De la gran literatura a la gran pantalla
Premio Nobel de Literatura
Las historias escritas por los Premios Nobel de Literatura también tienen un hueco en el cine
La novela 'Nunca me abandones' de Kazuo Ishiguro, Nobel de Literatura 2017, fue adaptada al cine.
Para conseguir una buena película es imprescindible tener una buena historia. Por eso, el cine ha seguido siempre muy de cerca las historias de autores que han ganado el Nobel de Literatura para conseguir un buen guion.
Uno de los ejemplos más antiguos es El libro de la selva de Rudyard Kipling (Nobel de Literatura 1907), que enseguida se convirtió en uno de los grandes clásicos de Disney.
El dramaturgo George Bernard Shaw (Nobel 1925) también vio cómo dos de sus obras de teatro más populares se adaptaban al cine: Pigmalión y My Fair Lady. Shaw es la única persona que ha ganado un Nobel y un Oscar, por el guion de Pigmalión.
Varias novelas del escritor Ernest Hemingway (Nobel 1954) también se convirtieron en película: El viejo y el mar, Adiós a las armas y Por quién doblan las campanas. Igual que el Ensayo sobre la ceguera de José Saramago (Nobel 1998), que el director de cine Fernando Meirelles adaptó en el film A ciegas.
La escritora canadiense Alice Munro ganó el Premio Nobel de Literatura en 2013. Unos años antes, en 2006, la actriz y directora Sarah Polley había llevado al cine su novela Lejos de ella, la historia de una mujer enferma de Alzheimer y de su marido que intenta cuidarla.
Por su parte, el director español Pedro Almodóvar basó su última película, Julieta (2016), en tres de los cuentos de Munro: Destino, Pronto y Silencio.
Las historias de Kazuo Ishiguro
El nuevo Nobel de Literatura ha escrito dos novelas que se han llevado al cine. La película Lo que queda del día (1993) está basada en la novela más famosa de Ishiguro: Los restos del día (1989), que cuenta el viaje de un mayordomo inglés después de la Segunda Guerra Mundial y el descubrimiento del oscuro pasado de su antiguo patrón.
Por otro lado, el film Nunca me abandones (2010) está basado en la novela homónima publicada en 2005 y explica la historia de un grupo de jóvenes que pasan su infancia en Hailsham, un internado que en realidad no es tan idílico como parece…
De hecho, Ishiguro tiene experiencia como guionista: escribió el guión de La Condesa Rusa (2005), una película ambientada en la ciudad china de Shangai en 1936, donde diplomáticos, empresarios y dirigentes exiliados de varios países se refugiaron huyendo de la guerra que acechaba en Europa.
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