Tradiciones de Halloween
Una celebración muy popular
Calabazas iluminadas, brujas y gatos negros forman parte de la decoración habitual de esta fiesta en Estados Unidos
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Halloween es una fiesta con orígenes muy antiguos, desde los festivales de la antigua Roma y los rituales celtas. Los irlandeses y escoceses que emigraron a Estados Unidos durante el s.XIX llevaron la tradición a su nuevo hogar.
Hoy en día, Halloween es una de las fiestas más populares en Estados Unidos. Desde allí, la tradición se ha exportado a otros países: el 31 de octubre hay fiestas de disfraces y niños con caramelos en casi todo el mundo.
Algunas de las costumbres las vemos repetidas en libros, series, películas y redes sociales...
Estas tradiciones y símbolos son tan habituales, que las interiorizamos como propias y las encontramos en nuestro entorno: la decoración de escaparates en las tiendas, comida temática de Halloween, disfraces fuera de Carnaval…
Símbolos y tradiciones
Uno de los símbolos más reconocibles es la calabaza iluminada por dentro. El origen de esta tradición se remonta a la época medieval, cuando los gobernantes decapitaban a los bandidos y mostraban su cabeza como advertencia.
Halloween es la fiesta de los espíritus. Los celtas creían que en esa época del año, cuando terminaba el verano y los días se acortaban, el reino de los vivos y el reino de los muertos estaban más cerca. Por eso los fantasmas forman parte de la celebración.
La presencia de espíritus y fantasmas dio pie a versiones más imaginativas: de ahí los disfraces de muertos vivientes, brujas y monstruos que tan a menudo se encuentran por la calle.
Otra de las costumbres más conocidas es el Trick or treat, traducido como Truco o trato: los niños (y no tan niños) se disfrazan y van por las casas para pedir caramelos a cambio de portarse bien y no gastar ninguna broma.
Esta tradición podría haber surgido durante el Samhain, la festividad celta que celebraba el fin del verano y la llegada del invierno. Era una época de cambio, durante la cual los celtas dejaban comida en la puerta para honrar a los espíritus y evitar que entraran en su casa.
Unos siglos más tarde, en la Edad Media, la tradición se mantuvo aunque con cambios: los niños y pobres recorrían las casas pidiendo limosna o comida a cambio de rezar por ellos el 1 de noviembre, Día de Todos los Santos.
Los gatos negros son otro de los símbolos de Halloween porque en la Edad Media eran considerados una de las muchas formas que adoptaba el diablo. De ahí las supersticiones de mala suerte relacionadas con los gatos de este color.
Lo mismo ocurrió con los murciélagos como representación de los vampiros. Sin embargo, estos animales eran una señal de buena suerte para los celtas: aparecían con las hogueras que se encendían durante el Samhain y se comían los insectos que revoloteaban alrededor del fuego.
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