Lucha de poder en Venezuela
Crisis política
Juan Guaidó, el líder de la oposición venezolana, desafía a Nicolás Maduro y se autoproclama presidente del país
El presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela y líder de la oposición política, Juan Guaidó, se ha autoproclamado presidente con el objetivo de destituir al actual presidente venezolano, Nicolás Maduro.
Guaidó acusa a Maduro y al Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) de abuso de poder y corrupción. Además, considera que las elecciones presidenciales de mayo 2018 –que ganó Maduro– no son representativas porque participó menos de la mitad del electorado (un 46%) y se cometieron varias irregularidades.
Siguiendo esta teoría, el siguiente órgano de gobierno que estaría legitimado para gobernar sería la Asamblea Nacional –el parlamento de Venezuela– donde la mayoría de diputados pertenecen a la oposición.
Así pues, como presidente de la Asamblea, Guaidó se ha autoproclamado “presidente interino” para deponer a Maduro, crear un gobierno de transición y convocar nuevas elecciones.
Tras el anuncio de Guaidó, se han convocado numerosas manifestaciones de partidarios y detractores que han acabado con centenares de detenidos y una veintena de muertos.
Ahora mismo, en Venezuela existen dos presidentes que reclaman el poder. Ambos intentan conseguir el apoyo del Ejército, que podría ser el factor definitivo para decantar la balanza a favor de unos u otros.
Crisis en Venezuela
Otro de los motivos por los que Guaidó ha decidido autoproclamarse presidente es la difícil situación en la que se encuentra la población de Venezuela desde hace varios años.
A pesar de ser un país muy rico en petróleo, la crisis económica de 2008 y las sanciones internacionales han afectado la economía y las condiciones de vida de los venezolanos: los precios han subido, el valor de la moneda se ha desplomado y la pobreza se ha extendido por todo el país.
Las sanciones son la respuesta de las instituciones internacionales a las medidas autoritarias de Maduro, quien ha cambiado las leyes para mantenerse en el poder.
Sin embargo, lejos de forzar un cambio en las políticas, las restricciones de alimentos y materiales solo han afectado a la población. No es solo una cuestión de dinero: muchas tiendas y supermercados no tienen productos que vender.
Por otro lado, los partidos de la oposición como Voluntad Popular (el partido de Guaidó) aseguran que el gobierno de Maduro es corrupto y se ha enriquecido a costa del pueblo. Se calcula que más de 3 millones de personas han tenido que emigrar
Una cuestión global
Gobiernos y líderes políticos de todo el mundo han dado su opinión sobre lo que está sucediendo en Venezuela.
La mayoría de países occidentales han respaldado a Guaidó con el argumento de defender la democracia ante los abusos de poder de Maduro.
Estados Unidos, Canadá y la mayoría de gobiernos en Sudamérica (Colombia, Perú, Chile, Argentina, Brasil) lo reconocen como el nuevo presidente, mientras que la Unión Europea apoya el movimiento y pide elecciones, pero no lo reconoce como nuevo presidente.
Sin embargo, otros gobiernos lo consideran un golpe de estado sin justificación. En Latinoamérica, Maduro cuenta con el apoyo de Bolivia, Nicaragua, Uruguay y México. Otros países que han denunciado el levantamiento de Guaidó son Rusia, China y Turquía.
Según el derecho internacional, los países no deben intervenir ni posicionarse en la política interior de otros países.
Otro de los motivos por los que no estaría justificado intervenir en Venezuela es que existen otros lugares en el mundo donde gobiernan sistemas autoritarios y, no obstante, la comunidad internacional no se pronuncia sobre ellos.
¿A qué se debe esta diferencia de criterio? Las voces más críticas señalan que en Venezuela hay muchos intereses económicos en juego, como controlar la producción de petróleo.
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