Así es 'Diablo', el videojuego en el que han pillado a Elon Musk haciendo trampas

Pagar para ganar

La afición del polémico empresario por los videojuegos es conocida y recientemente afirmó estar entre los mejores del mundo en este título desarrollado por Blizzard

Elon Musk ha conseguido estar entre los veinte mejores jugadores del mundo del videojuego 'Diablo IV', aunque ha reconocido que no lo consiguió de forma lícita

Elon Musk ha conseguido estar entre los veinte mejores jugadores del mundo del videojuego 'Diablo IV', aunque ha reconocido que no lo consiguió de forma lícita

Que Elon Musk figurase en la lista de los mejores jugadores del mundo de Diablo era algo, cuanto menos, sospechoso. Decirlo a estas alturas de la película no tiene ningún mérito, más todavía cuando el propio magnate ha admitido que para conseguirlo recurrió a mecanismos poco lícitos, como pagar a otros jugadores para que mejorasen su personaje o para adquirir objetos potenciadores dentro del juego. Sin embargo, todo este asunto ha hecho que este videojuego –y otros a los que el hombre más rico del mundo es aficionado– hayan ganado notoriedad en las últimas semanas.

Aunque desconocida para el gran público, Diablo es una de las franquicias más veteranas y populares en el mundo del ocio electrónico desde hace casi treinta años. Desarrollado por la empresa estadounidense Blizzard Entertainment, este juego de acción y rol ambientado en un mundo de fantasía oscura propone a los jugadores crearse un personaje y lanzarse a la aventura mientras exploran mazmorras a rebosar de enemigos y tesoros.

Diablo IV

Imagen del videojuego 'Diablo IV'

El objetivo del juego no consiste tanto en llegar al final y ver los títulos de crédito, sino en ir mejorando las capacidades del personaje para hacerlo cada vez más poderoso. En la piel de bárbaros, magos, nigromantes y demás arquetipos del género fantástico, los jugadores dedican muchas horas –y no hablamos de decenas o centenares, sino incluso de miles– a recorrer este mundo virtual mientras se enfrentan a criaturas cada vez más poderosas, suben niveles de experiencia y encuentran mejores piezas de botín con las que equipar a su avatar.

Diablo IV, la entrega más reciente de la serie, fue publicado en verano de 2023 y está disponible tanto en ordenador como en consolas. Los jugadores más avanzados –los llamados hardcore players– suelen preferir la versión para PC, ya que ofrece más opciones de personalización y jugar con teclado y ratón es mucho más preciso. Más allá de la habitual curva de aprendizaje, el título como tal no es difícil, al fin y al cabo, sus creadores quieren que llegue al mayor público posible y no por nada vendió más de doce millones de unidades en sus primeros meses a la venta. Ahora bien, situarse entre los veinte mejores jugadores del mundo no tan solo requiere de una gran habilidad a los mandos, sino de una dedicación prácticamente completa.

Cuando el pasado mes de noviembre Musk alardeó en el popular podcast del locutor estadounidense Joe Rogan que se encontraba entre los veinte mejores jugadores del mundo de Diablo IV no fueron pocos los que arquearon una ceja. De hecho, ese mismo mes batió un récord en el mismo juego al llegar hasta el nivel 150 en menos de dos minutos. Es difícil imaginar que alguien con una vida tan ajetreada como la del máximo responsable de compañías como Tesla, Space X o X –por no hablar de su reciente actividad en el mundo de la política siempre al lado de Donal Trump–, pudiese encontrar momentos para “grindear” a su personaje, que es el término con el que se conoce l tiempo dedicado a realizar actividades repetitivas en el juego para ir subiendo de nivel.

Musk sacó pecho de ser uno de los mejores jugadores de Diablo IV del mundo, pero una partida suya que él mismo retransmitió en internet demostró que en todo ello había gato encerrado. El pasado 7 de enero, Musk jugó en directo a un título muy parecido a Diablo IV llamado Path of Exile 2, de la desarrolladora neozelandesa Grinding Gear Games. Jugadores de todo el mundo vieron en ese momento que el personaje de Musk estaba extremadamente bien equipado, pero su forma de controlarlo era claramente dudosa e imprecisa, para nada propia de alguien que se encuentra entre los mejores del mundo. Rápidamente, la comunidad gamer –especialmente su vertiente más hardcore– empezó a hacer mofa del magnate en YouTube y Reddit y, claro está, a poner en duda su supuesta maestría.

Diablo IV

Lilith, uno de los personajes del videojuego 'Diablo IV'

No fue hasta hace unos pocos días cuando, finalmente, se destapó el pastel. A través de un vídeo del jugador profesional y creador de contenidos NikoWrex, quien tuvo la oportunidad de chatear con el propio Musk a través de X, se confirmó que el polémico empresario no tan solo había pagado a otros jugadores para subir el nivel de su personaje, sino también que había comprado objetos para incrementar de forma artificial sus capacidades. “¡Es imposible ganar a los jugadores asiáticos si no lo haces así!”, exclamaba Musk en una conversación privada que permitió compartir.

En un intento de defenderse de las críticas, el propietario de Tesla argumentó sin aportar pruebas que la mayoría de grandes cuentas en el juego están gestionadas por varios jugadores, pero ni con esas ha podido apaciguar a quienes han visto en estas prácticas una forma de hacer trampas. Se trata de una práctica muy mal vista en el ámbito de los juegos competitivo, algo que ha hecho que muchos de sus propios defensores se le hayan echado encima. Lo cierto es que no hay nada malo en no ser el mejor jugando a videojuegos, pero admitir que estás entre los mejores y que descubran que lo has conseguido haciendo trampas es un tanto embarazoso.

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