuenta con una población estimada de entre 23.000 y 39.000 ejemplares, según la Lista Roja.
En el caso de los elefantes, habría alrededor de 400.000, según datos del último estudio publicado por la IUCN en 2016. Y en cuanto a los rinocerontes, los negros sobrepasan los 5.500 especímenes mientras que de blancos hay alrededor de 18.000.
Una amenaza para animales y humanos
A pesar de los esfuerzos internacionales para proteger a los animales salvajes, estos continúan enfrentándose a graves peligros.
La caza furtiva es uno de los principales problemas para la conservación de animales en África. El avance de la tecnología para la cacería, la demanda de cabezas o cuerpos enteros como trofeo, el tráfico de pieles y la venta de partes como cuernos u órganos para la medicina tradicional o la gastronomía en algunos países se han convertido en amenazas para la fauna del continente.
Los cazadores furtivos llegan a estas zonas protegidas equipados con armamento de última generación. Este armamento no solo se utiliza contra los animales. Varios de los voluntarios o trabajadores pueden terminar heridos o incluso asesinados a manos de los furtivos.
Durante la pandemia provocada por la Covid-19 , por ejemplo, el cuidado de los animales en parques y santuarios ha sido un desafío. De acuerdo con la Alianza Panafricana de Santuarios (PASA, por sus siglas en inglés), varios de estos sitios se enfrentan a la escasez de alimentos y de dinero para protejer a la fauna, debido al cierre de las instalaciones y a la falta entradas vendidas.
Los santuarios, espacios para una nueva vida
Los santuarios son una esperanza para estos animales. Ayudan a que los ejemplares se reproduzcan y se aseguran de que las crías crezcan sanas.
En el continente hay diversas instituciones de este tipo, muchas de las cuales han ayudado a que se mantengan las poblaciones de leones, elefantes, rinocerontes y primates, entre otros.
Pero no todas las organizaciones que se anuncian como santuarios son éticas. En algunos casos sirven de reclamo para que turistas acudan de voluntarios para obtener un beneficio, y no tienen en cuenta el bienestar de los animales.
Pero antes hay que verificar…
Si tu plan es ir como visitante o voluntario a una de estas instituciones, recomendamos tener en cuenta estos puntos:
Confirmar que sea una organización legalmente constituida y reconocida por el país en la que se encuentra.
Estar alerta si este sitio permite la reproducción en cautiverio. Esta práctica solo debe dirigirse a la investigación como un estadio previo a devolver las especies a sus ecosistemas.
Verificar si venden animales ya que podría tratarse de una fachada para el comercio de fauna.
El sitio debe tener un estricto control de los ingresos y salidas de los animales de sus zonas.
Confirmar si el lugar cuenta con seguros de salud y vida para los voluntarios ya que también pueden resultar heridos durante su trabajo.
Información elaborada en colaboración con el máster universitario de Periodismo y Comunicación Digital de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC).
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