El último vuelo supersónico comercial, el BA002, se llevó a cabo entre Nueva York y Londres el 24 de octubre de 2003. Blake Scholl, fundador y director ejecutivo de Boom Supersonic, con sede en Denver, confía en que los viajeros no tengan que esperar otras dos décadas para el próximo. El avión que Boom prepara como sustituto del Concorde, el Overture, con capacidad para transportar entre 64 y 80 pasajeros (el Concorde transportaba 100), aún no se ha construido. Sin embargo, el 28 de enero, el XB-1, un prototipo a escala un tercio que la compañía utiliza para probar su tecnología de fuselaje, rompió por primera vez la barrera del sonido.
Ese vuelo de 34 minutos, culminación de 11 vuelos subsónicos anteriores, despegó del Puerto Aeroespacial de Mojave, en California. Sus tres tramos supersónicos, en los que alcanzó una velocidad máxima de Mach 1,11, tuvieron lugar en el Corredor Supersónico Bell X-1, un espacio aéreo delimitado para actividades de alta velocidad entre la instalación civil de Mojave y la base aérea de Edwards, uno de los principales centros de Estados Unidos para pruebas con aviones militares. Se trató también de la penúltima salida del XB-1. El plan es que despegue una vez más, en la primera semana de febrero, y luego retirarlo para concentrar todos los esfuerzos en la construcción del Overture.
Sin embargo, todavía queda camino por recorrer antes de que los pasajeros puedan facturar. No sólo hay que trasladar las lecciones aprendidas con el XB-1 al fuselaje de mayor tamaño del Overture, sino que Boom también tiene que fabricar los motores adecuados. El prototipo está propulsado por un trío de CJ610 de General Electric, una versión civil de un motor militar que se utiliza en algunos aviones ejecutivos. El Overture contará con cuatro motores Symphony, que la propia compañía está desarrollando a partir de cero tras la disolución, en 2022, de una asociación con Rolls-Royce.
Los promotores del avión esperan lanzarlo comercialmente en el 2029 y aseguran que ya tienen encargos para 130 aparatos
Scholl estima que un prototipo de Symphony estará disponible para pruebas en tierra a finales de año y que tendrán una versión con todos los problemas resueltos en 2028; de ser así, se montaría en el fuselaje del Overture en la fábrica de Boom en Carolina del Norte, y el vuelo inaugural podría tener lugar ese mismo año. De acuerdo con ese calendario, los vuelos comerciales comenzarían en 2029.
Desde luego, interés comercial no falta. Scholl afirma que la cartera de pedidos asciende actualmente a 130. Considera que la relación entre Concorde y Overture refleja la existente entre el proyecto Apolo y los cohetes creados por SpaceX. Tanto Concorde como Apolo, aunque fueron éxitos tecnológicos, se construyeron por razones de orgullo nacional. Cuando los intereses políticos cambiaron, se volvieron redundantes. Las ofertas de Elon Musk están diseñadas desde el principio con el objetivo de ganar dinero. Scholl tiene planes similares para Overture.
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Traducción: Juan Gabriel López Guix